Capítulo 1 T-Rex

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Que sea a fuego lento, no dejemos que de una parte a otra hayan pasado diez años. Así que haré como el abuelo que narra la historia de la princesa prometida, carraspearé, pondré en marcha del motor de mi imaginación y seguiremos con la historia de nuestros nenes Eliza, Alycia y Michel, me gustaría decir Aden, pero a los dieciocho años y a punto de entrar en la Universidad John Hopkins, nada más ni nada menos que en Baltimore, a la otra punta del país. A Clarke le costaba alejarse de su hijo, pero ya que ella también fue a otro país y ya para poner la guindilla al pastel europeo, apoyó a su hijo, sin embargo, a Lexa no le hizo gracia, obviamente siendo una de las mejores Universidades de Medicina, no opuso resistencia, aun así, no le hizo gracia.

Así pues, la historia comienza o, mejor dicho, sigue con la cena de despedida de Aden Woods, futuro médico del campo... eso aún no lo tenía decidido, Niylah le propuso que forense, así trabajarían mano a mano en un futuro y el chico dijo que tararí que te vi, que prefería tratar con vivos y hacer todo lo posible para evitar que fueran a la morgue.

Un buen banquete, más bien, una buena barbacoa, tarde noche jovial, con Efraín y Bobby correteando, Octavia y Raven echándose a suertes quien sería la responsable y quien podría desmadrarse un poquito, no tanto había que ser ejemplares con los niños, o sea, que a Raven se le acabó el quitarse la blusa e ir en plan universitaria cuarentona por la residencia Griffin. Bellamy mantenía una conversación con Natasha, el chico decidió vender la casa a la cual no había regresado, todo ese lugar le recordaba a Gina, así pues, estaban pensando comprar la casa que estaba al lado. Así la familia estar más junta. Y Alycia... la niña parecía haber recuperado parte de su personalidad, menos algunas costumbres adquiridas con sus abuelos. En un principio cuando la chica consideraba que había hecho algo mal o, mejor dicho, había pecado, buscaba las formas de limpiar sus pecados autolesionándose, hasta que Bellamy buscó ayuda profesional y mediante ayuda psicológica le hicieron comprender que eso no estaba bien. Lo que aún no había perdido y ya se habían habituado los presentes, era escucharla bendecir los alimentos que iba a comer.

Cuando eran más chicos, Eliza tenía por costumbre sentarse al lado de Clarke o al lado de Lexa, pero ya a sus trece años la daban un poco más de libertad, incluso iba a casa de sus amigas Marie y Lindsey cuando tenían épocas de exámenes, en un principio estudiaban, lo que era letras Eliza lo tenía fácil y ciencias, Lexa parecía una terca pero era muy inteligente sabía mucho en ese campo, como que se había sacado la ingeniería de química casi con los ojos cerrados, se puede decir que aparte de ser una familia de guapos eran unos cerebritos. Alycia estaba sentada a su lado, esta era mucho menos entregada a los estudios y había suspendido tres materias, era una anti social, el primer año que regresó al colegio se metieron con ella, por ser la rarita callada, hasta que poco a poco fue contestando y cerrando bocas, no suspendía porque fuera dura de mollera, si se lo propusiera sacaría mejores notas. Bellamy era mucho más protector y le costaba darle muchas libertades, como ir a comprar o a casa de un compañero que le ha invitado a su cumpleaños, el asunto es que mientras tenía una parte en la que aún le dictaba que era pecado y que no según la biblia, por otra parte no dejaba de ser una adolescente cuyas hormonas comenzarían a descontrolarse en cero coma, es decir, si lo veía conveniente se escapaba, se había dado cuenta que poniendo cara angelical y de niña buena podía convencer a Natasha para que interfiriera por ella, así que la mayoría de las veces ganaba más que perdía. Y Michel, el típico chico deportista que empezaba a destacar en el instituto, el futuro quarterback por el que las chicas perderían el culo o más bien ya empezaban a perderlo, con su pelo moreno, sus ojos azules, siempre tan educado y que por desgracia o no, le llamaba la atención Eliza Woods. De hecho, aun siendo un año más joven Marie la amiga de Eliza si le parecía muy guapo y ya se sabe que las modas sociales mandan, si a la abeja reina le gusta uno de los chicos populares, el resto le seguirían como abejas obreras, menos Eliza Woods, que parecía controlar sus hormonas, en ocasiones aquello le hacía sentirse un poco excluida, porque no le gustaba Michel ni ningún otro chico, hasta que llegado un momento, buscó consejo, no en Lexa, ya se imaginaba la respuesta "primero los estudios, luego pensarás en chicos, a poder ser cuando estés jubilada y yo ya esté en el otro barrio" y no creíais que ya se lo dijo en una ocasión, a sus diez años y para que se siga acordando, Octavia y Raven eran un poco locas y desinhibidas para esas cosas, así pues ¿Quién mejor que su madre Clarke? Aprovechó un día que estaban de compras, ya se sabe esos momentos madre e hija, con Lexa solía compartir otras aficiones, el ir de compras no era el punto fuerte de Lexa:

Alto FBI: Nueva Generación Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora