Parte 5 ¿Huida?

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W- ¡Si hubiese conseguido escapar definitivamente no me metería dentro de otra habitación! ¡Fue uno de esos tíos el que me metió aquí!

S- No me levantes la voz. Es imposible que uno de mis hombres te meta en mi habitación. Los omegas tienen la suya. Ven aquí.

W- Antes quítame esto, llevo todo el día con ellas.

S- ¿Te crees que estás en posición de exigir algo? Si quiero puede dejar que te mueras de hambre, así que camina.

W-...No. Ya no estamos en la era de nuestros abuelos, yo tengo mis derechos.

Se cruzó de brazos y se quedó a un metro de mi, mirándome como si fuese un bicho raro.

S- Siendo un omega, no eres nada adorable.

W- ¡Pues perdóname por haber nacido así! Tampoco quiero parecer adorable, ¡sólo quiero que me quites esto ya!

S- Está bien, voy a hacer un trato contigo. 

Me cogió de un brazo y me giró quedando de espaldas a él.

S- Voy a quitarte esto sólo si te quedas callado, limpias este desastre, me preparas un baño y no sales de la habitación.

W-...¿Que crees que soy? ¿Tu sirviente?

S- ¿Aceptas?

Le iba a dar un pisotón y mandarle a la mierda, pero mis brazos no podían más en esa posición, así que asentí una sola vez y al momento oí el leve tintineo de unas llaves. 

Estiré mis brazos en cuanto me soltó y suspiré aliviado.

S- Prepara el baño lo primero.

Miré la puerta de reojo mientras me dirigía al baño...no había puesto seguro. Me di prisa en abrir el grifo y poner el agua caliente. Eché las sales que había en unos botes y esperé a que se hiciese espuma.

El cachorro estaba de nuevo en el jardín, al lado de la puerta de cristal mirándome y sacando la lengua de vez en cuando. Era super mono, no sé cómo un hombre como ese puede tener a ese pequeñajo.

Casi había oscurecido del todo y una luz rojiza bañaba la habitación. Dentro de poco mis padres volverían a casa y no me encontrarían allí...Apreté mis labios y cerré mis puños con fuerza.

S- Ven aquí y limpia este desastre.

Irritado, pasé la mano peinando mi pelo y salí del baño encontrándome de frente con él. Su ropa estaba tirada en el suelo y se había puesto una bata negra.

W- ¿Con qué limpio?

Le dije frunciendo el ceño. Él sólo me señaló una pequeña puerta que pasaba desapercibida al ser del mismo color que la habitación. Era estrecha, y al abrirla sólo me encontré con una escoba y unos trapos en una repisa. ¿Cómo pretende que limpie sólo con esto? Iba a coger la escoba cuando me acordé del cerrojo. Miré la puerta con recelo y me acerqué sin hacer ruido pegando el oído. Me quedé en esa posición unos 15 segundos en los que no se oyó ninguna clase de ruido. Mordí mi labio con nerviosismo y miré por el rabillo del ojo la puerta del baño. El sonido del agua inundaba la habitación. Esta podría ser la única oportunidad que tenga para salir de aquí....

Cogí la manilla y la giré poco a poco hasta que la puerta se abrió con un suave "click". Saqué la cabeza y el pasillo estaba desierto. Miré una vez más a la puerta del baño, y sin perder un segundo más salí de la habitación cerrando la puerta suavemente. Después empecé a correr hasta llegar a las escaleras, que bajé de dos en dos hasta llegar a la puerta principal. No me había cruzado con nadie, ni siquiera con una sirvienta. Todo estaba en silencio.

Un omega diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora