teacher | veinte

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Apenas después de asentir sincera ante su pregunta que gritaba un trasfondo que por estúpida no supe ver, sonrió complacido, como si todo marchara a la perfección en un obra sin ensayo, y suave devoró mis labios, calmando un poco el asunto. Retiró mis manos de donde las tenía, y con las suyas debajo de mis muslos, fue capaz de levantarme y dejarme de pie con mi poca estabilidad. Con una ansiedad que se notaba demasiado, se apoyó él esta vez contra el lavamanos, pero sin sentarse, contrariamente a mí.

—De rodillas, Youngsoo –ordenó, sin tocarme, con el entrecejo arrugado y una mirada que me comunicaba oscurecida que no iba a esperar mucho tiempo más. Estaba segura de que la mía no había sido así cuando mi turno había llegado en su momento.

No me gustaba ser tan sumisa, pero me gustaba mucho menos que JungKook me viera como una chica inhibida con todas las letras. Ya era hora de no ser tan así, tocar las puertas de los límites no significaba entrar. Entonces acaté la orden y mis rodillas tocaron el suelo justo delante de él, con una de sus manos calientes en mi hombro. La vista en la cercanía era muchísimo más intimidante que desde arriba, tragué duro al saber qué estaba por venir. JungKook se dio a la tarea de acariciar con su otra mano su miembro, con un movimiento poco repetitivo, con el cual se tomaba su tiempo y estiraba la piel de su pene, para volver hacia atrás.

—¿No piensas hacer nada? –inquirió y levanté la vista. Su sonrisa divertida sin mostrar los dientes me devolvió el aliento, por un momento pensé que había perdido la paciencia, se había aburrido de la situación o hasta le había incomodado. Su tonalidad burlesca fue todo lo que precisé para dar una respuesta, que no me di cuenta de lo que significaba sino después de haberla pronunciado.

—Si me enseñaras en vez de esperar a que haga algo, tal vez ya lo habría hecho.

Él no pareció asombrarse, pero las facciones que conformaban su rostro se endurecieron, como quien se da cuenta de un error que cometió, o tal vez de un error que alguien más cometió. Pasó saliva, y en una voz que cuidaba el no ser escuchado desde afuera, pero que no era un susurro, dio otra ordenanza.

—Párate –fue lo que pidió esta vez, y ya podía sentirme como un perro haciendo trucos mandados por su dueño o amo. Mi dignidad no me hubiese permitido hacerlo sino fuera porque me tendió la mano, ayudándome a incorporarme otra vez. Seguía siendo más pequeña que él, obviamente, por lo que cuando me aproximó con un empujón por la cintura, su miembro erguido dio contra mi abdomen. No sonreía, pero podía ver lo divertido que estaba pareciéndole cuando puso en mi vista dos de sus dedos, el índice y el del medio–. Abre la boca.

JungKook introdujo esos dos dedos suyos en su propia boca, y quitándolos enseguida. Ahora brillaban debido a su saliva, y así como estaban los introdujo en la mía. Gemí desentendida, y con su otra mano me acercó aún más a él. Comenzó a mover su mano, en movimientos que iban hacia adentro y hacia afuera, incitándome a hacer algo y a jugar con mi lengua. No entendía si en verdad era normal que tal acción me pareciera tan malditamente caliente, y que sus suspiros significaran lo mismo.

—Juega con tu lengua –acertando a mi pensamiento, era exactamente lo que me estaba pidiendo. Así lo hice, como en uno de los más íntimos besos que sabía darme, hice uso como pude de mi lengua, experimentando con sus calientes dedos. Él jadeó repentinamente, pero paró para hablar–. Así, YoungSoo. Pero no uses los dientes.

Aquello último ya lo sabía, y lo había dicho como una graciosa prevención. Así es que no le di mucha importancia, y entonces JungKook alejó sus dedos de mi cavidad bocal. Su respiración chocaba contra mi rostro hasta que sin siquiera tener que decírmelo, entendí que debía volver a ponerme de rodillas. Sin pensarlo mucho allí me hallaba yo otra vez, con el gran falo prominente y duro mucho más cerca. En un gesto obsceno, JungKook mojó su mano de su propia saliva y volvió a acariciar su venoso y necesitado pene una vez más, tomando aire ruidosamente; y pude oír un sonido propio de la masturbación.

teacher | jeon jungkook +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora