Capítulo 36 Cráter Lake

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Bellamy estrecho a su pequeña entre sus brazos, sí, su pequeña, a pesar de que iba de sus dieciséis años, para él Alycia Blake sería siempre su bebé. No se habían quedado en Ontario ni para descansar una noche, al día siguiente tendrían que hacer declaración, así que ahí estaban, como si les hubieran pegado una buena paliza y si eso era ellos, no quería pensar a los que habían enviado al hospital. Sin que Clarke lo viera, Fish alabó a las chicas, bueno, quizás estaba equivocada con Alycia y también tenía madera para trabajar en la CIA. Al menos supo actuar mucho mejor que Collins:

- mi niña- decía el hombre- ¿estás bien? ¿no te hicieron nada?

Alycia negó con la cabeza:

- A mí no me hicieron nada, ni si quiera me llegaron a secuestrar- Bellamy miró ceñudo a su medio hermana- ¿No te alegras de ver a Lexa? - amplió una sonrisa- está viva

- Sí- musitó con poco convencimiento- ¿por qué no vas a la casa? Debes de estar agotada- le besó en la frente- yo voy hablar con tu tía.

- ¿puedo dar las buenas noches a Eliza? - preguntó con ojos brillantes- Cada día que pasa estoy convencida de que es la mujer de mi vida

El hombre forzó una sonrisa y acarició la mejilla de su hija:

- Aun eres demasiado joven para saber eso, cariño

- No- negó convencida- estoy segura de que quiero casarme con ella cuando sea mayor.

- Si quieres puedes decirla que se quede esta noche en casa- colocó un mechón detrás de su oreja- yo hablo con sus madres, no opondrán resistencia.

Alycia amplió una sonrisa. No esperaba aquello de su padre, casi siempre tiene que esconder a Eliza debajo de la cama, Bellamy en ocasiones podía parecerse a Lexa, ambos las miraban como si tuvieran cinco años, el hecho de que se hicieran mayores y que pudieran a experimentar ciertas cosas, les costaba aceptarlo. Aquello parecía una buena señal o eso creyó la ojiverde. Le dio un beso en la mejilla y fue a reunirse con Eliza, regresarían al instituto a la siguiente semana, así que podían dormir hasta tarde. Que alegría para la ojiazul, después del susto y la angustia que se llevó, lo que le apetecía era estar con Alycia, no en el plan sexual, quería dormir con ella abrazada.

Lexa ya sabía que no eran inocentes, Lexa sabía que su niña ha crecido e incluso supo que se había convertido en una mujer en todos los sentidos. Solo había que ver su cara y el brillo especial en sus ojos. Le costó un mundo decir que sí, que fuera con su novia. Aunque viendo de lo que era capaz Alycia para protegerla, se había ganado su respeto. Así pues, dejó que su pequeña durmiera bajo el mismo techo y en la misma habitación que la joven Blake. Mientras tanto, Lexa, Bellamy y Clarke se reunieron durante un buen rato en el salón:

- Bell- comenzó a decir afligida Clarke- siento mucho lo de Marcus, él era...

Bellamy alzó la mano, no quería que fuera por ese camino:

- Ya hice todo el papeleo, no quería que fuera enterrado- le hablaba directamente a Lexa, después de todo Marcus babeaba también por su niña- quería que fuera incinerado y que sus cenizas fueran esparcidas por el Cráter Lake del parque nacional. Iré este fin de semana, por si queréis acompañarme- Lexa asintió- después me mudaré a Nueva York

- Un momento- eso sí que le pilló desprevenida- ¿qué?

- Que Natasha, Alycia y yo nos mudaremos.

- No puedes hacerles eso a las niñas

Intervino Clarke ¿Cómo podía hacer eso Bellamy? ¿Cómo pretendía que la historia se repitiera? Una vez más alejaban a Alycia de su hogar:

- Eliza puede pasar las vacaciones allí si gusta, pero lo tengo más que decidido, me iré de Portland y no regresaré nunca más.

Alto FBI: Nueva Generación Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora