Era un hermoso sábado de verano, la gente estaba feliz, los niños corrían en el parque, los pajaritos cantaban, el sol brillaba en lo alto del cielo; era el día perfecto para refrescarse en la piscina y para nada conveniente estar vestidos de negros bajo el rayo del sol en el Cementerio de Beacon Hills.
Habían pasado sólo dos días desde la muerte de Scott, sus familiares y amigos estaban devastados pero juntaron fuerzas para prepararle un lindo funeral y recordar los buenos momentos que pasaron juntos.
La noticia se expandió y Beacon Hills se llenó de caras conocidas, Derek Hale volvió de Mexico con su novia Braeden y Chris Argent, Isaac tomó el primer avión desde Francia apenas se enteró, e incluso Ethan regresó.
La ceremonia de la tarde iba a ser muy formal, Stiles daría un discurso y todos darían su pésame a la familia del fallecido, luego los McCall se retirarían a la casa de Melissa y la manada se juntaría en la casa del lago de Lydia para recordar experiencias y recuperar el tiempo perdido con quienes se habían ido de Beacon Hills.
Los invitados estaban alrededor del negro ataúd de Scott escuchando las palabras del cura.
—...y ahora escuchemos las palabras que el señor Stilinski preparó.
Stiles estaba sentado junto a Lydia y Davina, miró el papel que tenía en sus manos con nervios, Lydia sujetó con fuerza el brazo de Stiles y le dio un beso en el cachete—Lo vas a hacer bien, relájate.—le sonrió en agradecimiento y se paró para dar su discurso.
—H-hola, mi nombre es Stiles para los que no me conocen, y soy—se detuvo un momento y dirigió la mirada hacia el ataúd—Yo era el mejor amigo de Scott. Él fue una persona muy especial para todos, y me fue muy difícil escribir esto pero creo que es necesario que se sepa lo importante que él era en mi vida. Nos conocimos en primer grado y fuimos amigos desde entonces, pero en ese momento no imaginé que esa inocente amistad que consistía en jugar con autitos y playmobiles iba a evolucionar hasta el punto en el que yo tendría un juego de llaves de su casa—miró a Melissa y ambos se sonrieron—Atravesamos por muchas cosas duras juntos y es muy probable que si no hubiera sido por él yo ya me hubiera vuelto loco. Él siempre me ayudó, incluso cuando él también estaba sufriendo, siempre ponía las necesidades de sus amigos ante las suyas. No va a ser fácil para nadie superar su muerte. Desde que soy pequeño he tenido obsesión con el orden y las secuencias. Por ejemplo, cuando desayuno leche con cereal. Primero va el cereal y luego la leche. En ese orden específico sino se me es imposible comer. Scott lo sabía. Por eso, cuando sufría una ataque de pánico, para poder calmarme, Scott solía sentarse conmigo y armábamos una secuencia de vida. Primero debíamos graduarnos, luego nos separaríamos un tiempo mientras él se convertía en veterinario y yo en policía. Para cuando nos juntáramos otra vez, ya estaríamos casados y con hijos. Nuestros hijos y nietos serían mejores amigos, porque así tenía que ser. Luego, cuando ya estuviésemos con problemas de memoria y cadera, nos sentaríamos a ver el atardecer hasta que el sol se ocultara y así, partir juntos en libertad. Él sabía cuál era el plan, cuál era la secuencia. Ahora la secuencia cambió, Scott no está y tengo que pensar en una forma de remediarlo. En una forma de seguir adelante, incluso si él no está. Es lo que él hubiese querido. Nunca fui una persona muy esperanzada, pero Scott sí. Así que hoy estoy aquí, aferrándome a su recuerdo y a todas las cosas que me enseñó, esperando que un día, pueda aprender a vivir en un mundo sin Scott McCall. Muchas gracias.
Mientras se dirigía de nuevo a su asiento, Stiles se limpiaba las lágrimas de los ojos, había logrado controlarlas mientras hablaba pero apenas calló ellas empezaron a caer por sus mejillas. Melissa caminó hacía él y le dio un fuerte abrazo.
—Fue hermoso, muchas gracias, Stiles. Te quiero mucho.—Stiles no respondió, solo se aferró más a ella y dejó de controlar su llanto.
La ceremonia salió como había sido planeada a excepción de que uno de los miembros de la manada no se presentó al funeral.
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Familia Salvaje
FanfictionEn los 8 años en los que Malia Tate vivió en el bosque pasaron muchas cosas. Ella nunca olvidó su pasado y debe recuperar a alguien que dejó atrás al convertirse en humana.