-Capítulo 47-

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- 42, Melo, perfecto. Tienes 42 de fiebre ¿Pero se puede saber por qué demonios no llevaste tú paraguas esta mañana? ¡Melo, estoy hablándote! - reclamó Shannon mientras agitaba el termómetro y observaba a su hija debajo de una pila de mantas con su nariz y rostro de un color rojo y sus ojos intentando no cerrarse-

- Lo olvidé- susurró Melo con la voz desgarrada y tapándose cada vez más arriba para cubrir su cabeza pero Shannon le quitó las mantas y la volvió bajo su cuello.

- Un lunes, Melo. Apenas es inicio de semana y por un capricho deberás ausentarte a clases seguramente el resto de los días-

- Mañana voy a estar bien. Además el viernes Charlie cumple los años y hará una fiesta por lo que...

- Por lo que nada. Estás volando en fiebre y yo no sé cómo demonios no te dio pulmonía ¿Por qué te acostaste con la ropa mojada?

- Tenía sueño - murmuró Melo efectivamente casi durmiéndose-

- No tienes 10 años, Melo. Sabes lo que tienes que hacer y haberte dejado toda esa ropa durante el día iba a llevarte donde estás ahora... ¿Me estás escuchando?

- Aja ¿Dónde está papá?

- Salió hace unos minutos de la clínica y pasará por la farmacia. Voy por un vaso de agua y te prepararé una sopa... Oh, qué bien que llegaste- murmuró Shannon al ver a su esposo entrar a la habitación con una bolsa y pasar directo a Melo-

- Hola, cariño- la saludó Cameron agachándose al lado de la cama y tomándole la frente- ¿Ha estado todo el día así?- preguntó volteando a ver a Shannon-

- Desde que llegó del Instituto.

-Son las ocho, Shannon. Deberías haberme llamado antes, entonces- le reclamó Cameron poniéndose de pie y sacando los medicamentos de la bolsa-

- Ah, no. A mí no me culparás, eh... No la escuché llegar y cuando vine a recoger ropa sucia la vi tendida durmiendo toda mojada. Es mayor y sabe lo que hace.

- Como sea. Trae una jarra con agua, un vaso y una cuchara- le ordenó Cameron abriendo un jarabe y quitando luego una pastilla de una caja- Melo- la llamó moviéndole apenas el hombro- despierta, hija, tienes que tomar esto.

- ¿Y María?- preguntó la chica totalmente dormida y acostándose más contra la cama-

- ¿Cómo?- preguntó Cameron acercándose otra vez a ella y sacudiéndola un poco más- Melo... Melo ¿qué dijiste? -

- Ya le pedí perdón y no quiere escucharme ¿puedes llamarla?

- Melo- alzó la voz el hombre con seriedad y la tomó por debajo de sus brazos para recostarla contra el respaldar de la cama- Melo, estoy hablándote, despierta.

- ¿Qué sucede?- preguntó refregándose los ojos y tosiendo al instante. Quiso volver a acostarse pero Cameron se lo impidió y tiró las frazadas hacia atrás-

- Mantente despierta ¿está claro? Voy a darte unos medicamentos ¡Para ahora, Shannon!- le gritó a su mujer al ver que la morena volvía a dormirse y cada vez estaba más colorada-

- Aquí estoy, aquí estoy- llegó Shannon con las cosas en mano y acomodó rápidamente todo en la mesa de luz-

Cameron fue el encargado de tomar nuevamente la temperatura y verificar la hora. Así como llevar la cuchara a la boca de su hija llena de jarabe y obligarla a tomar luego una pastilla. Él mismo también volvió a acomodarla y taparla para que el frío no la molestara y mantuviera bajo las frazadas el calor que necesitaba.

La Lógica del Amor - MelepeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora