Te siento || Alexis Sánchez

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Estos últimos cuatro días han sido maravillosos, nunca me había sentido tan feliz en mi vida, me sentía completa con mi hijo y con el Alexis, era todo demasiado perfecto, tanto que me daban ganas de pellizcarme para ver si estaba soñando o no. Es que esto era lo que mi mente soñadora siempre quiso, ser una familia feliz junto al Alexis y el Cristóbal... Y ahora mi sueño se estaba haciendo realidad, aunque la parte racional de mi mente me decía que no me ilusionara tanto porque nada es perfecto ni dura para siempre. Que debo tener cuidado, sin embargo no estoy pescando a ese lado de mi mente, puesto dejé que ese parte me controlara durante muchos años y ya me aburrí, creo que es tiempo de dejar de pensar y dejarme llevar, de actuar con el corazón...

El día del cumpleaños del Alexis lo pasábamos muy bien, estuvimos los tres juntitos, más el Mauro obviamente. Comimos pizza que hice yo para demostrarle al Alexis que mi pizza es la mejor, y el Mauro compró la torta favorita del Alexis en una de las pastelerías más famosas de Londres. Debo decir que nunca había probado una torta tan exquisita...

Me encantaba ver cómo era el Alexis con el Cris, se llevaban muy bien, a pesar de lo poco que se conocían, hasta el momento el Alexis era como un amigo del Cris más que un papá, pero con el tiempo supongo que su relación progresará de buena manera, solo espero que no sea demasiado tarde para que puedan entablar una relación de padre e hijo...

Por otro lado mi relación con el Alexis volvió a ser la que era antes del accidente, aunque no le volví a mencionar el tema de su mensajeo con esa zorra porque igual sentía que aún caminábamos por terreno inestable, puesto que yo le oculté por diez años a su hijo, además supongo que ya la bloqueado, o eso espero, confiaré en él porque además nada que ver reprocharle después de lo que yo hice...

―Emmy ¿Ya llamaste a tu mamá para invitarla mañana a la cena de navidad?―preguntó el Alexis mientras cenábamos. Puse cara de inocente, obviamente no lo había hecho, no era una buena idea invitarla, no después de lo que me había dicho―Emmy―me regañó el Alexis, tan solo al ver mi expresión en el rostro sabía la respuesta―Cris ¿No cierto que tu mamá tiene que invitar a tus abuelos a la navidad mañana?―preguntó el Alexis. Lo miré feo. Maldito, ahora no podía no invitar a mis padres.

―Yo pensé que estaban invitados si siempre pasan la navidad con nosotros―dijo el Cris mirando al Alexis a través de sus lentes, luego se echó comida a la boca. El Alexis me dio una mirada. Se la devolví, nos quedamos mirando durante unos segundos a los ojos fijamente, como en una lucha de miradas. Me rendí.

―Sí, siempre la pasan con nosotros y esta vez no será la excepción―dije. El Alexis elevó las comisuras de sus labios, dándome esa sonrisa torcida que tiene. Suspiré. Tendré que tragarme mi orgullo y mi enojo e invitar a mis padres, aunque no pienso ni loca llamar a mi mamá, llamaré a mi papá porque a él no lo odio...

―Cris te tengo una sorpresa...―dijo el Alexis. Fruncí el ceño. ¿Qué sorpresa? Espero que no sea ni un auto, ni una moto ni una de esas cosas así que a veces pide el Cris...

― ¿Qué sorpresa?―el Cris dejó de comer y miró al Alexis con los ojos brillantes por la emoción.

―Tú me preguntaste qué cuando conocerías a tu abuela, a tus tíos y primos... bueno hoy los conocerás...

― ¡¿Qué?!―pregunté un poco sorprendida. ¿Su familia iba a llegar hoy y ni siquiera me avisó antes para prepararme? ¡Señor Jesús! Iba a enloquecer... Mi mamá odiaba al Alexis, de la misma manera que la señora Martina me odiaba a mí, ella tenía un mal concepto de mí, pensaba que era una zorra... Dejé de escuchar lo que el Cris y el Alexis decían, estaba en un ataque de nervios, probablemente debería irme de aquí y esconderme en algún lugar donde la señora Martina no me encuentre, las pocas veces que fui a Tocopilla años después de lo que pasó con el Alexis, ella siempre me miraba con odio y cuando yo la saludaba cuando me la encontraba en la calle, ella apenas y me devolvía el saludo.