María Cadepe sujetaba orgullosamente el diploma en la palma de su mano derecha. En la izquierda, una rosa roja que su padre le había enviado como regalo de graduación; finalmente era profesora de Literatura.
Giró su cabeza hacia atrás al notar agua golpeándole la espalda y luego papeles de colores rodearle el cuerpo de arriba abajo. Marta sabía siempre cómo hacerla sentir bien. Empezaron juntas en primaria, con alguna que otra dificultad, la otra chica acabó secundaria y ahora ambas tenían su certificado universitario. Las metas que habían puesto para compartir finalmente se estaban cumpliendo.
Ahora, con sus 22 años recién cumplidos, comenzaba ese largo camino a forjar en su vida dedicándose a su vocación; la enseñanza, que para ella era lo que Van Gogh pintaba, o Poe plasmaba como poema. Era lo que el resto de sus días quería hacer, saltando aquello que podía llegar a obligarla para abandonarlo.
- Alex Puértolas dará una fiesta ahora en su piso ¿vienes?- Marta, al igual que Alex, se habían formado como profesores de danza y juntos soñaban con fundar una academia.
- No lo creo, Marta. Mañana tengo una entrevista, debo dormirme pronto y descansar.
- ¡María!- le reprochó ella. Las fiestas para Marta eran algo indispensable cuando las cosas salían bien- Solo un rato, luego yo misma te llevo a tu piso.
- La última vez que me dijiste eso me dejaste en el equivocado ¡A casi veinte manzanas del mío! No Marta, gracias pero iré a casa en taxi - contestó ella guardando su chaqueta bajo el brazo y preparándose para salir del edificio al que ya no tendría que volver más.-
- Está bien, pero este sábado no te salvas. Me voy, Claudia debe estar esperándome para que nos bañemos juntas- se despidió alegremente saludándola con la mano. La morena soltó un corto adiós e imitó el gesto.
Terminó de bajar los escalones de la Universidad y, en la calle, detuvo un taxi dispuesta a llegar a casa en un horario en el que pudiera terminar de preparar las cosas para el día siguiente, cenar, darse una ducha y finalmente descansar en su cama leyendo la parte final de Captive Heart de Sarah Mc Kerrigan; aquel libro romántico que comenzó a leer la mañana anterior durante el desayuno.
Estaba cerrando el libro cuando su teléfono comenzó a sonar desde la mesita de noche, con cansancio, estiró la mano para tomarlo y contestar rápidamente.
- Hola.
- Hija ¿te ha llegado mi regalo?
- Hola papá, si la rosa era preciosa, gracias por el detalle.
- Oh hija, para nadie una rosa es un regalo. Hablo de lo otro.
- ¿Qué otro? No, lo siento, aun no me llegó nada ¿Qué es?
- ¿Si te lo dijera seguiría siendo sorpresa? ¡No seas tonta, María!- bromeó el hombre con una pequeña risa que contagió a la morena- Seguramente llegará mañana, estate atenta que tal vez llegue temprano o tal vez no.
- Papá mañana tengo muchas cosas que hacer.
- ¿Sigues con la idea de viajar a ese pueblo? ¿Cómo se llamaba...?
- Agloe. Y sí, aún sigo con eso. Allí faltan muchos profesores por lo que sería una la oportunidad perfecta para ser aprovechada.
- ¿Viajarás sola?
- Sí, Marta se fue de fiesta con Clau por lo que dudo quieran acompañarme.
- Pasaré a buscarte, no irás a ese sitio sola. Es un pueblo olvidado en el que solo viven los delincuentes.
- Papá no hables así, no conoces nada de allí.
- Por favor, María, leo periódicos y veo las noticias. Con eso me vale.
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La Lógica del Amor - Melepe
FanfictionMaría Cadepe es la nueva profesora, recién graduada. Melo Moreno, su alumna menos aplicada. Adpt Melepe :) ¡Espero que os guste mucho! Fanfic con contenido lésbico, si no te gusta no lo leas.