El libro rojo

La carta de un condenado a muerte.

"¿Te atreves a leerlo?"

5 Días para la condena:

Hola, si alguien lee esta carta por favor pido ayuda, me encuentro encerrado, y quiero salir, desde que me condenaron no he podido vivir, injustamente condenado puro a sufrir, siempre asustado cerdo esperando mi San Martin.

¿Acaso el suicidio pondría fin a mi angustia? ¿Sera peor la muerte rápida que la tortura de esperar el día condenado? NO LO SE.

Es confuso el pensar cómo salir de esta situación, cuando el silencio es tu mejor cobija porque el único sonido que te puede acompañar son insultos y maltratos; son desprecios y golpes.

4 Días para la condena:

Me tratan como a un animal, ni siquiera merezco estar aquí, yo no hice nada, me inculparon de manera errónea, el verdadero criminal esta libre, y yo en esta pocilga... ¿Por qué la sociedad tiene que ser tan injusta? Fingir una falsa justicia para demostrar que hay un régimen democrático, pero el cual no sirve ni para regir un partido de tres en raya.

Estoy furioso con el mundo, con la persona que me inculpo para tomar su lugar, sé que la única forma de salir de aquí es muerto, pero muerto iré por ellos.

2 Días para la condena:

Yo no quise hacerle nada a esa pobre pequeña, a ella la amaba, solo me preocupe por ella al oír ruidos, todo en el camino fue borroso, vi a alguien tomando mi mano, luego mis ojos se cerraron, y desperté con un charco de sangre en mis pies, pintando mi ropa de rojo, y su pequeño cuerpo tan dulce, la abrace como pude y entre lágrimas llego la policía, mis huellas estaban por todas partes, pero yo sé que no hice nada.

Sudor, sangre, lagrimas, eran los líquidos del charco, sus ojos cerrados, y cabello negro enrojecido, eran cita para la película de terror perfecta que nadie querría vivir.

1 Día para la condena:

El rencor que llevo en el alma y la frustración no se comparan a nada que haya sentido antes, juro solemnemente que hare que paguen, que todos los que cooperaron para que yo estuviera aquí paguen, cualquier persona vinculada.

2 Horas para la condena:

Así que en esta carta donde planto mis últimos pensamientos dejo mi ser, dejo mi alma; persona que lees esto, por favor ayúdame a ser libre, ayúdame a cumplir mi venganza, si lo haces me harás feliz, pero si no, te quedaras de brazos cruzados como los demás y sabiendo mi dolor te volverás cómplice, un cómplice que tendré que visitar esta noche, justo cuando estés somnoliento o somnolienta, pensaras que soy una pesadilla, pero no, estaré allí y descargare este rencor en ti, porque al leer esto ya sé quién eres, ya me vincule a ti, ya no nos podemos separas nunca más...

Permiso de últimas palabras antes de ser ejecutado:

- Nos vemos esta noche.