Capítulo XVIII

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Finalmente llegó el día.
El primer día de clases de Davina.
La niña no paró de sonreír en todo el camino en auto y Malia sonreía al verla tan feliz.
—Si te sentís incomoda o alguien te dice algo malo me decís enseguida, ok?
—Sí mamá.
—De todas maneras Scott habló con Liam para que esté con vos hoy, y si digo Liam me refiero también a Mason y Hayden. No vas a estar sola en ningún momento. Se van a divertir y van a estudiar.
Davina seguía sonriendo, quería llegar ya al colegio.
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Mason y Liam están caminando por los pasillos de Beacon Hills High para llegar a sus casilleros. Liam no para de rascarse la cabeza, está nervioso.
—Que te pasa?—pregunta su amigo.
—Tenemos que cuidar a la hija de Malia, no soy niñera, no quiero cuidar a una nena de 10 años.
—Pero no parece de 10 años y es buena onda.
—No me importa! Pero no le digas a Hayden porque me va a matar.
Siguieron caminando hasta llegar a sus casilleros, Hayden se encontraba ahí.
—Hola chicos.
—Hola, Hayden— dijeron ambos.
Hayden sonrío. Y Liam le sonrío a ella.
—Por qué tan feliz?
—Ahí está Davina.
—Ah— Liam escondió su sonrisa.
—Hola Davina! Acá estamos!— gritó Hayden.
—Hola!
—Hola!— le respondieron alegres Mason y Hayden.
—Hola— dijo algo cortante Liam aunque parte de su sonrisa seguía en su rostro.
—Que bonita escuela, me encanta.
—Pronto la verás como un infierno—bromeó Mason.
—No la asustes—dijo Hayden.
—Hayden!—llamó una chica morena acercándose al grupo— El viernes voy a hacer una fiesta, invita a tus amigos.
—Gracias, Gwen. Ahí estaré.
—Perfecto... Te conozco?— preguntó Gwen mirando a Davina.
—A-a mí? N-no. Soy nueva. Davina.
—Bienvenida, espero verte el viernes así nos conocemos mejor.
—En serio?
—Claro—el timbre del colegio sonó y Gwen puso cara de sufrimiento— Deséenme suerte, tengo matemática.
—Suerte— dijo Hayden y luego puso su brazo alrededor de Davina— Vamos a historia, estamos juntas.

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—Entendieron lo que tienen que hacer? No olviden ponerse las batas y los guantes para hacer este experimento. Buena suerte.
La profesora de ciencias terminó de explicar el experimento y el grupo de Lydia y Kira comenzó a trabajar.
Kira se notaba cabizbaja, por lo que su amiga reaccionó.
—Estas bien?—dijo Lydia poniendo su mano en el hombro de su amiga.
—Todavía no... Scott y yo terminamos. Mientras estaba en el desierto él estuvo con otra chica.
—Scott? Con otra chica? Estás segura?
—Sip, él me lo contó. Pero no me dijo quién era ella, vos sabes algo?— Lydia sacudió la cabeza negando mientras realizaba una solución química—Quizás le tenga que preguntar a Malia, ella se hizo más amiga de Scott, seguro sabe algo.
Lydia volcó la solución en su cuaderno.
—Mierda.
—Te lastimaste, Lydia?
—No, estoy bien. Probablemente Malia sepa algo, pero creo que te va a lastimar más ver a esa chica. Quizás sea mejor que primero superes a Scott.
—Es verdad. Gracias, Lyds.

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La felicidad de Davina por haber estado en el colegio se podía oler de a kilómetros.
A penas Malia salió de la ducha fue corriendo al cuarto de su hija para que le cuente todo.
—Y? Como te fue?
—Genial, Hayden me presentó a sus amigos, fueron todos muy buenos conmigo. Además, ya me invitaron a una fiesta!
—Fiesta? Cariño, no sé si estás lista para una fiesta.
—Por qué no?— Davina estaba desilusionada.
—Va a haber alcohol, los chicos son más grandes que vos y todavía no tenés tanta experiencia con chicos.
—El alcohol no me afecta, mamá.
—Pero afecta a los demás, y pueden ponerse violentos.
—Soy una werecoyote, voy a estar bien. Fui capaz de aprender toda una vida de colegio en solo unos meses, creo que voy a poder adaptarme a amigos más grandes.
—Está bien, pero vas a ir con Liam y que te traiga temprano, es el único hombre lobo así que no se va a emborrachar y va a poder manejar bien.
—Gracias, ma!—exclamó Davina y se tiró sobre Malia para abrazarla.

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