—No puedo creer que estemos haciendo Sushi con un tutorial de YouTube —el moño que llevo está desaliñado dejando cabellos sueltos por todos lados, bueno después de salir corriendo de clase para comenzar a hacer el sushi de Liam, ducharme en tres minutos y mantenerme peinada fue todo un desafío. Llevo un pantalón color crema y una camisa rosa de flores blancas, algo muy delicado para mi gusto.
—Es Liam, ¿qué te esperabas? —Christian lleva unos vaqueros con una camisa de color negro. No paro de mirar la frase en ella "Cada uno somos nuestro propio demonio y hacemos de este mundo nuestro propio infierno". El retrato de Dorian Gray.
Mi celular vibra sin parar así que lo tomo y reviso los mensajes del grupo de WhatsApp donde todos piden por septuagésima vez conocer al chico sexy (según las chicas), el elfo doméstico (según los chicos) que aparece en mis fotos, he evitado etiquetarlo en ellas para que no lo acosen como sé que lo harán pero, ¿cuánto más lo mantendré en secreto?, No, no más, ya es hora de que mi exmundo le de la bienvenida.
— ¡Selfie Selfie Selfie! —Digo envolviendo mis brazos alrededor de su cintura, me pongo de puntillas y le beso la mejilla—. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos tomamos una foto.
—So, tengo las manos llenas de pescado y arroz... —Dice mientras reproduce el vídeo—. Luego ¿sí?
—Okay —digo sollozando de mentira y apartándome de él, Christian me agarra por la muñeca y me encara rodando los ojos.
—Unas cuantas y seguimos con el Sushi —me lanzo sobre él y le abrazo con fuerza, Christian siempre cede.
— ¿Con filtros y demás? — Tengo el rostro tan pegado a su cuello que mis labios lo rosan cada vez que hablo.
—No me convence.
— ¡Por favorcito! —Digo mientras acarició su cabello—. Lloraré si no lo haces —Conociéndome soy capaz de hacerlo.
—Okay, pero nada de filtros de perro ¿entendido? —Deja de abrazarme y toma mi rostro en sus manos, comienza a acariciarme las mejillas, me sonrojo y bajo la mirada.
—Sin filtro del perrito entonces —le saco la lengua en señal de juego.
— ¡Conque quieres jugar! —Se aproxima a agarrarme antes de que corra, corro a sala de estar donde éste me alcanza y me derriba en el mueble, sus manos se mueven con rapidez causándome tantas cosquillas que estoy a punto de llorar de la risa.
— ¡Christian detente! —es lo único que logro decir.
—Muajajaja soy tú peor pesadilla —me retuerzo sin parar de reír, estúpidas cosquillas.
— ¡Eres un...!¡No aguanto más! —Se detiene, me incorporo con los ojos llorosos y Christian los limpia regalándome una sonrisa que podría estar clasificada como la mejor que he visto.
—Te permito usar el filtro de perro —me besa la sien.
— ¡Te adoro mi Grey! —. Comienzo a tomar fotos haciéndole caras, con filtros de Snapchat, con emojis... Tengo un mínimo de 300 fotos con él y cada una igual de loca. Suena el timbre interrumpiendo nuestra extraña sesión de fotos, me alejo de él dando saltos para abrir la puerta al tiempo que él regresa a la cocina.
— ¡Qué suerte la mía! ¿No? Tengo a los dos chicos casi más sexis del mundo enfrente de mí a excepción de él que está en la cocina. ¡Él es ardiente! —Digo en tono de burla al apartarme para dejarlos entrar—. ¡Bienvenidos a mi hogar!
— ¡Oye nena! Con ese moño me dan ganas de hacerte... —Liam se calla al ver que aparece Christian limpiándose las manos con una toalla de papel.
ESTÁS LEYENDO
Mil Palabras Por Decir
Teen FictionTras años de dolor y maltratos por fin Sophie es libre, la pérdida de sus padres y los abusos por parte de su exnovio han dejado cicatrices que ella constantemente se empeña en volver a abrir. Lo que ella no sabe es que este último año de insti...