— ¡Tiene que ser broma! —Grito de la emoción al abrazar a Christopher, cuando me dijo que vendría pensé que sería en unas semanas no al día siguiente—. Espera a que te vea Abby, le dará un ataque sin duda.
—También me alegro de verte —me besa la mejilla.
—Christopher, de verdad que es fantástico tenerte aquí, no sabes cuánto quiero contarte como nos va y presentarte a Christian.
—Tu mejor amigo ¿no? —Entra a la casa.
—Si —Asiento antes de llamar a Abby—. ¡Abby, cariño!
Esta sale de su habitación con la cara cubierta de lo que parece una mascarilla de pepino, al ver a Christopher casi se desmaya de la impresión —como ya había predicho—, sin embargo eso no basta para detenerla de que salga corriendo a arreglarse.
—Sigue tan bonita como siempre —comenta este.
—Créeme que se ha visto mejor —me rio—, estaba en su tiempo de belleza.
— ¿Qué dices sobre mí, querida? —Pregunta Abby, al bajar hacia nosotros ya arreglada, y con arreglada me refiero a peinada y sin la cara verde cual Grinch.
—Que luces preciosa —afirma Christopher al abrazarla. No puedo evitar emocionarme cual niña al ver a su pareja favorita besarse, Abby y Christopher se aman desde que tengo uso de la razón, y a pesar de que ambos lo nieguen, lo sé, primero porque es muy obvio y segundo, porque ambos me lo han confirmado por separado. El que ningún se atreva a dar el primer paso es otra cosa.
—Awww Pero que lindos —entrelazo las manos y hago ojitos.
— ¿De qué hablas? Señora de Collins —replica Abby. La cara me arde de la vergüenza, jamás debí de contarle lo que me pasa por Christian o al menos lo que creo que me pasa.
— ¿Disculpa? No me digas que mi chiquitina ya tiene novio —Christopher me mira extrañado—. Y si es así empezare desde ahora a comprar las bolsas y la pala.
—Por supuesto que tiene, o casi tiene —Abby sonríe abiertamente—. Te va a caer bien, es callado, sabe cocinar, no fuma, no bebe y es inteligente.
—Me agradara mientras mantenga las manos a 20mt lejos de Sophie —aclara receloso— . Aun no tiene edad para tener novio, que quede
claro.—Christian no es mi novio, solo es mi mejor amigo y ya —comento con un sabor amargo en la boca —. Y tiene novia.
—Bueno, me alegra oír que tiene novia—repone este—. Además ¿para qué novios? Estas mejor sin uno.
—Sí, como digas —respondo.
—Por Christian podríamos hacer una excepción —Abby nos guía a la cocina—. A diferencia de Max y Liam él es tranquilo. Estos si son un verdadero dolor de cabeza, ya sabes, les gusta beber y demás, o sea, todo lo opuesto a él.
—Eso he escuchado —Christopher me mira cómo diciendo: De esto hablaremos luego Sophie—. Y tienes amigas ¿no?
—Trabajo en ello —murmuro al sentarme en uno de los banquillos enfrente del mesón—. Aún sigo en contacto con Lila, Sharon, Vanessa... Todas ellas, estamos arreglando una especie de reencuentro.
—Pero ninguna nueva —afirma—. Bueno, tal parece que adaptarse no les ha costado demasiado.
—Para nada, ya me llevo bien hasta con la vecina cotillera del vecindario —afirma Abby.
Christopher y yo nos miramos igual de confundidos, yo vivo con ella y no es como si supiera que se lleva bien con la señora Rosa. Siempre que no quiera venir a tomar café con sus compañeras y montar el aquelarre por mi está bien.
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Mil Palabras Por Decir
Teen FictionTras años de dolor y maltratos por fin Sophie es libre, la pérdida de sus padres y los abusos por parte de su exnovio han dejado cicatrices que ella constantemente se empeña en volver a abrir. Lo que ella no sabe es que este último año de insti...