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"Te siento en ese beso"

Algo cálido y húmedo en mi mejilla me despertó. Abrí lentamente mis ojos y me encontré con la cara de Atom, me estaba lengüeteando la cara. Apenas llegué a la casa de Alexis le dije que estaba muriendo de sueño y él me ofreció quedarme acostarme en una pieza de invitados, me tiré en la cama y me quedé dormida al instante, en un sueño muy profundo, es que venía demasiado cansada, porque no pude dormir casi nada en las dieciséis horas que el avión estuvo en el aire. 

―Mandé al Atom a despertarte porque no quería que me golpearas, sé que eres un poco gruñona cuando te despiertan―dijo el Alexis mirándome desde la puerta. Tenía puesto un delantal, se veía chistoso, nunca me lo imagine en la pose de dueño de casa. 

―Ya no soy tan gruñona―me estiré en la cama, el perro del Alexis se acurrucó encima de mí, era muy tierno, era como un bebé, no pude evitar hacerle cariño, es que era muy suavecito―se me pasó con los años...

―Me alegro porque debo confesar que me daba miedo venir a despertarte, por eso mandé a mi perro, porque sé que nadie puede retar a ese perro―solté una risa. Puede que en mi juventud haya sido así, que me enojaba mucho cuando me despertaban, pero cuando uno tiene un hijo las cosas cambian, uno tiene que despertar a cada rato y ya nunca más puedes dormir de manera profunda por lo menos hasta que crezcan, aunque debo confesar que en las noches siempre me despierto y voy a ver a mi Cris porque ese niño es seco para destaparse en los noches...―Bueno venía a decirte que la comida está lista, para que bajes a come―asentí.

― ¿Puedo bañarme y cambiarme de ropa primero? Porque como que apesto―dije, el Alexis se acercó un poco a la cama, arrugó la nariz y luego se la tapó con sus dedos.

―Sí, tienes razón apestas y mucho―le tiré un cojín que le dio de lleno en la cara, estúpido. El perro, Atom me ladró, uy si defendía a su amo idiota.

―Eres un imbécil ¿Lo sabías?

―Creo que lo he escuchado un par de veces, ya, te dejamos para que te arregles, te esperamos abajo, Atom compadre vamos―el perro obedientemente se paró y se bajó de la cama y siguió a Alexis. ¿Por qué mi hijo no podía ser así de obediente? Mi bebé lindo debía estar en el colegio en este momento, lo llamaría, pero no creo que sea bueno interrumpir sus clases. Aunque debería llamar a mi mamá o al Richie de que ya llegué, pero esperaré hasta que mi bebé esté en la casa para llamar porque la primera voz que quiero escuchar es la de él.

Abrí mi maleta y saqué un poco de ropa de verano, porque era finales de agosto aquí en Londres y hacía calor, no como en Chile que cuando me vine estaba muriendo de frío. Luego de tomar mi ropa me metí a la ducha.

Luego de unos minutos estaba lista, me sentía fresca y limpia. Cuando terminé de secar mi cabello bajé al primer piso, ahí estaba el Alexis en un sillón rodeado de sus dos perros y haciendo algo en su celular. Uno de los perros me ladró al verme en las escaleras. El Alexis levantó su vista hacia mí y sonrió.

―Wuau Emmyboo, sí que has trabajado esas piernas―miré mis piernas, estaban igual que siempre, no tenían ningún cambio, seguían siendo feas, más encimas estaban re blancas. Levanté la vista de mis piernas hacia el frente, pegué un salto al ver que el Alexis estaba al frente de mí―están mucho más tonificadas―puso su mano sobre una de mis piernas y la acarició con suavidad, todas las terminaciones nerviosas se me pusieron alerta, un escalofrío me recorrió la columna vertebral. ¿Por qué mierda me estaba tocando las piernas?

―Sí, supongo que subir cerros y caminar en el desierto han tenido su efecto―dije. Mi voz tembló y él lo notó porque sonrió.

―Vamos a comer mejor que la comida está lista―dijo alejando sus manos de mis piernas, por suerte lo hizo porque no tenía ni idea que hacer―y si quieres después te puedo enseñar el gimnasio que tengo para que puedas tonificar más esas piernas―me guiñó el ojo. Ay, creo que no era buena estar aquí, me estaba coqueteando y no quería que lo hiciera tengo un prometido en Chile, y además lo que tuvimos con el Alexis ya acabó, ya fue... aunque eso no quiere decir que no me provoque cosas, porque lo hace...

Te siento || Alexis SánchezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora