Mil Palabras Por Decir

Actos insensatos

— ¡Christian no! —Grito con fuerza, forcejeando para zafarme del agarre de Max.

Christian se encuentra a horcajadas encima de Liam, éste lo golpea con fuerza, encestando cada golpe en su cara, Liam intenta quitárselo de encima sin embargo no tiene éxito. Grito desesperada esperando que Christian se detenga, no funciona.

— ¡Christian detente! —Christian no es así, él es todo lo opuesto a un chico violento, siempre evita pelear, incluso acepta que gane con trampas en los juegos de mesa—. ¡Por favor!

— ¡Joder, Sophie! Tranquilízate, a veces tenemos que resolver así las cosas —Max me sujeta evitando que cometa una locura u estupidez. Le doy un codazo en el estomago y éste retrocede a tropezones mientras yo corro hacía Christian.

— ¡Sophie, no! —Max se apresura a sujetarme de nuevo. Me aferro a su espalda y comienzo a tirar de él. Christian mira por encima de su hombro, al verme simplemente suelta a Liam y se apresura a alejarse de mí.

—So, yo yo... Lo siento mucho, no debiste de ver eso —Se pasa las manos por el cabello—. Lo siento.

— ¿Estás bien, Liam? —Pregunto ayudándolo a ponerse de pie, tiene el labio partido, los dientes manchados de rojo escarlata y un ojo bastante mal.

—Podría estar peor pero...

—Sí, si, qué bueno que estés bien —suelto a Liam para concentrarme en Christian. —Déjame revisarte —le tomo las manos y las examinó, bueno no hay daños a la vista.

—Estoy bien —me asegura con voz apagada.

—Sí, no es nada grave — lo abrazo sin parar de acariciar su cabello, me rodea con los brazos—. ¡Discúlpense ahora mismo! —Centro la mirada en Liam y arqueo una ceja retándolo a Cuestionarme.

— ¿Estás viendo lo que le hizo a mi espectacular rostro? —Dice bastante indignado—. ¡Mira mi labio!

— Discúlpate tú primero y luego Christian lo hará —respondo con firmeza .Christian se separa de mí, es evidente que él sabe que fue su error haber reaccionado así, por otro lado yo no lo creo, más bien pienso que la culpa es 70-30, Liam es desesperante sin hacer mucho esfuerzo, y a decir verdad cruzó los límites está vez, por otro lado Christian debió de intentar medir las consecuencias de golpear a Liam.

—Discúlpame Liam... —Le cubro la boca con una mano, callándolo de una manera tosca.

—Christian tiene su orgullo y hasta donde sé lo ha perdido un montón de veces por ti. Es hora de que tomes responsabilidad por tus actos Liam y te disculpes primero —Max asiente dándome la razón.

—Me disculpo por haber destrozado tus hermosas manos de pintor con mi mandíbula —Liam sonríe de oreja a oreja— y por decir que Megan es una bruja cuando en realidad quería decir que es una bazofia salida del mismísimo infierno.

— ¡Liam! —Me aproximo hasta él con amargura.

—Te dije que no soy hipócrita —se encoje de hombros—. Ya me disculpé que es lo que querías, ¿no?

— ¡Eres un asqueroso egoísta! —Hago un arco con mis manos y las dirijo hacia su cuello, en este momento quiero estrangularlo, es que no puedo creer que todavía este tomando esto como un juego. Christian me agarra por la cintura y me presiona contra su cuerpo—. ¡Suéltame que quiero hacerle daño!

—Creo que yo ya lo hice por los dos —me susurra al oído.

—Bueno, ya siendo serios. Christian lo siento... Y a decir verdad me pregunto, ¿de dónde sacaste la fuerza para ganarme? —Liam parece no estar enojado por esa idea.