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Mis manos comenzaron a sudar y yo comencé a temblar, no sabía que mierda hacer, no reaccionaba. El Richie me iba a dejar, era en lo único que podía pensar en este momento, iba a perder a mi pololo... Todo por ser una estúpida... ¿Cómo se me ocurría besar al Alexis siendo que el Richie estaba ahí mismo? Hueona, hueona, Emilia hueona.

―Yo tengo la culpa, compadre―escuché decir al Alexis―ella no quería, yo la besé porque no puedo resistirme a una mina rica...―lo miré. No me gustaba cuando el Alexis hablaba así, porque el Alexis que yo conocía era tierno, no era un mujeriego indomable. Me cargaba cuando se expresaba así de las mujeres, pero sabía que era como una coraza el Alexis en el fondo era un hombre demasiado bueno y tierno y sé que muy pocas personas lo llegaban a conocer como lo conocía yo. El Ricardo lo miró con el ceño fruncido.

―Ándate Alexis, déjame hablar con la Emilia―la forma en la que pronunció mi nombre quería decir que no me esperaba nada bueno, estaba muy enojado. Dios, iba a terminar conmigo, ¿Y qué iba a hacer yo sin el Ricardo? Llevábamos tantos años juntos que ya no sé cómo era mi vida cuando estaba sin él...

―Compadre no te enojes con ella, si te juro que yo tengo toda la culpa de lo que pasó―el Ricardo lo fulminó con la mirada. Le di una sonrisa de agradecimiento al Alexis por echarse la culpa a él, pero en verdad todo esto era mi maldita culpa.

―No soy tu compadre, hueón. Ahora ¿me puedes dejar solo con mi polola?―el Alexis suspiró ruidosamente. Me dio una mirada como diciéndome hice todo lo que pude, luego salió de la cocina con las manos en los bolsillos. Cerré los ojos y tomé una respiración profunda preparándome para lo que tenía que enfrentar ahora.

―Richie...―hablé por primera vez. El Ricardo me miró decepcionado, un nudo se formó en mi garganta, podía con su enojo, pero no con su decepción eso dolía, dolía mucho.

―Me mentiste Emilia, me mentiste todo este tiempo...me has estado mintiendo desde julio―pensé que me iba a reclamar por estar comiéndome al Alexis, pero me decía esto, yo no comprendía qué era lo que me quería decir.

― ¿De qué hablas Richie?―pregunté un poco confundida.

―Cuando te pregunté cómo habías conocido al Alexis dijiste que lo habías conocido cuando la camioneta se echó a perder, pero no fue así Emilia, tú lo conoces desde hace mucho más... ¿Es el papá del Cristóbal verdad?―mi corazón pegó un salto. Y hasta ahí llegó mi secreto mejor guardado... El Ricardo ahora lo sabía. Solo unió los cabos sueltos y lo descubrió, lo que significa que cualquiera puede descubrirlo y ¿Cómo no? Si el Cristóbal es tan parecido al Alexis...

―Sí...―suspiré. Tragué. El nudo en mi garganta cada vez era más grande. Ya está, el Ricardo lo sabe y es cosa de tiempo que el Alexis se entere también y todo el mundo lo haga. Dios mío no estoy preparada para eso y sé que mi hijo tampoco lo está.

― ¿Él lo sabe?―preguntó. Negué con la cabeza. No quería que el Alexis lo supiera, no quería hueón―deberías decirle...

―No, él no tiene que saberlo, no puede enterarse... ―hice una pausa dramática―Ricardo perdóname, perdóname por mentirte, por ocultarte esto, perdón por lo que viste hace un momento...

―No sé si puedo perdonarte Emilia―mi corazoncito dolió, quería que me perdonara desesperadamente―es obvio que aún sientes algo por él... a pesar de que él intentó echarse toda la culpa por ese beso, sabiendo esto es obvio que él no la tuvo completamente, tú igual querías besarlo Emilia, ¿desde hace cuánto que estás teniendo algo con él?

―Te juro que no tenemos nada, ese beso que viste fue lo único que ha pasado desde que nos volvimos a encontrar―era una vil mentirosa. El Ricardo suspiró.

Te siento || Alexis SánchezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora