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No me recuerda, ese era el único pensamiento que rondaba mi cabeza desde hace dos días, desde que lo volví a ver, no podía quitarlo. Pero es que ¿Cómo se olvidó de mí? Se supone que nunca me iba a olvidar, él me lo prometió maldita sea, yo pensé que fui importante para él, porque él definitivamente lo fue para mí y duele que no me recuerde, porque yo lo recuerdo, mi corazón lo recuerda, lo siento como si aún fuera parte de mí. Y por la chucha, no sé qué hacer con estos sentimientos contradictorios que siento. Solo sé que no quise quedar como una patética y cuando él me preguntó el nombre yo no hallé nada mejor que decir lo mismo.

Estaba en un ataque de pánico, es que no podía creer que lo había vuelto a ver, según yo nunca más lo volvería a ver, aunque yo creo que solo fue una coincidencia, aunque alguien una vez me dijo que las coincidencias no existen, mierda, no, ya basta Emilia, deja de pensar en el Alexis, pero mierda es en lo único que he podido pensar, ni siquiera he podido estar con el Richie en paz porque me aparece el Alexis en la cabeza... Solo tengo que olvidarlo, si nunca más lo voy a ver, solo fue una mala jugada del destino. El sonido de mi teléfono me sacó de mis pensamientos, me paré del sillón donde estaba sentado y lo fui a buscar a la mesa, en la pantalla decía "Vale" rodé los ojos, probablemente me iba a seguir hablando de lo hermoso que era el Alexis. Ya me tenía chata.

—¿Aló Vale? ¿Qué onda? — pregunté apenas contesté.

—Emm ¿tienes algo qué hacer hoy en la noche? —preguntó mi amiga, así sin rodeos. Suspiré creo que no tenía nada que hacer hoy o sea era viernes así que supongo que vería una película.

—No, no tengo nada que hacer ¿Por qué? ¿Qué quieres hacer? — pregunté. Mi amiga estaba loca y le encantaba carretear, a mí me gustaba un poco, pero ya estaba acostumbrada a no hacerlo las circunstancias de la vida no me permitieron hacerlo tanto como debería haberlo una adolescente.

—Vamos a ir a un carrete hoy, así que ponte bien guapa e invita al Richie—suspiré. Ella era así ni siquiera me dejaba decirle que sí o no— y nos vemos a las diez en el VIP del club Stone.

—¡Oye! Pero ni siquiera he dicho que sí quería ir—contesté— además no sé si el Richie tiene algo que hacer o si quiere ir.

—Ay Emilia, el Ricardo nunca se pierde un carrete que tú seas fome no quiere decir que él lo sea... así que los veo acá, y si no apareces te iré a buscar y te arrastraré todo el camino—estaba loca— Espero que haya quedado claro. Cambio y fuera— ¿por qué me hice amiga de esta mujer? Era una zorra y una loca, era lo opuesto a mí. Miré mi reloj y ya eran las seis, supongo que el Ricardo llegaría pronto. Por mientras lo esperaba prendí la televisión.

—Se dice que el jugador Alexis Sánchez antes de ir a la Copa Centenario tuvo un encuentro amoroso con...—la apagué. No podía soportar esas mierdas. Dolían más de lo que deberían. Como que me comenzaba un malestar en la guata y después como que se me ponían los nervios de punta pensando en él con una zorra que solo lo quería por interés y que le podía pegar no sé qué enfermedad de transmisión sexual.

—¡Mamá! —la puerta de entrada de mi departamento se abrió dejando ver a mi hijo. Una sonrisa de oreja a oreja se formó en mi rostro, no sabía que iba a llegar hoy. Mi Cris corrió a mis brazos y saltó encima de mí. Lo rodeé con mis brazos y lo apretujé contra mi cuerpo. Lo había extrañado mucho. Hundí mi nariz en su cuellito, ya no tenía olor a bebé, pero aún tenía un olor tan rico.

—Bebé, ¿por qué no me llamaron para decirme que venían para acá? —pregunté. Él se separó de mí y me dio una sonrisa, luego se acurrucó entre mis brazos.

—Porque queríamos que fuera una sorpresa— dijo él. Le sonreí.

—Hola hija, él insistió en que no te dijéramos nada—dijo mi mamá entrando con dos grandes bolsos en sus manos. Los dos habían ido a visitar a mi abuela a Tocopilla por unos días. Solté a mi hijo y fui a ayudar a mi mamá con los bolsos.

Te siento || Alexis SánchezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora