Parte 37 Rescate

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Notaba mi cara roja por soportar las lágrimas, después de recibir un balazo esto no me iba a hacer llorar.

Cuando acabo me empujó de sus piernas y acabé en el suelo.

L- Bueno, cuando sea el momento alguien vendrá para avisarte. Te traerán la comida aquí.

Asentí despacio y volví a ponerme bien el jersey.

Suspiré cuando cerró la puerta y me eché en la cama. Me duele la cabeza...

Sin embargo, después de lo que había pasado...me sentía bien. ¿Qué me está pasando?...Toqué el collar, justo donde estaba mi marca y al momento salté de la cama. ¿Es posible?...Me pegué a la ventana de la habitación y miré hacia afuera, no había nada fuera de lo normal. Pero estaba seguro, de que Samuel estaba cerca. No había otra explicación para sentirme bien en las condiciones en las que me encontraba.

Me mordí el labio por los nervios y sin hacer caso de las órdenes de Lyonya salí de la habitación y corriendo, llegué hasta los niños.

W- Ey...

A- ...¿Qué haces vestido así?

Por un momento me sonrojé y le miré con el ceño fruncido.

W- Eso no importa ahora.

Cerré la puerta a mis espaldas y me acerqué a ellos.

W- Escuchadme bien, creo que mi alfa está aquí...

N- ¿¡Tu alf...!?

Le cubrí la boca y con mi otra mano puse mi dedo índice sobre mis labios.

W- No grites, no se si hay alguien cerca.

N- Pero...nunca nos dijiste nada de tener un....eso.

W- Sólo hacedme caso, ¿vale? Al, dijiste que había guardias en todas las entradas, por lo que no os podéis acercar ahí. Quiero que os metáis en el baño, cerrad y tumbaos en la bañera ¿entendido?

A- ¿Pero por q...?

Noah y Al se taparon los oídos cuando de repente se oyó un fuerte estruendo en la planta baja.

W- Por eso. Haced lo que os he dicho. No salgais del baño pase lo que pase. Vendré a buscaros.

Asintieron y mientras se oían voces, gritos y disparos en el piso inferior, corrí hasta meterme de nuevo en la habitación de Lyonya. Busqué en los cajones y justamente encontré lo que buscaba...exactamente no, pero al menos era un arma. Estaba seguro de que un tipo como él tendría un arma cerca de su lugar de descanso. Apreté la navaja entre mis manos y dudé entre meterme debajo de la cama, el baño o el armario. Fui corriendo hacia el armario, ya que era lo que me quedaba más cerca, y al oír un montón de disparos acercarse cada vez más no me iba a quedar en medio de la habitación a decidir. Me tapé la nariz cuando me metí entre la ropa de Lyonya...su olor era demasiado fuerte. Me tapé la boca y retuve la respiración cuando oí cómo se abría la puerta.

Entre las rendijas del armario pude ver cómo entraban unos hombres de negro con armas apuntando en todas direcciones. Como supuse, fueron al baño, uno de ellos miró debajo de la cama y otro se acercó a donde yo estaba. No podía saber si eran gente de Lyonya o de Samuel... Apreté la navaja y retrocedí hasta quedar en el fondo del armario, la ropa de Lyonya me tapaba por completo, aún así sentí cómo mi cuerpo temblaba...ese hombre no olía como Samuel.

Intenté calmarme y cerré los ojos cuando las puertas del armario se abrieron de golpe. 

Abrí los ojos sólo para ver cómo una mano enfundada en un guante negro pasaba a 20 centímetros de mi cabeza....dios. Vi cómo la luz se posaba en el fondo del armario cuando el montón de ropa que estaba a mi derecha se hizo a un lado. Mi cabeza iba a explotar de un momento a otro. La ropa que me tapaba llegaba unos 5 centímetros más allá de mi hombro. Estaba a punto de tener una taquicardia cuando sentí cómo se alejaba. 

Un omega diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora