Él: Bucky necesita liberarse, recuperar sus recuerdos y hacer pagar a los responsables.
Ella: Nació para ser una guerrera, pero aún no lo sabe porque su momento todavía no ha llegado.
Esta novela está basada en el UCM.
...
Un ligero zumbido te embargó en los oídos. Abriste los ojos y notaste que todo se había llenado de humo lo cual generó que comenzaras a toser. No veías casi nada, pero escuchaste algunos ruidos de golpes. Al intentar levantarte, escuchaste a tu lado un ruido y notaste que un soldado te apuntaba con su arma. Te quedaste inmóvil, pero viste un brazo de metal que tomó el arma y empujó al hombre fuera de la ventana. Bucky se acercó a ti, te ayudó a levantarte y te tocó el rostro.
– ¿Estás bien? – asentiste.
– Bucky... ¡Bomba!
Escuchaste la voz del Capitán, Bucky te empujó dentro del baño, se apoyó contra ti protegiéndote y otra explosión se escuchó.
– ¡No te muevas!
Entre el humo, notaste que otros hombres entraban a la habitación por las ventanas y Steve y Bucky luchaban contra ellos. Uno de ellos iba a disparar y al recibir un golpe con el escudo del Capitán perdió el equilibrio y algunas balas fueron a dar al techo haciendo que varios pedazos de cemento cayeran al piso.
El humo poco a poco se disipaba. Viste Bucky dar un golpe con su brazo de metal al piso y sacar una mochila. Recordaste cuando el guardó el libro y algunos documentos ahí. En aquel entonces no sabías porque había hecho eso, pero ahora lo entendías. Ese libro no podía caer en manos de HYDRA, si lo hacía, volverían a controlarlo.
– Bucky, váyanse de aquí. No se detendrán hasta capturarlos
El Capitán gritó. Bucky se acercó a ti. Viste que tenía la mochila en su espalda.
– Cuando te indique correrás, ¿está bien?
– Bucky, pero tú...
– Yo estaré detrás de ti... No permitiré que te hagan daño.
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Asentiste y por unos segundos refugiaste tu mirada en sus profundos ojos azules. No te arrepentías de haberlo conocido, ni de todo lo que pasaron, ni del beso... No te arrepentías absolutamente de nada. Confiabas en él y siempre lo harías.
Escuchaste varios disparos y viste al Capitán América luchar contra algunos soldados que entraban por las ventanas.
– ¡Bucky!
Gritaste cuando viste un soldado detrás de él apunto de dispararle. Él giró y puso su mano de metal delante de él, el soldado disparó y las balas rebotaron al chocar con su mano.
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Bucky se acercó, tomó el arma, la hizo a un lado y empujó al soldado a una pared quedando este inconsciente.
Miraste hacia la puerta, escuchaste varios disparos. Bucky se puso delante de la puerta, te miró y asentiste. Si habían planeado escapar e irse lejos, el día había llegado.
