Luego de un largo rato de pasar llorando y sorbiendo mis mocos, Jessy se despidió de nosotras y volvió a su trabajo.
-Creo que deberías salir- dijo Beth levantándose en sus rodillas.
-¿Por que lo crees?
-Esta noticia te hizo mal, necesitas algo que te devuelva tu lindo humor.
-No necesito mi lindo humor.
-Claro que si, Skyler. Tienes que entender esto, tengo esta enfermedad desde hace años, y no dejé de vivir mi vida por ello, no dejaré que tu si lo hagas. Tendrás que acostumbrarte, ya que algún día todos nos iremos, tal vez yo tenga que hacerlo pronto, pero ese es mi destino- la mire tristemente a los ojos, sin saber que hacer.
-¿Eso también significa que me estas echando?
-¡Claro que si!- miré confusa a mi amiga, ¡Me estaba echando!- Sal de la casa, mañana nos vemos.
-Uhm, esta ¿Bien?- comencé a caminar hacia afuera de la casa, no quería pensar necesitaba despojarme de todo pensamiento amargo.
Vi un lugar relativamente agradable, y me adentre en el, ya que era la hora del almuerzo, y tenía mucha hambre. Entré en el y, mis ojos se posaron en aquel chico con rulos almorzando, solo, en una barra sucia.
-¿Que haces aquí, niño lindo Styles?- pregunté en voz alta, de lo cual no me arrepentía ya que hizo que Harry se ruborizara, que marica.
-Quería almorzar algo de paso a casa, ¿Y tu...?
-Vengo a almorzar, también. ¿Que es lo que sucede? No te ves muy feliz de haberme encontrado.
-Lo lamento, no esperaba encontrarme con nadie, siéntate, si quieres- deposité mi mochila en el piso, y me senté en una silla alta al lado de Harry. Pedí mi comida, y bebida, y esta llego en apenas unos segundos- Te has escapado hoy- dijo el como si nada haciendo que yo me atragantara con mi bebida.
-¿Que dices? ¡Claro que no!
-Te he visto salir sin avisar, podrías meterte en problemas, niña rebelde.
-¡Has sido tu!- grité exasperada, pero el me miró confuso- Venga, no te hagas el tonto, sabes perfectamente de lo que te hablo.
-No tengo idea de lo que me hablas- dijo el mientras comía de su emparedado.
-¡Los mensajes!
-¿Que mensajes? Oh claro, los mensajes.
-¿Admites haber sido tu?
-¿Que? Por supuesto, ¿Por qué habría de no aceptarlo? Aceptaste mi cita, no puedes avergonzarte.
-No, no esos mensajes, torpe. Los otros, en los que me espiabas- dije en voz baja esto ultimo.
-Yo nunca te he espiado.
-¡Claro que si! Tu casa es la de en frente, la que topa con mi ventana.
-Ehr, no. No tengo idea de donde vives pero, me encantaría ser tu vecino- dijo de forma algo 'sucia'.
-Tienes razón, no pudiste haber sido tu, es algo de mucha inteligencia.
-¡Hey!- gritó ofendido y, yo reí.
Pasamos un buen rato allí, hablando de estupideces, y esas cosas- Creo que debo irme a mi casa- dije algo apurada ya que eran casi las tres treinta y no le había avisado a mi madre que llegaría tarde.
-Puedo llevarte, si quieres- agitó las llaves de un auto en su mano.
-Claro, solo apresúrate.
Subimos a su auto, ni siquiera sabía que tenía uno, ni me fijé cual era. El viaje fue silencioso a excepción de la música por la radio, la cual era acompañada por la agradable voz de Harry cantando y, a veces también la mía.
Llegamos al cabo de un rato, e hice que Harry me acompañará, lo pondría de excusa si mi madre me regañaba.
-Lo lamento, ma...- corté mis disculpas al ver a mi hermano encima de una niña de su curso.
-No es lo que parece- dijo Ryan.
-Parece que aquí tampoco la pasan mal- dijo Harry entre carcajadas.
-¿Harry?- preguntó mi hermano, ¿Se conocían?
-¿Te conozco?- preguntó el, incrédulo.
-Oh, claro que no- respondió el sencillo- Sky, ven un segundo-dijo el levantándose de aquella chica, sin pantalones.
-Campeón, súbete los pantalones- gritó Harry, cerrando la puerta a sus espaldas.
-¿Que haces con Harry Styles?- preguntó el restándole importancia al hecho de que no traía sus pantalones puestos.
-Es mi amigo, ¿Donde está nuestra madre?
-Trabajando, ¿Que no recuerdas que ella trabajará hasta tarde desde ahora?
-Claro, si- respondí algo triste, no la vería casi nunca- ¿Estabas aprovechando la ocasión?- pregunté mirando el busto metido en sus boxers, antes de largar una gran carcajada.
-Tu no te quedas atrás con tu "amigo" ¿Verdad?- rió como yo, antes de sacarme la lengua y volver con su "amiga".
-Harry, afuera- dije como si el fuese un perro.
-Pero...- caminé hasta el, lo empuje hacia afuera de la casa y, me quede en el marco de la puerta- ¿Debo irme?- preguntó triste, haciendo un gesto con su boca de 'puchero'.
-Si, tienes que- me resistí a besarle allí mismo.
-Imaginaré que me saludaras acorde a la ocasión.
-Claro- dije segura acercándome hacia el y, cuando estaba tan cerca como para rozar su nariz, gire mi cara haciendo que mis labios peguen con su mejilla- Adiós, Harry- cerré la puerta antes de que el conteste, viendo una linda sonrisa perdida en su cara.
