Parte 29 Preparativos

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Cogió mi cintura y apoyó su frente sobre mi hombro.

W-...¿Cuántas horas dormiste?

S- Ni siquiera dormí diez minutos.

W- Lo siento.

S- Uhm, se supone que tienes que cuidar de tu marido, no te disculpes.

W- Sí...

Espera.

Un sonrojo recorrió mi cara a la vez que una sonrisa escapaba de mis labios.

W-...¿marido?

Enarqué una ceja y me giré para mirarle, pero cuando me quise dar cuenta ya estaba dormido. Acaricié su pelo y cerré los ojos.

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SAMUEL POV


Desperté antes de que saliese el sol. Aunque me notaba cansado, tenía que reunirme con la policía y el FBI para asegurarme de que la operación saldría bien.

Salí de la cama con cuidado de no despertar a Willy, cogí ropa que no llamase la atención y salí de la mansión por la puerta trasera dejando a Rick al cuidado de la mansión. 

No me llevó mucho tiempo llegar al punto especificado. La reunión duró media hora, el método no cambiaría. Sería el mismo de siempre. Cuando vinieran a recoger a Willy, un coche les seguiría por tierra y un dron de última generación por aire. Me aseguraron que no correría peligro. Cuando llegasen a un destino, informarían al resto de los agentes y ahí les tenderían una emboscada. Salí de ahí con un aire de inseguridad, ese plan era consistente, pero no quería dejar a Willy solo hasta que se decidiesen a entrar.

Suspiré y fui de vuela. Rick me recibió por la puerta trasera y me dijo que Willy aún estaba dormido. Miré mi reloj...las 9 am. Supongo que está bien dejarle dormir un poco más. Tiene que coger fuerzas para ese día.

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WILLY POV

Los siguientes días Samuel se portó genial, pero podía notar su nerviosismo a un kilómetro. Cuando él iba al trabajo, Rick y Amit se quedaban conmigo. Bueno, más bien Amit, ya que Rick casi nunca decía nada. Frank apareció una tarde de improvisto y Amit se asustó tanto que no se despegó de mí. Frank, claramente no tenía malas intenciones, ni si quiera se acercó a él más de la cuenta, pero el pobre me confesó que aún se acordaba de el día en que Samuel casi lo mata; el trauma seguía ahí.

Ya era viernes, y Samuel había llegado a la hora de cenar. Últimamente siempre quería comer conmigo, lo que me extrañaba es que...no había intentado tocarme desde la última ves. No estoy diciendo que quiera...pero para él era raro. 

S- ¿En qué piensas?

Dijo pillándome de improvisto.

W- En nada.

S- Entonces deja de jugar con los alimentos y come.

W- No tengo mucha hambre.

S-...Come.

Fruncí el ceño y me metí un cacho de pavo en la boca.

W- ¿Feliz?

S- Oye, ¿qué te pasa?

W- No me pasa nada...

S-...Mañana vendrán a por ti. No quiero que te encuentres mal, quiero que estés con fuerzas suficientes.

Un omega diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora