El Sr. Morgan había alzado la voz y solo retrocediste. Él comenzó a recoger los documentos. Sin querer viste varios folderés y un libro de color rojo. Lo puso en la mesa y te miró.
– No quise gritarte, pero son documentos muy personales y solo los saqué para revisarlos. Ahora los guardaré en la caja fuerte.
– No se preocupe, solo quería ayudar. Iré a comenzar mi trabajo – dijiste. Él asintió. Cogiste los manuscritos y saliste de su oficina cerrando la puerta.
Fuiste a tu escritorio y te sentaste. Pusiste los manuscritos encima y miraste la puerta de la oficina del Sr. Morgan. No te sentias molesta con él por haberte gritado, al contrario te sentías preocupada. Hace varias semanas que lo veías diferente. Algunas veces lo habías visto preocupado, en otras se encerraba en su oficina todo el día, y otras lo habías escuchado gritar cuando hablaba por telefono.
Le habías preguntado en ocasiones si se encontraba bien, pero siempre te respondía "No es nada, solo algo personal" y te sonreía. No era casado, ni tenía hijos, así que supusiste que quiza sea algo de salud.
El sonido de los zapatos de algunas personas te hizo salir de tus pensamientos, algunos visitantes comenzaban a llegar. Miraste tu escritorio y viste el libro que habías traido – Debo devolverlo antes que se me olvide – dijiste entre dientes, así que lo cogiste y saliste hacia la recepción.
Ahí te encontraste con Martha y Sandra, ellas eran las encargadas de la recepción. Son tus amigas más cercanas y tienen tu misma edad, 25 años. Las conociste hace tres años, cuando llegaste a la biblioteca y han sido muy cercanas.
– Buenos días chicas.
– Buenos días _______ – dijo Martha mientras Sandra daba algunas indicaciones a un visitante – ¿Cómo estás? – te preguntó.
– Muy bien, gracias. Solo vine a devolver este libro, acabo de terminarlo.
– Como siempre devorando los libros. Estoy segura que más tarde vendrás a pedir otro.
– No lo creo, el Sr. Morgan me encargó algunas traducciones.
– Pero, a ti te encanta, así que las terminaras de inmediato, estoy segura – te sonrió.
– Sí, eso espero.
– Bien, recibido y listo. Y ¿qué dice el jefe? Ha tenido alguno de sus ataques.
– No digas eso – replicaste – No te preocupa que últimamente este algo extraño.
– No lo sé, es un tipo mayor.
– Quizá guarda algún secreto – dijo Sandra incorporándose a la charla – Hola _____.
– Hola Sandra – la saludaste – Y no creo, supongo que debe tener algún problema.
– Él es tan guapo.
Sandra y tú miraron a Martha, algo confundidas. Ella lo notó.
– Me refiero al Capitán América. Desde ese incidente con esos aviones o naves espaciales, se filtraron nuevas fotos de él. Es lindo – dijo Martha observando su celular.
– Hoy escuché en una conversación que se filtró información acerca de ese incidente en internet y que el asesino anda suelto – comentaste acordándote de la pareja que conversaba en el parque.
– Lo llaman "el soldado del invierno" – dijo Sandra.
– ¿A quién? – preguntaste confundida.
– Al asesino que mencionas, así lo llamaron en las noticias. Esta libre y las autoridades aún no lo encuentran, pero dicen que pertenece a una organización llamada HYDRA.
– ¿HYDRA?
– Sí, nadie sabe de qué trata todo eso. La información está en internet pero es imposible ingresar, dicen que está bloqueada por códigos.
– Estoy segura que el Capitán América, en donde esté, nos salvará de ese asesino – dijo Martha.
– Deberías trabajar en el museo, ahí lo verías todos los días – dijo Sandra. Solo sonreíste.
– No, es más guapo en fotos. Algún día lo conoceré en persona. Pero, ahora que mencionas el museo, habrá una exhibición en unos días sobre su historia y la de su escuadrón. Quizá podamos ir.
– A mí me encantaría – dijo Sandra.
– A mí también – respondiste – Pero antes espero terminar mis traducciones. Me voy, nos vemos.
Te alejaste de ellas y regresaste a tu escritorio. Te sentaste y observaste los manuscritos. Viste la hora, eran las 8:30am. Tu laptop estaba a un lado, así que la pusiste delante de ti, la abriste y la encendiste. Un click y estabas en el buscador, y sin saber por qué escribiste "el soldado del invierno". Te aparecieron algunas páginas mencionando el tiroteo que hubo en una de las calles de la ciudad, antes de la aparición y explosión de esas naves. Leíste algunos testimonios que mencionaron ver a un hombre vestido con un uniforme y con diversas armas recorrer algunas calles de la ciudad disparando, además que uno de sus brazos, el izquierdo, era de metal. Otros comentaron que lo vieron caer al agua antes que las naves explotaran.
Te quedaste mirando la pantalla inmersa en tus pensamientos. Era extraño, quien podía ser esa persona y porque hacía esas cosas. De pronto, recordaste lo que te había dicho Sandra y escribiste nuevamente en el buscador, HYDRA.
La primera información que encontraste fue que lo relacionaban con el Capitán América, quien había destruido en los años 40 aproximadamente las bases de HYDRA donde se realizaban experimentos. Seguiste buscando y aparecían ciertas noticias del Soldado del Invierno y sus ataques en la ciudad, pero no había más información. Recorriste algunas páginas más y algunos enlaces, pero al entrar en ellos pedían una dirección o código, porque el acceso era restringido.
Negaste con la cabeza, y cerraste la laptop. Todo esto era demasiado confuso para ti y preferías mantenerte al margen. Recordaste que las noticias no habían dejado de hablar respecto a esos dos acontecimientos, pero la información era la misma que estaba en internet. No había más testimonios, ni declaraciones, ni se había vuelto a saber nada de ese misterioso hombre.
Miraste nuevamente tu reloj, eran las 10am, y te sorprendiste, habías pasado casi 2 horas buscando información sin darte cuenta del tiempo. Cogiste los manuscritos y decidiste ir por un diccionario para comenzar a trabajar en ellos.
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Debes recordar quien eres - Bucky Barnes (Sebastian Stan) y tú - CA3: Civil War
FanfictionÉl: Bucky necesita liberarse, recuperar sus recuerdos y hacer pagar a los responsables. Ella: Nació para ser una guerrera, pero aún no lo sabe porque su momento todavía no ha llegado. Esta novela está basada en el UCM. ...