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No podía creer que la Valentina y el Ricardo estuvieran aquí, ni siquiera me habían avisado que iban a venir a verme, ellos deberían estar trabajando en este momento... Lo único que pensaba mientras iba en busca de mi pololo es que por favor la Vale no me haya visto besando al Alexis... Cuando llegué a una de las entradas de la residencia vi la espalda de mi pololo.

―¡Richie!―exclamó. Él giró al escuchar mi voz, al verme me sonrió. Se sentía como que no lo veía hace años, estaba distinto a la última vez que lo vi, ahora se había dejado crecer la barba, debo decir que me gustan los hombres con barba, se ven más guapos...Ricardo corrió hacia mí, rodeó mi cintura con sus brazos, me elevó en el aire, y comenzó a dar vueltas conmigo entre sus brazos. Solté una risa― ¡Richie bájame me estoy mareando!―exclamé. Dejó mis pies en el suelo y me apretujó contra él, escondí mi cara en su pecho.

―Te extrañé tanto Em―dijo él mientras acariciaba mi cabello. Inhalé su perfume, al hacerlo me di cuenta de cuanto lo había extrañado, sus brazos se sentían como el hogar, confortables, seguros...

―Y yo a ti Richie―dije. Levanté mi rostro hacia él, y besé sus labios, cerré mis ojos y la imagen mía besando al Alexis se me vino a la mente... He sido una estúpida todos este tiempo, ¿cómo mierda pude engañar al Ricardo? Escuchamos un carraspeo por lo que nos separamos. Era la Vale y el Alexis. No pude mirar al Alexis a los ojos así que bajé mi mirada a mis zapatos, los cuales probablemente debería limpiar, estaban un poco sucios. Ay Emilia enfócate... No sé qué mierda hacer con mi vida. Estos dos hombres son demasiado maravillosos, por un lado está el Alexis y toda la mierda que pasamos juntos y por otro lado está el Richie que siempre ha estado conmigo y me ha apoyado en todo estos últimos años, es mi pasado y mi futuro juntos, peleándose por mi presente metafóricamente...

―Hola compadre, ¿cómo estuvo el viaje?―escuché la voz del Alexis. Luego lo vi estirarle la mano al Ricardo, el cual se la estrechó.

―Bien, aunque cansador. Es una sorpresa encontrarte aquí ¿Qué haces aquí?―preguntó el Ricardo.

―La Vale me llamó para avisarme que venían así que vine a saludarlos po―¿Qué? Miré a mi amiga, ella tenía una sonrisa en el rostro. ¿En verdad lo había llamado? ¿Y él no me dijo nada? Un sensación de malestar comenzó a crecer en mi estómago, apreté los nudillos, sentía ganas de golpear a alguien.

―Bacán compadre―dijo el Ricardo.

―Oigan, ¿qué tal si vamos a mi casa?―preguntó el Alexis―pueden comer algo y quizás se puedan quedar ahí mientras están en Londres, ¿para qué van a ir a un hotel?

―Ay Alexis ¿en serio?―dijo la Vale toda emocionada y con cara de enamorada. Rodé los ojos. El Alexis asintió―Me encantaría. Me muero por conocer tu casa aquí en Londres y ver otra vez a tus perros. Los extraño― ¿Los extraño? ¿Qué hueá? ¿De qué me estoy perdiendo aquí?

―Emm ¿Quieres ir?―me preguntó el Ricardo. Esta era la diferencia del Ricardo con el Alexis, él siempre me preguntaba lo que quería, en cambio el Alexis no, o si lo hacía se las arreglaba para hacerme cambiar de parecer...

―Bueno amor... Aunque solo si tú quieres...

―Sí, obvio, vamos―me dijo. Me agarró la mano. Y con la otra mano agarró su maleta― ¿Entonces vamos?―preguntó. El Alexis asintió. Lo seguimos en dirección a su auto. Todo el camino hasta su auto fue hueveando con la Vale, llevaba su mano sobre sus hombros, y se reían, quería matarlos a los dos, pero debía controlarme no debía dejarme llevar por los estúpidos celos.

Cuando llegamos a la casa del Alexis lo primero que vimos fue al Atom y al Humber que nos atacaron, o más bien me atacaron a mí, se me subieron encima y me lengüetearon toda la cara, eran más tiernos esos perros, durante las veces que he venido a visitar al Alexis a su casa siempre me atacan, creo que les caigo bien.

Te siento || Alexis SánchezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora