La Lógica del Amor - Melepe

-Capítulo 14-

- ¡Llegué!...- gritó Melo apenas abrió la puerta de su casa ese jueves a la noche. Después de una despedida con Harry, a pesar de que eran vecinos, por más de media hora, finalmente ingresó cuando el reloj daba casi las nueve. ¡Hola!... ¡Papá!... ¿dónde est... oh dios, dios!- dramatizó encorvándose para taparse la cara con sus brazos y salir de la cocina donde apenas había puesto un pie- no voy a poder sacar esa imagen por mucho tiempo- aseguró al tirarse sobre el sillón y esperar a que sus padres se reunieran con ella-

- ¿Por qué entras así? Al menos avisa- se quejó Cameron mientras llegaba a ella y terminaba de abotonarse la camisa-

- JA... ¿Y se puede saber desde cuándo tengo que hacer eso? - preguntó ella acostándose a lo largo del mueble y perdiendo su mirada en el techo para no tener que verlos aún.

- Melo tiene razón, Cameron- intervino Shannon apareciendo tras su marido y acomodándose el cabello- Ya no tenemos edad para montar espectáculos ni mucho menos deberías haberlo presenciado. Lo sentimos, hija.

- Ya, tranquila. Que las demostraciones de amor no le hacen mal a nadie- dijo Melo con sinceridad debido a que le gustaba cuando ambos se susurraban cosas creyendo que ella no los escuchaba o se sonreían tímidamente como si recién se conocieran. Amaba verlos felices porque eso la hacía feliz a ella- ¿Ya puedo levantarme?

- Sí, ya- le dijo Cameron quitando las piernas de su hija de un extremo y ocupando su lugar- ¿Cómo estuvo tu día?

- Mmm... ¿qué hay para cenar?

- Esos "mmm", que sueltas de vez en cuando- dijo Shannon sentándose en el piso frente a sus dos personas favoritas- poco me agradan... Cenaremos en nada... ¿Qué tal el colegio?

- Bien.

- Tu padre me dijo que ayer a la tarde, muy tarde, una mujer te dejó frente a casa....Una mujer, no una muchacha... ¿Quién era ella? - Preguntó Shannon ignorando la mirada de reproche que su hija le dio a su esposo pero no el sonrojo en sus mejillas-

- Una profesora - respondió Melo removiéndose en su lugar, producto de las caricias que Cameron le proporcionaba a sus pies mezclados con los nervios-

- ¿Cómo?- preguntó Shannon quitándose por primera vez el papel de madre cumplidora de caprichos y tomando el lugar de Cameron. El padre que ponía limites, aconsejaba a su hija y estudiaba sus acciones- ¿Una profesora?... ¿De tu escuela?

- Ajá.

- ¿Y por qué hizo eso?... Siempre te acompaña Harry... o en el peor de los casos Charlie- dijo Shannon haciendo una mueca cuando nombró al chico y Cameron la imitó-

- Ella no es de aquí. Tuvo cosas que hacer y me pidió ayuda. Como luego se hizo tarde me alcanzó a casa.

- ¿De dónde es?- preguntó esta vez Cameron al notar el silencio de Shannon-

- Es de Madrid.

- ¿Cómo se llama?- preguntó Shannon-

- ¿Para qué quieren saberlo?... Es una profesora más- dijo Melo rogando porque sus padres no notaran su respiración entrecortada-

- ¿Cómo es su nombre, Melo?- insistió Shannon.

- María. María Cadepe.

- ¿Es la profesora nueva?-

- Dejó de serlo hace tres semanas, Shannon.

- Mamá...- la corrigió la mujer. No porque le molestara que la llamara así, pero le agradaba de sobremanera que Melo le dijera mamá. Melo rodó los ojos y luego se inclinó para dejarle un beso en la mejilla- Y... ¿qué tal es ella?... ¿Te agradan sus clases?