Mil Palabras Por Decir

Conociendo a Cupido

Me encuentro acostada en la cama con mi pijama y recién levantada hablando con Christian por vídeo llamada, ¡Woo! de verdad que nos tenemos confianza. De todas las tonterías que hemos hecho, levantarnos a las 9:30 de la mañana solo para hablar por Skype es una de las más grandes, sin contar aquella vez que ayudábamos a Abby con el jardín y accidentalmente golpee a Christian, en mi defensa yo solo tire el balde y su cabeza lo recibió.

— ¡Ah casi se me olvida! Mi madre dice que estás cordialmente invitada a almorzar con nosotros hoy —bosteza demostrando que nos hemos desvelado la noche anterior. —Es día de comida familiar, aunque no va a estar toda mi familia sino solo los que si podían venir.

— ¿Tengo pase VIP? —Me burlo—, ¿es de etiqueta o informal?

—Ja-ja-ja-ja-ja muy chistosa la niña —me hace mofas—. Tienes que venir y no es una sugerencia si no una orden de tú amo.

— ¿En qué momento firmé? —Le hago caras ya que me puede ver—, hay cosas que todavía no entiendo.

—Querida soy Grey —su voz es firmé al igual que su postura—a mí nadie me dice no. Me rió fuerte, cualquiera que nos oiga hablar nos tacharía de locos y sí, si estamos locos.

—Soy una sumisa desobediente —me pasó la lengua por los labios para lucir sexy pero lo que logró es hacernos reír a ambos.

—Ya en serio ¿vas avenir? —hunde la cabeza en la almohada—si no vienés ¿quién entenderá mi humor negro? Y claro que Max y Liam entienden alguna que otra cosa pero no es igual, tú complementas mi locura.

—Tranquilo amo no me tienes que rogar, sé que me necesitas como necesitas del aire —me pongo en la misma posición que él—. ¿Me vienés a buscar?

—Mi sumisa no caminará —dice sonriente. La puerta de su habitación se abre y entra corriendo un chico que se monta encima de él y le sujeta las manos a ambos lados de la cabeza, me quedo helada por la sorpresa.

—Mi amorcito —se agacha como si lo quisiera besar—. ¿Qué preparaste para esta noche?

— ¡Joder, Liam! Si preguntas arruinaras la sorpresa —Christian se acerca un poco más a él—idiota ella es Sophie —lo empuja con las rodillas—. Sophie el es Liam, mi primo, el famoso y entrometido Cupido. El que tiene la necesidad de casar a las parejas cuando están ebrias; en otra ocasión te cuento.

El chico se aleja sentándose a su lado. — ¡Hola, preciosidad! —Arquea una ceja exactamente como lo hace Christian, solo que él lo hace para ligar y Christian por diversión.

—Hola Liam —arreglo mi cabello disimulando que me he sonrojado por la pequeña muestra de hace un momento.

— ¿Qué conexión tienes con mi amorcito? —Se pone serio de una manera chistosa—. Porque soy bien celoso con mi princeso.

—Ya sabes lo normal —me encojo de hombros—soy su sumisa y el mi amo. Mira a Christian con complicidad.

— ¿Salvaje o intermedio? —Toma la laptop y se la pone en las piernas, se gira para mirar a Christian con una chispa de locura en los ojos. — ¿Es ella verdad? —Agudiza la voz—. ¿Acaso es más bella e inteligente que yo? —a continuación las lágrimas—, ¡no sé porque me haces esto Fernando!

Me quedo ida, ¿quién es Fernando? Hasta dónde se su nombre es Christian, como Christian Grey, Christian mi ateo amigo.

— ¡Ay vamos otra vez con la novela! —Christian le quita la laptop— y si es más bella que tú.

— ¡Idiota! —Se acuesta en la cama, tal parece que Liam también tiene sus privilegios. —Me afeité las piernas para nada.

Me cubro la boca hasta que las ganas de reír son más controlables, respiro profundo antes de poder volver a hablar. — ¿Siempre es así?