Cada vez que estaban solos durante el tiempo de descanso preferían estar en un lugar alejado, aunque era más petición de Josh que nada, sabía lo cariño que Tyler se ponía en ocasiones y prefería que no los vieran.—Mi madre me dijo que podías venir a mi casa a comer con nosotros—dijo Josh metiendo el tenedor con una porción de comida en la boca de Tyler.
—Pensé que me odiaba—habló mientras masticaba.
—Tal vez , pero eres mi novio supongo que lo hace por mi—Josh alzó los hombros.
—Es agradable saber eso—comentó con sarcasmo.
—Creo que le agradas a mi padre, dice que eres gracioso—dijo Josh con el tenedor entre sus labios.
—Yo podría estar insultandolo y aún así él pensaría que estoy bromeando—dijo Tyler riendo pero se quejó cuando Josh golpeó su nuca.
—Más te vale no hacerlo, él es quien más acepta esto—Josh estaba por beber de su lata pero Tyler se la quitó de la mano para beber primero.
—Ya lo sé—respondió después de darle un largo tragó—Pero él es tan...ñoño, se parece a ti.
—Gracias—Josh fingiendo una sonrisa.
—Pero tu eres un nerd súper sexy—dijo con voz coqueta sonriendo de lado.
Tyler tiró la lata y se inclinó hacia Josh, apoyando sus manos sobre las rodillas del otro, justo cuando estaba por besarlo, escuchó como algo se rompió, y después una extraña brisa en su parte trasera.
—Mierda—Tyler miró hacia atrás notando que su pantalón se había enganchado con la reja en la que antes estaba recargado, y cuando intentó besar a Josh se rasgó por completo—Esto si que es genial.
—Oh...—Josh cubrió su boca con su mano, aguantando una carcajada—T-Tyler, tu ropa interior si que es linda.
—¡No te rías!—gritó Tyler haciendo un puchero—Es tu culpa.
—¿Mi culpa?
—Si, ahora tienes que ayudarme a arreglar esto—le dijo sonando molesto y avergonzado.
—Bien, bien—Josh rió y sujetó su barbilla pensativo—Oh, hay un casillero extra en la sala de maestros donde tienen uniformes de sobra por si acaso, tiene que haber algo de tu talla.
—Y, ¿cómo llegare hasta allá?—dijo alzando las cejas—No voy a ir por toda la escuela enseñando el trasero, ni siquiera lo has visto tu.
—Tal vez...—Josh mordió su labio inferior y suspiró—Ponte de pie.
Tyler lo obedeció y frunció el ceño cuando Josh se paró detrás de él, se sobresaltó cuando los brazos del pelinegro rodearon su cintura y pegó su pecho contra su espalda.
—Supongo que tendremos que caminar de esta forma—Josh rió nervioso, sonrojandose.
—Sabes, creo que no necesito unos pantalones nuevos, podríamos quedarnos así el resto del día.
—Andando—dijo Josh incitándolo a caminar.
El castaño hizo un berrinche pero aún así comenzó a moverse, todos los veían de forma extraña y Josh en repetidas ocasiones escondía su rostro bajando la cabeza, pero podía soportar eso para ayudar a Tyler.
—Ahí es—dijo Josh con voz temblorosa.
—Vamos...—Tyler iba a entrar pero Josh lo detuvo.
—Tienes que pedir un permiso para entrar ahí—le dijo Josh y Tyler miró sobre su hombro.
—¿Y me lo dices ahora?—dijo exaltado y bufó—No hay tiempo para eso, entremos.