Alto FBI: Nueva Generación Parte 1

Capítulo 34 Localizadores

"Flashback

- La vida de un agente corre muchos peligros- explicaba Fish mientras tenía a los tres jóvenes en la parte trasera de su coche- normalmente, debemos confiar en que nuestros compañeros harán un buen trabajo- miró a los tres- os enseñarán psicología para saber lidiar con casos de secuestradores. No solo debéis de usar el sentido de la vista, debéis agudizar el oído, el olfato y saber distinguir la velocidad que va un vehículo como el kilometraje que hace, saber si gira a la derecha o a la izquierda. Poneros el vendaje.

Los tres chicos se miraron extrañados. Obvio, les estaba hablando a unos niños de once y doce años. Aun así se lo tomaron, un juego con el que competir, ya que luego tendrían que ubicar en un mapa el trayecto que habían hecho. Quien más se acercara, ganaría una estrellita. La primera vez, ni uno se acercó ni por asomo. Así una y otra vez. No eran unos expertos de las coordenadas, pero con el paso de los años, más o menos sabían acercarse cada vez más. Michel y Alycia eran un poco desastres, pero más o menos cogían el tranquillo, Eliza la que más acertaba. Quizás era la que más enserio se lo tomaba:

- Esto no se lo enseñan a todos los agentes del FBI, ni a los agentes de policía, sus misiones depende del rango no requieren de estas prácticas, como puede ser el de un agente de la CIA o agentes de encubierto. Tenemos que ser listos, si podemos facilitar el trabajo a nuestros compañeros mucho mejor.

- ¿Quién va a querer secuestrar a un inspector de policía?

Preguntó su hijo. Ontari agachó la cabeza y suspiró. Menudo hijo le había tocado. Dos madres del FBI por no decir que estaban entre las mejores, a pesar de que la edad ya hacía mella y él, conformándose con inspector o detective de la policía. Casi prefería que dijera psicólogo, al menos seguiría los pasos de su madre biológica. Alycia era más basta que un arao a esa la veía haciendo trabajos más físicos y Eliza era perfecta para inteligencia. Pero sus predicciones se iban al traste. Sobre todo, porque Clarke muchas veces frenaba los deseos de su hija. Lo entendía, su difunta madre también era así. Cuando la profesión se lleva en la sangre y que en ocasiones la ojiazul tenía la impulsividad de Lexa. Sabía que de fijo la rubia acababa consiguiendo sus metas. En cuanto a Michel y Alycia, no estaba muy segura. El primero, no le veía en un coche patrulla comiendo donuts y la segunda, decía que quería ser agente por competir con su prima, aunque podía llegar a destacar en varias prácticas, en el Paint ball más o menos estaban igualadas. Agiles y silenciosas.

Fin del Flashback"

Para ser agiles y silenciosas siempre las pillan con las manos en la masa.

La pequeña Alex observó desde lo alto el desplante que le hizo Eliza a su madre. ¿Por qué hizo eso? Estaba viva, ¿Qué más podía pedir? ¿Tan injusta era la vida? Ella tenía a sus mamás, mientras que la pequeña Alex había perdido a sus papás nuevamente. La joven ojiazul iba a pasar por su lado cuando la pequeña, en plan mal bicho le hizo una zancadilla. Adolescente rubia para el suelo. Eliza gruñó de mala hostia:

- ¿Se puede saber que pasa contigo mocosa?

Dijo levantándose torpemente y mirándose la rodilla, se la había vuelto a despellejar, e hizo un sonido quejumbroso, lo que dolían los puñeteros raspones:

- Pasa, que dios da a quien no sabe valorar- dijo la pequeña con el ceño fruncido- has recuperado a tu madre y lo primero que haces es pegarla- agachó la cabeza- yo quisiera recuperar a mis papás para poder abrazarlos.

Dicho aquello se fue hasta su cuarto y se encerró. La caída de la rubia hizo un poco de ruido, así que no tardó en aparecer una de las personas que no querían ver en esos momentos:

- ¿Qué ha pasado?

Eliza quiso hacerse la digna, pero es que escocía mucho, rápidamente Alycia se percató de que Eliza estaba conteniendo las ganas de llorar, aun así negó con la cabeza y dijo con un hilo de voz: