Josh odia el uniforme que tenía que llevar a la escuela, que odiaba aún más, lo hacia lucir como un idiota, o eso pensaba él.
Unos pantalones oscuros de vestir con una camiseta abotonada de color celeste y una maldita corbata, como si no fuera suficiente su actitud de "chico listo" para que ahora lo vistan como nerd y los demás tuvieran más razones para molestarlo.
—¡Parase bien, joven Dun!—le dijo una maestra golpeando su espalda ligeramente con su mano.
Josh apretó los dientes y se enderezo mientras la maestra lo miraba de arriba a bajo, revisando su uniforme.
—Sus zapatos están del asco—dijo ceñuda—Lo voy a sacar de clase si vuelve a pasar.
La maestra se dio la vuelta y fue hacia otro alumno.
Josh la miró con odio y resopló, no era que todas las maestras o maestros fueran así, pero ella en especial era de lo peor, y Josh se sorprendía cada vez que su odio hacia ella crecía mas.
La maestra puso su atención en otro alumno que según ella estaba mal peinado, regañando con demasiada euforia y hasta podría atreverse a decir que disfrutaba ver las expresiones de miedo de los alumnos cuando se paraba junto a ellos.
—Todos deberían de aprender de Healy—dijo la maestra parándose junto al chico de cabello rizado—Él es el único que obedece todas las reglas, es buen niño no como todos ustedes.
La maestra volvió a su escritorio y comenzó a nombras a cada alumno de la lista.
—Tyler Joseph—dijo pero nadie contestó—Tyler Joseph.
La maestra levantó su mirada hacia los alumnos y frunció el ceño molesta. Estaba por nombrar a otro alumno pero un chico llegó corriendo, entrando al salón y resbalando, cayendo sentado frente al escritorio.
—¡Oh, mierda!—se quejó el chico, mientras ponía sus manos sobre su trasero.
—¡Jovencito!, no puede hablar aquí de esa forma—dijo la maestra poniéndose de pie golpeando el escritorio con fuerza—Y además llegó tarde, tome un lugar y dígame su nombre y después cállese.
—Uy—el chico se puso de pie sujetando su mochila—¿Así es siempre?
—¿A qué se refieres?—respondió la maestra con voz firme.
—Nada—dijo riendo—Me llamo Tyler Joseph, soy nuevo.
—Vete a sentar ya, si vuelve a llegar tarde lo dejare fuera del salón—dijo bajando la vista a la lista de los alumnos.
Tyler sacó su lengua en dirección a la maestra y buscó una silla vacía, sonriendo al ver una hasta el final de la fila de en medio. Fue hacia ahí y se dejó caer en la silla dejando su mochila en el pupitre.
—Está bien, comencemos la clase—dijo la maestra.
—Uh—Tyler levantó la mano—¿Qué se supone que te enseñan en esta escuela?
—Lo mismo que en una escuela normal, niño, pero aquí te educaremos también sobre la Biblia, Dios y...
—¡Wow!—interrumpió Tyler abrió grande sus ojos—¿Es en serio?
—¿Qué más creíste que te enseñarían en una escuela católica?—dijo la maestra entrecerrando sus ojos.
—No sé, por eso pregunte—dijo Tyler riendo—Mierda, esto será horrible.
—Le dije que cuide tu lenguaje—le dijo enojada
—Oh, joder, lo olvidé—dijo Tyler encogiendose de hombros—No lo haré otra vez.
La maestra lo fulminó con la mirada y volvió a hablar.
Josh giró su cabeza hacia atrás discretamente, el chico ahora mismo tenía su cabeza hacia atrás y hacia ruidos con su boca, dejando en claro lo aburrido que estaba y eso que apenas había pasado algunos minutos en la escuela.
Josh volvió su atención al frente e intentó poner su atención en la maestra, pero los sonidos que Tyler hacia lo estaban distrayendo.
—¿Podrías dejar de hacer ruido?—dijo Josh volteando hacia atrás.
—¿Me dices a mi?—dijo Tyler mirando a Josh—¿Te molesta?
Tyler chasqueó su lengua haciendo un fuerte ruido, y alzó una ceja con una sonrisa de lado.
Josh rodó los ojos y volvió su atención a clase. La maestra escribía en el pizarrón y seguía hablando.
—¡Ohhh!
Todos miraron hacia atrás y Tyler hizo una expresión frunciendo sus labios y rió.
—¿Qué?
—Joseph, deje de distraer a la clase—dijo la maestra con autoridad.
—Sólo bostece—contestó Tyler.
—Creo que en el salón de alado no te escucharon—dijo Josh con fastidio.
—¿Eso crees?—dijo y después se aclaró la garganta—Puedo hacerlo más fuerte si quieres.
—Ambos, cierren la boca—dijo la maestra—Y pongan atención ya.
Josh se enderezo en su lugar y comenzó a copiar lo que estaba escrito en la pizarra, todos estaban con su atención en las clases.
—¡Maestra, maestra, maestra!—habló Tyler muy alto—¡Maestra!
—No tiene que alzar tanto la voz.
—¿Puedo ir al baño?—preguntó.
—No.
—¿Puedo orinar aquí entonces?
—¿Qué acaso no tiene educación, joven Joseph?—dijo la maestra apretando los dientes
—No me voy a orinar en los pantalones—dijo Tyler ceñudo.
—Bien—la maestra resoplo—No tarde.
Tyler sonrió y tomó su mochila saliendo del salón.
Las clases acabaron, y Tyler nunca regreso al salón.
Bueno, las escuelas católicas no son tan así, yo voy a exagerar muchas cosas. Para aclarar.
Otro fic alv