Me acomodo nerviosamente el cabello detrás de la oreja, algo no anda bien conmigo —más de lo usual—, mantengo la mirada fija en la anticuada corbata del profesor . No soporto estar aquí, no de esta manera, sola a excepción de esta molesta voz en mi cabeza, quiero a mi mejor amigo conmigo, quiero a Christian. No sé qué ocurre con él, al pasar a su lado finge que no existo, no se sienta conmigo, no me habla, simplemente no le importo, ya no.
Abby me dice que le de espacio, que tal vez lo estoy asfixiando, que ahora debo de aceptar que Megan esta primero que yo. Cada vez me siento peor, quien diría que mis palabras crueles, —si, crueles—se me devolverían, que después de decirle que me olvidara por un momento y saliera con ella me olvidaría de forma prácticamente instantánea. Yo ayude a otra chica para que saliera con el chico del que estoy enamorada, debo de ser la mujer menos detallista del mundo para no haberme dado de cuenta de que lo amo después de tanto, que Liam por más de que se me queme la lengua por admitirlo, tenía razón.
Al terminar la clase de geometría prácticamente corro fuera del salón, me siento tan idiota, no he podido concentrarme, no pude dejar de pensar en el, ¿y cómo no hacerlo? Después de todo su nuevo asiento está a pocos metros del mío, y joder, de verdad que me duele querer decir algo gracioso del profesor y no tenerlo a mi lado para conspirar.
Me siento en una de las bancas ubicadas detrás del instituto para pensar, o mejor dicho torturarme un poco. Observo por unos instantes el bosque que tengo en frente, con su deprimente aura, cierro los ojos y me dejo torturar por esa vocecilla sádica en mi cabeza.
Pov' Valery
Si hubiera sabido que estos moños se me veían tan patéticos jamás de los jamases me los habría dejado, camino hombro a hombro con el idiota de Gabriel que no para de hablarme de Sophie, la chica a la que conocimos en unas de las fiestas de Dan, que su cabello es tan sedoso al estar entre sus dedos, que besa demasiado bien, que tiene una linda sonrisa y bla bla bla, por favor que alguien me golpee si en algún momento llego a hablar así sobre mi novio. No entiendo cuál es su entusiasmo con Sophie, cuando puedo jurar que ni siquiera recuerda su nombre ya que no lo ha mencionado ni una vez desde que comenzó a hablar de ella.
—Valery es en serio, ayúdame a conseguir su número —me pide por septuagésima, ruedo los ojos.
—Gabriel, supérala ¿sí?, Sophie está fuera de tu alcance —doy la ultima calada a mi cigarrillo antes de poder decirle que ella tiene mejores gustos que el.
—No puedo Valery, ella tiene algo que me hace desearla, y francamente no estaría pidiendo tu ayuda si Max me hubiera dado su número —aclara sin vacilar.
—Pensé que eras Gabriel Cox, el súper idiota que sigue los pasos de Max —camino más rápido hasta uno de los chicos que recargara mi licorera de bolsillo.
—Puedo hacer que se babee por mí, eso no lo dudes pero si no se aleja del sometido de Christian no puedo, él le llenara la cabeza de idioteces.
—Idioteces que son ciertas, joder. Estas desesperado por volver a besarla y bla, cuando ni siquiera recuerdas su nombre y cuyo número de teléfono tendrías si no hubieras estado tan ocupado intentando llevártela a la cama, eres un cerdo asqueroso —agrego, la sinceridad es mi fuerte y no me importa usarla cada vez que quiera.
—No soy un cerdo, la chica me gusta y ya, ¿es eso antinatural?
—Ambos sabemos que la única razón por la que has puesto interés en ella es porque es la mejor amiga de Christian, y tú quieres hacerle la vida imposible sin importar a quien utilices en el camino Gabriel. No te ayudare a que la uses como a un objeto barato solo por tu estúpido rencor, que por cierto no está justificado.
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Mil Palabras Por Decir
Dla nastolatkówTras años de dolor y maltratos por fin Sophie es libre, la pérdida de sus padres y los abusos por parte de su exnovio han dejado cicatrices que ella constantemente se empeña en volver a abrir. Lo que ella no sabe es que este último año de insti...