-Capítulo 44-

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- Buenos días, chicos- saludó María con una sonrisa apenas entró en su clase favorita ese lunes en el McKinley.

- Buenos días- respondieron todos a coro mientras ella dejaba su maletín sobre el escritorio y buscaba sus cosas.

- El señor Malik me dijo que estuvieron algo alborotados la hora anterior ¿Qué les pasó?

- ¿Y qué va a pasar?- preguntó Harry levantando los brazos- estamos a mitad de agosto ¡12 de agosto, sí señores! - gritó él y algunos de sus compañeros lo siguieron. María frunció el ceño, no tenía ni idea qué significaba esa fecha.

- ¿Y qué importa eso, Lenehan?- preguntó ella recostándose sobre su escritorio y cruzándose de brazos.

- Melo ¿no se lo contaste?- preguntó el chico volteando a ver a su amiga y todo el salón lo imitó con rapidez. María se aclaró la garganta con nervios y se enderezó; fue Hunter que dejó de observar a la menor y giró lentamente a la profesora.

- ¿Y por qué demonios tenía que decírselo Melo?- preguntó el chico mientras Melo se tapaba la cara con una mano y con la otra le hacía una seña poco agradable a su mejor amigo

- Y a ti que te importa, chocolate blanco- continuó Harry para tratar de remendar su error- lo que quiero decir, es que hace unos minutos nos encontramos con la profesora y con Melo no detuvimos a hablar. No escuché nada lo que ambas dijeron pero creí que Melo se lo había dicho.

- No, no le dije nada- murmuró mirando rápidamente a María y bajando luego la mirada.

- Bueno ¿me lo terminas de contar Lenehan?- preguntó María.

- Sí... ¡el 6 de diciembre es nuestra graduación! Oh, Friday , Friday, Friday- cantó el chico poniéndose de pie y bailando entre los bancos de sus compañeros hasta llegar frente a V- Por eso necesitamos su ayuda, profesora Cadepe- aseguró seriamente antes de volver a su lugar.

- ¿Mi ayuda? ¿En qué los puedo ayudar?

- En el McKinley los chicos que se gradúan son quienes organizan la fiesta, el baile, compran las bebidas y todo eso- continuó Harry como vocero del salón- Todos los años han venido cientos de invitados y padres para ver a sus niñitos terminar un ciclo... el año pasado, los de skate se confabularon con un colegio cercano para armar una fiesta el mismo día. Necesitamos llamar la atención con algo, todos dicen que somos pésimos bailando, cantando y esas cosas ¡Asique usted nos ayudará a cambiar eso!

- Pero ustedes cantan bien- dijo María observando rápidamente a quienes había escuchado hacerlo: las tres chicas- en mis clases de baile se lucen, no entiendo el punto.

- El punto- intervino esta vez Charlie poniéndose de pie- es que no nos gusta hacer todo eso en público. Frente a nuestros padres o amigos de ellos ¡y hijos de ellos!

- E hijos, Lenehan- lo corrigió María pero el chico solo movió la cabeza en señal de no entender nada- A ver... Todos aquí tienen un talento especial y...

- Y bla bla bla- la cortó Melo abandonando su banco y llegando hasta el primero para sentarse sobre el- supongamos que lo tenemos ¡queremos que nos hagan lucir una vez!

- Sigo sin entender, podemos armar una coreografía o preparar una canción para esa noche- propuso María pero Melo negó rápidamente con la cabeza.

- El señor Payne ya se encarga de eso con el Club de canto ¡en nuestra propia graduación! Será nuestra noche protagonizada por otros, fantástico- ironizó Melo cruzándose de brazos y María se quedó un momento observándola. Había escuchado varias veces en la sala de profesores al maestro de lenguas extranjeras y del Club de canto alabar a sus alumnos y asegurando a cada momento que eran los mejores del Instituto, y que de hecho su salón 8 era todo lo contrario. María se aclaró la garganta y le dio una mirada a todos.

La Lógica del Amor - MelepeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora