Capítulo 55

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Bruno se separó para poder respirar y su vista se posó en ________, sus ojos se abrieron como platos, estaba sorprendido. Pero luego miró a Jessica y sin importarle nada continuó besándola.
_________ decidió no ver más, por lo que salió corriendo de ahí sin importarle que el timbre hubiera sonado y que sus cuadernos se hubieran quedado tirados en el piso.
Las lágrimas caían sin control de sus ojos, todos los alumnos la miraban como si ella fuera un ser extraño corriendo por los pasillos; no quería que la vieran llorar, por lo que rápidamente limpió sus lágrimas con una mano y con la otra cubrió su boca para no soltar fuertes sollozos. Llegó al baño de mujeres y tumbó la puerta, unas chicas estaban ahí dentro maquillándose, quienes la miraron con asco, sin embargo, ________ las ignoró, entró a uno de los baños y se encerró en él. Se sentó en uno de los retretes, dando gracias a Dios, los baños de su colegio eran muy limpios y aseados. Recogió sus rodillas, las abrazó y escondió su cara en estas. Se sentía fatal, quería gritar, pero no podía, no quería llamar la atención de medio mundo. No se lo creía, aún no lo asimilaba, pero era verdad, Bruno nunca la amó, Bruno siempre quiso a Jessica y esta se había salido con la suya, golpeó la puerta de un puñete al recordar eso, le habían quitado a la única persona que ella amaba, la única persona en quien ella podía confiar, y sin embargo Bruno la había traicionado de esa forma. Lo odiaba, pero lo amaba en el fondo, odiaba amarlo y sabía que nunca sería igual de perfecta como su novia, que nunca llegaría a ser como Jessica y que él nunca se fijaría en ella de nuevo, aunque por más duro que pareciera, nunca lo hizo. Nunca la quiso y sólo jugó con sus sentimientos, sólo la ilusionó y la enamoró, y en el peor momento la abandonó.
Tomó un pedazo de papel higiénico y limpió su nariz y sus lágrimas, arrojó el papel al piso sin importarle si este caía o no en el basurero. Recordó que tenía a su vieja amiga en su bolsillo, por lo que la buscó desesperadamente y la encontró envuelta en un papel. Sacó el pequeño pedazo de metal y lo admiró sin dejar de llorar, en ese momento los recuerdos llegaron a su mente:

—Tú prométeme que nunca volverás a hacerte daño, y menos por mi culpa —ella asintió—. Mantente con vida —le susurró al oído—. Te amo

—Al diablo mis malditas promesas —dijo entre lágrimas y comenzó a cortar su muñeca

Falsos te amo, un corte.
Falsas promesas, otro corte.
Besos, abrazos y caricias, tres cortes.
Los buenos momentos, tres cortes.
Las risas, cinco cortes más.
Las noches de amor, dos últimos cortes.
Quince cortes en total, quince cortes por un tonto asesino, por un imbécil que lo único que hizo fue lastimarla. Tantos minutos desperdiciados junto a él, tantos buenos momentos tirados a la basura, tantas mentiras que tuvo que aguantar, para que nada fuera real; nunca la amó y se culpaba tanto por haber caído entre sus garras literalmente.
Comenzó a sentirse mal, los mareos habían regresado, sentía que iba a desmayarse, por lo que salió del baño y caminó rápidamente hasta lograr apoyarse en uno de los lavamanos, levantó la cabeza y miró su reflejo en el espejo, estaba pálida y un par de ojeras habían debajo sus ojos. Tomó un poco de agua y escupió una sustancia rojiza, era sangre. Limpió sus cortes con agua y los secó con papel higiénico, sin tener cuidado, de todos modos un ardor no dolía tanto como todo el dolor que sentía en su corazón.
Decidió volver a su salón, limpió todo rasgo que probara que había llorado y que nunca nada ni nadie le hizo daño. Llegó a su curso y miró con miedo la puerta de arriba hacia abajo, ¿cómo entraría? ¿Acaso diría: "hola compañeros, ¿qué onda?" No, definitivamente no podía, era demasiado tímida como para entrar normalmente, y más si estaba con los ojos rojos e hinchados de tanto llorar. Con toda la fuerza de voluntad que tenía, tocó la puerta mientras sentía que el corazón se le iba a salir del pecho en cualquier momento. Al cabo de un par de segundos un chico gordo y lleno de acné en la cara le abrió la puerta, la miró como si _______ tuviera un mono en la cara, y ésta entró empujando al pobre chico. Visualizó a Bruno y a Jessica abrazados, de ninguna manera iría ahí a reclamar su lugar, por lo que dio media vuelta y caminó hacia el asiento de Jessica para sentarse en él.
Ese sería su nuevo asiento, estaba muy atrás, pero por lo menos no estaba cerca de Bruno y su novia empalagosa y ridícula. Sonrío para sí misma al llamar ridícula a Jessica, porque era la verdad.
A partir de ese momento, decidió no pensar más en Bruno, y si lo veía, lo haría como si no existiera. Estaba preparada, sabía que sería duro, pero lo haría.
El profesor de Matemática llegó después de unos cinco minutos y comenzó a explicar la clase, la castaña como siempre nunca entendía nada, por lo que tomó una hoja y empezó a dibujar un gran árbol. No se había dado cuenta, pero cuando levantó un momento la cabeza para descansar su cuello, visualizó a Jessica intentando resolver un ejercicio en la pizarra, su cara demostraba que no sabía qué hacer, su vista estaba clavada en la pizarra y en los pequeños números escritos en color azul en esta, sus dientes mordían lentamente el marcador.

Qué tonta. Pensó. 

—Amor, sólo cambia el número 2 al otro lado sumando —sintió una presión en el pecho al escuchar la voz de Bruno—. ¿Puedo ayudarla? —le preguntó al profesor y este asintió

El moreno pasó al frente y con su brazo rodeó la cintura de Jessica para poder explicarle. Entre más se acercaba a ella, más iras sentía ________, ni se dio cuenta de que su dibujo estaba completamente arrugado entre su puño derecho.

—¿Ves mi vida? Sólo era eso

—Ay Bruno eres tan inteligente

_______ apretó los dientes y comenzó a romper la hoja de papel con rabia, mientras tiraba los pedacitos de papel al suelo. Su respiración estaba muy agitada, estaba a punto de golpear a alguien si no se calmaba. La chica que se sentaba a su lado la miraba de reojo con un poco de miedo, por lo que _______ decidió calmarse.

Así pasaban las clases, Bruno se comportaba exageradamente romántico con Jessica, algo que con ella nunca hacía. Quería arrancarse los pelos con cada cosa que le explicaba, la cabeza le iba a explotar de las iras.

La hora del recreo terminó, y como siempre salía sola, los amigos de Bruno la miraban tristes, como si se sintieran mal por todo lo que había pasado; sin embargo, ella siempre los ignoraba.
La salida por fin llegó, ________ gritó para sus adentros y guardó sus cosas lo más rápido que pudo. Se colgó su mochila al hombro y salió corriendo del salón, directo hacia el pasillo de los casilleros. Al llegar al suyo lo abrió y guardó todos los libros que no necesitaba.

De repente, una voz le habló a sus espaldas, lo que hizo que el corazón se le acelerara a la velocidad de la luz.

—Entonces, ¿ya no te sentarás conmigo?

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Helou, its mi 7u7

Alv sabían que quedan como 13 capítulos para que la nove termine? :'V *c mata*


Entre mis garras (Bruno Mars)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora