Capítulo 26

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-¡NO PUEDEN DEJARNOS EN LA CALLE! -chilló Bruno a un hombre que había cerrado con fuerza la puerta de un camión que contenía todas las cosas de su casa

Peter soltó un suspiro.

-Necesito una explicación, yo reuní... mis hijos y yo reunimos el dinero, pagué lo que tenía que pagar, ¡¿por qué rayos me están quitando mi casa?!

-Según este registro, usted debe $5000 al Banco

-¿Qué? -dijeron toda la familia Hernández al unísono

-Eso no puede ser posible, yo nunca debí tanto dinero

-Los registros no mienten señor, y si no nos paga -el tipo enredó unas cadenas en la puerta de la casa-, no volverán a entrar en esta casa nunca más -colocó un candado y se subió a uno de los autos

Otro sujeto se les acercó.

-Necesito sus celulares

-¡Hasta eso! -gritó Jaime exaltada

-Dénmelos ahora -el hombre extendió su mano y todos le entregaron sus celulares, a excepción de Eric

-Yo no lo tengo -mintió el muchacho

-Señor, su celular está en su bolsillo, entréguemelo

-No por favor, me costó trabajo comprarlo

-Eric dale el celular -Bruno le susurró entre dientes

-No lo voy a hacer

-Si no me lo da, lo llevaré preso

Eric, cansado de la situación, encendió sus ojos y le rugió fuertemente en la cara al hombre, haciendo que su cabello se moviera hacia atrás y un poco de baba de lobo cayera en su cara.

-¡Eric! -chillaron todos

-Puede quedárselo -dijo aquel hombre asustado y se subió a la camioneta para que después esta arranque

Bruno corrió a la puerta e intentó romper el candado.

-Es a prueba de lobos, hermanito -le dijo Preley-. No funcionará

-¡Tiene que funcionar! Somos lobos, podemos romper un simple candado

-Pero ese tipo de candados no, Bruno, ya oíste a Pres -dijo Tiara

-¡DEMONIOS! -gritó pateando la puerta

-¿Y ahora qué? -preguntó Tahiti

-Podríamos buscar un hotel -sugirió Jaime

-Nos quitaron hasta el dinero, hija

-Oh rayos

-¡Esperen! -chilló Bruno llamando la atención de su familia-. En mi cuarto yo... uh... tengo una puerta secreta, podemos entrar por ahí

-¿Ahora te crees Coraline? -dijo Eric levantando una ceja-. También cerraron esa puerta

-Mátenme

-Sé qué hacer -habló Peter-. Síganme -comenzó a caminar

-Al menos dejaron nuestras cosas del colegio -dijo Tahití cargando su mochila

-¡Por lo menos eso! -escupió Eric-. La cuarta parte de mi tesis estaba ahí

-Pero se llevaron mi celular -dijo Bruno ya cuando sus hermanos y él habían cargado sus mochilas y estaban siguiendo a su padre

-Bruno, nuestros celulares no son la gran cosa

-Es verdad, compara nuestros Nokias con un IPhone

Entre mis garras (Bruno Mars)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora