Capítulo 64

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La castaña se encontraba haciendo su tarea muy concentrada. Dentro de su cabeza no se iba la frase que le había dicho la doctora: "no más de tres semanas", eso quería decir que en tres semanas ya no estaría en el mundo.

Solo tres semanas.

Tres semanas para vivir feliz por fin. En ese momento deseó que el tiempo pasara rápido.

—Solo tres semanas, veintiún días, quinientas cuatro horas, treinta mil doscientos cuarenta minutos y un millón ochocientos catorce mil cuatrocientos segundos —susurró para sí misma

No faltaba mucho.

***

Ya habían pasado dos semanas, faltaba un día para que Bruno viajara a Londres con su nueva manada. Su familia iría con él, a excepción de Presley, quien se quedaría con su abuela Soledad cuidando a sus bebés; y de Eric, ya que no le agradaba para nada la manada de Ian. El tío John había acordado con Eric en ir por si acaso a Ian se le ocurría hacer algo descabezado o loco. 
Esa misma noche Bruno no pudo dormir, estaba muy emocionado por viajar, en toda su vida nunca había salido de su país ni de América. Sin darse cuenta se había quedado dormido.

A la mañana siguiente, Bruno se despertó temprano, tomó sus maletas y salió con su familia hacia el aeropuerto, en donde Ian los esperaba.

***

—¿Está todo listo? —le preguntó Ryan a Logan

—Tengo todo fríamente calculado —le respondió y ambos sonrieron

Alice, quien se encontraba cerca, escuchó atentamente su conversación.

—Pobre, ni se imagina lo que le hará Ian

—De todas maneras nunca me cayó bien, además se lo merece

—Es verdad, en cuanto lleguemos allá, ayudaremos a Ian, lo matará y continuaremos con otra víctima, ya sabes, lo que se hace cada año

—Todo con tal de que Ian esté feliz

En ese momento, Bruno y su familia llegaron, Ian se les acercó con una gran sonrisa en su rostro y los abrazó hipócritamente.

—Vengan, debemos abordar el avión —dijo mientras caminaba por el largo pasillo que dirigía a dicho medio de transporte mientras los demás lo seguían

Alice sentía que su cabeza iba a explotar, sabía lo que sucedería si Bruno subía a ese avión, corrió hacia él y detuvo su paso.

—Bruno... —dijo sin saber cómo articular las palabras para decírselo

—¿Qué ocurre?

—No vayas, por favor. No vayas, si vas, Ian podría... —no pudo seguir hablando, ya que Logan cubrió su boca

—Ignórala, Bru. Siempre se pone así antes de viajar —fingió una sonrisa y el moreno continuó caminando con el ceño fruncido—. ¿A ti qué te pasa?

—Impidiendo que Ian se salga con la suya otra vez

—No digas tonterías, si vas a estar así, es mejor que no vengas —Logan la empujó y Alice lo golpeó en la mejilla—. ¡Seguridad! —chilló y un guardia tomó a Alice—. Llévesela, acaba de golpearme

—Señorita, eso va en contra de nuestras reglas, venga conmigo —dicho esto, el guardia la llevó lejos de ahí

Logan la miró victorioso y en seguida subió al avión, mientras que Alice quería partirle la cara a ese tonto.

Entre mis garras (Bruno Mars)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora