La Conciencia del Hombre Parte 2

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Pov' Max.


Tomo un puñado de palomitas del cubo mientras volvemos a reproducir la película, empujo el pie de Christian fuera de la mesilla antes de pedirle otra soda, si alguien me viera como estoy ahora, con una mesa repleta de chucherías y viendo La Cumbre Escarlata junto a mi hermano mayor en el sofá, sería el final de mi reputación. Es como si los años perdidos fueran un mal recuerdo; han pasado meses, o quizás años, desde última vez que Christian y yo vimos una película en casa, o hicimos algo como hermanos cercanos que éramos, me culpo por ello, durante mucho tiempo mantuve un rencor hacia él que no puedo explicar. No pude soportar la idea de no ser suficiente motivo para que su vida fuera plenamente feliz, después de todo: ¿Quién quiere creer que no es suficiente razón para que una persona logre valorar su vida?

Vuelvo a empujar su pie apartando todos aquellos pensamientos de mi mente, él aparta la mirada de su teléfono aún distraído, me encojo de hombros antes de hablar—. ¿Cuándo volveremos a ver a las chicas?

—Supongo que no pronto, Sophie está un poco apenada por lo sucedido con Mónica —emite un pequeño sonido parecido a un silbido—. Ya que tocas el tema, ¿qué fue todo eso con Mónica? Digo, ustedes nunca han sido amigos íntimos pero tampoco han sido de ofenderse o insultarse, ¿paso algo que deba saber?

—Nada que te importe —respondo, no creo que quiera hablar sobre lo que sucedió entre Mónica y yo.

—No sé porque presiento que fue otra vez por el último pedazo de pizza, y si es así seguiré aconsejándote que la dejes tomarlo ya que ella no va a dar el brazo a torcer —me sermonea al agarrar una de las latas de soda y beber de ella—. Y si no fue por eso, creo que ella debe de tener razones grandes para tratarte de esa forma.

—Dormimos el viernes pasado —respondo entre dientes pero lo suficientemente claro para que Christian comience a toser tras atorarse con su bebida.

—Dime que te refieres a dormir en la misma cama y no a la expresión que hace referencia al Coito, y de ser así, ¿cómo demonios fue que pasó? —Christian intenta recuperarse de mi abrupta respuesta—. Porque ya sabes, Mónica y tú tienen preferencias sexuales del mismo género.

—Es una historia muy confusa —Me levanto del sofá al escuchar el timbre de la casa, abro la puerta mientras Christian balbucea incoherencias desde el sofá.

Arqueo una ceja sorprendido de ver a Mónica enfrente de mí, formulo ideas en mi cabeza sobre que decir solo que antes de que pueda pronunciar alguna palabra ella se gira de regreso al auto de Sophie, de donde intenta bajarla medio inconsciente, me aparto de la puerta para ir a ayudarla, y es entonces que me doy cuenta de que está más desnuda de lo que alguna vez la he visto al igual que ebria.

— ¿Qué demonios, Mónica? —La ayudo a bajar a Sophie del coche, ella se bambolea e intenta evitar a toda costa que la toquemos, se queja, nos empuja y manotea hasta que se logra escapar de ambos. — ¿Qué le hiciste, Mónica?

—No me toquen, no me toquen —Sophie solloza mientras se apoya a un lado del vehículo—. No me toquen, ¡Maldita sea no! —Grita antes de quitarse la chaqueta y tirársela a Mónica.

—Sophie, necesito que te calmes ¿sí? —Mónica se acerca lentamente para intentar cubrirla de nuevo con la chaqueta y así evitar la desnudez de su pecho—. Nadie te tocará solo confía en mí.

—Eres como ellos, superficial, frívola y narcisista —dice Sophie al sentarse enfrente de ella—. Espero que sufras lo mismo que todas aquellas personas a las que lastimaste y ayudaste a lastimar.

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