Te siento || Alexis Sánchez

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El Ricardo se había ido hace unas cuantas semanas, estuvo re pocos días conmigo, lo extrañaba... y sentía una incertidumbre terrible porque no sé si quería seguir conmigo... Al Alexis no lo veo desde que el Ricardo nos pilló en la cocina dándonos un beso, solo sé que mientras la Vale estuvo aquí anduvo con ella para arriba y para abajo, no sé qué tenían los dos y en verdad no quería saberlo, por mi salud mental.

                Extrañaba tanto a mi Cristóbal. Hoy tenía una competencia con su club de matemáticas y yo no iba a estar ahí para apoyarlo. Me sentía tan mal por estar tan lejos de él, quizás nunca debí aceptar esta beca, nunca debí postular, debí haberme quedado en Chile, tenía un buen trabajo, un buen sueldo, no tenía por qué haberme venido para acá a seguir estudiando. Sinceramente ya no sé qué hacía en Inglaterra, estaba sola aquí no tenía a nadie con quien conversar de mis cosas, nadie que esté conmigo... Sinceramente quiero volverme a Chile para estar con mi hijo otra vez, solo un abrazo y un beso de él puede volver a hacerme sonreír. Mañana tenía una prueba y no había estudiado casi nada, mi mente estaba en otro lado y además no tenía ganas de estudiar, así que solo salí a caminar por Londres, fui a un parque, mientras caminaba por los lindos prados verdes me imaginaba a mi Cris corriendo por ahí, a él le encantaba la naturaleza, el pasto, los bosques, en el sur mi Cris era feliz, aún tengo la imagen en mi memoria de mi Cristóbal corriendo feliz por los prados de la universidad de Concepción, cuando nos fuimos para el norte fue raro para él casi no ver nada verde. Me senté al lado de una laguna y comencé a alimentar a los patos que ahí había, tal y como lo hacía con el Cris cuando era chiquitito e íbamos a la Laguna de los patos en la universidad de Concepción, para darle comida a estos, le encantaba hacerlo, era su pasatiempo favorito...

                Definitivamente estoy en la depre porque cuando lo estoy me pongo a pensar en el pasado, tengo que ser fuerte, ¡Maldita sea! Tengo que soportar, solo me quedan unos meses para terminar el postgrado... Aunque quizás debería ir en las vacaciones de navidad a Chile, porque no sé si podré soportar hasta Junio sin abrazar a mi Cris...

                Sentí algo húmedo en mi oreja, algo me estaba lengüeteando, miré a mi lado y me encontré con un Golden retriever, él me ladró. Ese ladrido era inconfundible, era el perro del Alexis, Atom. Lo que significaba que el Alexis andaba por ahí cerca. Miré a mis alrededores y no lo veía.

―Hola precioso―le dije. El perro me lengüeteó la cara― ¿Qué haces por aquí?―pregunté. Obviamente no me respondió. Le acaricié la cabecita y él se acostó a mi lado. Mi Cris tenía un gato que lo acompañaba, el Alexis tenía a sus perros, quizás debería comprarme una mascota para no sentirme tan sola...

―Atom por la chucha, por fin te encuentro―escuché la voz del Alexis―no te me vuelvas a escapar así―dijo―Ven aquí, ahora―Atom no se movió de donde estaba. Me giré y miré al Alexis, venía con una correa en la mano. No se había percatado de mi presencia hasta ese momento―Emilia...―dijo.

―Alexis―dije― ¿Cómo estás?―pregunté. Porque no tenía ni idea de que decirle. Su intensa mirada color chocolate me miraba atentamente. Mi corazón se comenzó a acelerar, no sabía qué hacer, no sabía nada, solo que al ver al Alexis mis ganas de volver a Chile y estar con mi hijo se acrecentaron, quería a mi Cris, un nudo se formó en mi garganta, y sentí mis ojos picar.

―Bien... hasta que este perro malo se me escapó...―asentí. Y tragué. Grave error, porque el nudo de mi garganta se disolvió y una lágrima se me escapó. El Alexis se arrodilló frente a mí― ¿Emilia estás bien?―negué con la cabeza. Él me rodeó con sus brazos, ahí fue cuando lo perdí, cuando me puse a llorar como una estúpida. Odiaba llorar, yo era una mujer fuerte, no debería estar llorando, superé cosas peores que esta...― ¿Qué pasa Emmy?―preguntó mientras acariciaba mi cabello de manera suave.