Entre mis garras (Bruno Mars)

Capítulo 9

—Déjame ver si entiendo, Bruno —Kameron suspiró—. La chica que te gusta, es hija de Caleb —el chico asintió cubriendo su rostro

—¿Te gusta? —preguntó John y Bruno volvió a asentir

—Cielos, estás fregado, hermano —le dijo Phil

—¿Saben lo que me dijo? ¡ODIA CON TODO SU SER A LOS HOMBRES LOBO!

Flashback:

—Lo... lo lamento mucho, ______ —dijo el alfa abrazándola y sintiendo como su camisa se humedecía por las lágrimas de ella

Se sentía muy culpable.

—Los odio, Bruno

—¿A quiénes?

—A los hombres lobo —Bruno quiso matarse al escuchar eso—. Quisiera tener esa habilidad que tenía mi padre para disparar una flecha y matarlos uno por uno

Ahora si quería aventarse del balcón.

Fin del flashback

—Bueno, ¿qué esperas para hacer que te muerda el abominable hombre de las nieves?

—¡Jimmy, esto es serio! ¡Ponte en mi lugar!

—Lo siento

—Odio mi vida

—Vamos Brunz, no estés así, mujeres hay un millón —Bruno fulminó a Dwayne con su mirada roja, la cual daba un montón de miedo—. Oh, vamos, no es tan lind...

—Repite eso —lo interrumpió Bruno mientras apretaba el cuello de su amigo

—¡Bruno! —chilló Phil y lo separó de Dwayne, quien al alejarse, soltó una fuerte tos—. ¿Querías matarlo?

—¡Sí!

—En serio esto de que te hayas convertido en un alfa no me gusta

—Pues te guste o no tendrás que soportarme

—A veces me gustaría patearte en ese hermoso culo de lobo que tienes

—A mí me gustaría morderte y no digo nada —Bruno sacó sus colmillos

—Bruno, por favor compórtate, este no eres tú

—Lo siento —se disculpó y sin querer una lágrima se deslizó por su mejilla—. Pero es que... cuando se entere que yo maté a su padre, no va a volver a hablarme. Y en verdad me gusta

—O tal vez quiera matarte con una de esas estúpidas flechas

—Y de nuevo no ayudas, Jimmy —le dijo Phredley

—No se lo digas e intenta no convertirte

—¡Es que es imposible! ¡No puedo controlar mi cuerpo! —se tumbó en uno de los sofás y el silencio abundó la habitación—. Oigan —todos lo miraron—, ella dijo que... su padre me buscaba, dijo que era un lobo especial

—¿Especial? ¿Qué puede tener de especial este cachorro mugroso? —dijo Jimmy

—¡Una palabra más y te arranco la garganta con mis dientes! —bromeó Jamareo

—¡Ya, amargados!

—Especial —dijo Phredley pensando—. ¿En qué sentido puedes ser especial?

—No tengo idea

—Deberías hablar sobre todo esto con tu padre —sugirió John

—¡Ni así me enterraran vivo! –exclamó el alfa—. Gracias a Dios que Eric no está aquí