Noche tras noche escucho pequeños pasitos, no me dan miedo, ya es natural para mi, aunque no distinga quien los provoca; una noche atrapada por mi curiosidad quería averiguar que o quien provocaba ese sonido, mis oídos no estaban complacidos así que tome valor, y una noche decidí ir a ver lo que mis oídos escuchaban, tenia mi pijama azul que me hacia sentir mas segura, levante lentamente mis piernitas de la cama, temblorosas, algo sudorosas pero pude ponerme en pie, acercándome a la sala despacio, tratando de no pegarme con algún mueble en medio de la oscuridad me senté en el sillón que daba vista al corredor y espere... Las horas pasaban, y nada sonaba, seguía esperando... Mi cuerpo somnoliento sentía los efectos de tales horas nocturnas, no estaba acostumbrada a estar hasta tan tarde, pero estaba decidida, y nada me iba a hacer detener mi deseo de saber que hacia esos sonidos, me pesaba la vista, mi cabeza dolía, no podía aguantar mas el sueño y si mamá me veía despierta iba a estar en problemas, pero estando en mi laguna mental, no aguante y me dormí. Al siguiente día desperté, abrí mis ojos y me exalte al darme cuenta que estaba en mi habitación otra vez; en mi mente se revivió un recuerdo de cuando mi padre en vida me llevaba hasta la cama siempre que me quedaba dormida en algún lado, pues tuvo que haber sido mi madre, a pesar de ya ser muy pesada para ella, -¿Quien mas iba a ser? ¿Papa?, negué algo risueña y me levante. Ese día lo pase en el ordenador, buscando toda la información que pudiese para aprender mas de mi situación, llegue a pensar que eran duendes, fantasmas, algún animal que se metía en casa, hasta pitufos pasaron por mi cabeza, ridiculeces mías, ya lo se.Esta noche lo haré diferente, esperare en mi cuarto hasta que escuche los pasos, y al oírlos salir a atraparlos; pasaron las horas hasta que se hizo de noche, cepille mis dientes, me duche, me puse mi pijama rosa, apago todo en el cuarto, me acuesto y digo a mi misma -Hora de resolver el misterio... Otras vez medio somnolienta ya por esperar varias horas, rindiendome otra vez, pensando -¿Sera que ellos ya saben que los quiero ver y por eso no pasan? realmente no entiendo. me acomode para dormir, resignada y de pronto escucho el sonido de pequeños pasos por el pasillo, empiezo a temblar de la emoción, salto corriendo hacia la puerta, mi mano toma el pomo de la puerta la abro y mi cara de paraliza de terror... Que error el mio...A lo largo del pasillo puedo observar una sombra alta muy peculiar, me resulta bastante familiar, pero el terror que me provocaba no se lo podrían imaginar, esa cosa me mira, sus ojos eran rojos, profundos, penetrantes, y muy intimidantes, pero en su cuerpo se notaba una figura inmensa que se encorvaba, dedos largo y orejas cortadas. Al verme me pareció escuchar una risa de su parte, lo cual me asusto mas, solo me quedo cerrar la puerta e irme a acostar, deseando que las 7 am sean ya, me lance en mi cama, la cabeza me tape, cerré los ojos y dormida me quede. Al despertar levanto mi cabeza, quitando la almohada que allí tenia, sentía que habia dormido mas de diez horas pero al ver el reloj no habían pasado 10 diez minutos, mi cuarto estaba hundido en oscuridad, no podía creer lo que sucedía, mi ser encerrado se encontraba, solo me preguntaba -¿Por qué tenias que abrir esas puerta? entre lagrimas. El tiempo pasaba muy lento. Me siento en la cama a esperar, se me hacia una eternidad mirando el reloj, en ese momento me encontraba deprimida y asustada... pasaron los minutos y algo sonó, ese sonido era el *Toc-Toc* de la puerta de mi habitación, un nudillo tocaba la puerta, mi estomago se contrajo, mi sistema hormonal empezó a generar adrenalina, quería que acabara pero si esperando no lo logre, no sabia ya que hacer, en mi arranque de adrenalina pensé en abrir la puerta y correr hasta el cuarto de mamá, tome mi decisión, así que abro la puerta y gran sorpresa me llevo, era mi padre, el que tenia años sin ver, con los ojos muy aguados salto a él, diciendo -Papi, Papi, te extrañe. Cierro mis ojos y me escondo en su regazo, donde seguridad sentía.Abro mis ojos, y levanto la mirada a su rostro pero al verlo me aterrorice, no era él, era esa cosa horrible que vi en el pasillo, me tenia en sus brazos y yo a él, inmediatamente lo solté, pero veo que en sus ojos rojos hay algo, hay un recuerdo, a pesar de no quererlo tocar, no me podía alejar, sentía que quería quedarme con él, al verle a los ojos una lagrima cayo por sus mejillas, extendió su mano y la puso en mi cabeza... eso solo lo hacia mi papá, no lo podía creer, ¿Esa cosa es mi papá? No lo puedo comprender, entre mi confusión me abrazo de nuevo, y escuche la voz de mi padre saliendo de él, diciendo -Si que has crecido princesa, me alegra volver a encontrarme contigo aquí. No pude responder, solo lo abrace y así me mantuve con él hasta quedarme dormida.-Diario local de 1983-Una niña de 9 años muere en la sala de su casa, al parecer durante horas de la madrugada estaba sentada con la mirada perdida en un pasillo, portando una pijama azul, la autopsia revela que de la nada su mente dejo de funcionar, una hemorragia interna causo un desmayo y posteriormente haciendo que perdiera la vida, aun no se sabe como se pudo ocasionar este suceso sin presentar ningún cuadro patológico anterior, siendo una niña sana, sin duda una muerte extraña, pero se investiga a su madre por posible causante de la muerte al ser la única en la casa durante los momentos del suceso. la evidencia mas extraña de este caso es que ella sonreía al momento de morir, su cara tenia una sonrisa marcada así que creemos que no sintió dolor alguno cuando partió, hoy sera el entierro, su cuerpo descansara junto al de su ya fallecido padre por petición de su madre, esperemos que se descubra prontamente razón, mientras tanto su madre esta en constate supervisión por las autoridades.
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El libro rojo
RandomHistorias, Creepypastas, relatos reales y variando de todo un poco. Tengo una gran atracción por todo lo paranormal y por eso decidí hacer una recopilación de todo lo que he llegado ha leer anteriormente desechando toda la basura que alguna vez leí...