Capítulo 6 Ositos de gominola

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No eran las típicas empalagosas, se comportaban de igual manera, con la única excepción que de vez en cuando se daban besos y Eli podía entrar en la habitación de Alycia. También vería los momentos en los que Alycia la traviesa, quedaba pensativa planeando un maléfico plan. La rubia estaba tumbada en su cama, mandándose mensajes con sus amigas, mientras que la ojiverde, miraba a un punto fijo, con la mano en el mentón:

- ¿te ha dado un hervor?

- Creo que tengo una bolsita abajo- musitó distraída para sí misma- ahora vengo.

Dijo saliendo a prisa. No era la primera vez que le hacía eso, la anterior vez, apareció con un paquete de oreos, pasta de dientes, un plato y un cuchillo para a untar, sustituyendo la crema por las pasta de dientes, claro Eliza ahora sabía cada malvado plan de la ojiverde y ya con caía en sus trampas como antes, le ofreció oreos hasta a Marie y Lindsey, que cayeron como unas primas, creándosele una pasta en la boca, Marie supo encajar muy buen la broma y se rio, aunque se conoce que Lindsey no estaba de humor ese día.

En esa ocasión subió una bandeja, con un bol lleno de agua, dos bolsas de ositos de gominolas con azúcar por encima, papel de cocina y un paquete de sal:

- Ahora ¿qué tramas?

Alycia curvó la comisura de los labios, vertió los ositos en el bol de agua para quitar el azúcar de encima:

- Las oreos estuvo bien- rio entre dientes- pero llega las vacaciones del verano y quiero tener muchas víctimas- sacó las gominolas y comenzó a rociarlas con sal, mientras le entraba la risa malévola de solo imaginarse las caras que pondrían, en cuanto terminó dejó que se secaran y se sentó al lado de la rubia- y tú me vas ayudar.

- ¿Yo?

- Sí- abrió la otra bolsa, pero en esta ocasión para comenzar a comer ositos- yo tengo que hacer unas cosas con Devon que tengo planeado hacer en el baile.

- Traviesa hasta en el último instante- dijo cogiendo un puñado de ositos- no son las típicas cosas que se hacen con la persona que se sale- al meditar la frase miró precavida a la ojiverde, prácticamente había insinuado que estaban saliendo- quiero decir... ya sabes...

La joven ojiverde sonrió y le agarró de la mano:

- Supongo que si estamos saliendo- aunque le tembló la voz, sonaba algo inseguro- no es algo a lo que esté acostumbrada, salvó mis planes maléficos todo lo demás si puede ser con manuales mejor, pero esto no lo tiene y me descoloca- frunció el ceño- ¿Tengo que tratarte de alguna forma especial?

- No- dijo sonriendo bobalicona, ya que sí le había afirmado que estaban saliendo- supongo que no.

- Bien.

Dijo con voz suave, distraída miraba los labios de la rubia. Tienden a comparar las relaciones de las parejas con los imanes, dos polos que se atraen, totalmente opuestos, polo sur, polo norte, pues ambos campos magnéticos, en esos instantes estaban condenados a chocar entre sí. Alycia acarició la mejilla de Eli, adoraba el tacto de su tez en sus yemas y cuando sus labios entran en contacto, crea un revuelo en todo su fuero interno, acelerando su pulso y el ritmo de sus respiraciones, un auténtico deleite y cuando sus lenguas entraron en contacto, la joven rubia emitió un pequeño gemino involuntario.

Alycia que no acostumbraba a escuchar sonidos como aquel por parte de Eliza, se separó un poco, le resultó sexy, eso no lo negaría y no le desagradaría volver a escucharlo, siempre que se dejara claro un punto, se puede decir que los jóvenes en la actualidad no corrían, prácticamente volaban y muchos ya habían perdido la virginidad, pero si aún estaba intentando habituar un cambio en su vida, como el hecho de sentir cosas por una chica y para colmo su prima, no tenía cabeza para pensar otras cosas. La ojiverde esbozó una sonrisa tontorrona, le gustaba aquello:

Alto FBI: Nueva Generación Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora