Escribir la tranquilizaba, desde que se había propuesto en dejar términos médicos de lado la manera en la que narraba lo que había sentido era más auténtica.
Llevaba dos días encerrada en su apartamento escribiendo, aquello no había sucedido en meses y era mejor aprovechar el momento de inspiración. Katherine sentía que aquel libro iba a ser su forma de escape, de ayuda a demás personas que como ella habían sufrido, pero sobre todo era su oportunidad de mostrarle al mundo que había tenido la oportunidad de vivir en dos mundos distintos y era capaz de recordarlo.
― Que bueno que llegó ― decía Lily abriendo la puerta del departamento
― Bueno, no la he visto en dos días, solo cuando voy a retirar a Emma de la guardería.
― Creo que le dio un ataque de inspiración, lleva encerrada y no he dejado de oírla teclear en la computadora.
― No sabía que escribía ¿En que está trabajando? ― pregunto Alycia sorprendida
― Que se lo cuente ella mejor, ahora le avisare que está aquí ― sonrió
― Trátame de tu, no soy tan vieja ― se reía sentándose en el sofá.
Lily asintió y camino por el angosto pasillo hasta el cuarto de Katherine, golpeo tres veces como habían acordado y entró. Katherine permanecía demasiado concentrada en la escritura que ni siquiera noto a su amiga.
― Tu sexy doctora está aquí ― dijo provocándole un tremendo susto a la chica
― Mierda golpea la puerta ― decía tomándose el pecho
― Si toque, ahora lávate la cara y ve a decirle hola a doctora sexy, muévete.
Katherine sonrió y decidió hacerle caso a su amiga, Alycia estaba allí.
Se cambió de ropa y se lavó la cara, se miró al espejo y respiro profundamente. Salió de la habitación y lo primero que observo fue a Alycia concentrada en la televisión mientras sostenía entre sus manos una copa de vino.
― Hey escritora, vine a ver si seguías con vida ― sonrió y se levantó a saludarla
― Hola Doc. Pues aquí estoy ― le devolvió la sonrisa y la abrazó.
Lily sonrió mirándolas interactuar. Se notaba a kilómetros que se necesitaban, que ambas sentían algo fuerte la una por la otra y eso la tranquilizó. Quería lo mejor para Katherine y darse cuenta de que Alycia estaba esforzándose por recuperar su confianza la llenaba de esperanza.
― Bueno yo las dejo tengo una cena con un hermoso fotógrafo y no me la pienso perder
― ¿Segura te vas? ― pregunto Kathy
― Si además agradece que te dejo el departamento ― le guiño el ojo y se despidió de las chicas.
Katherine solo se ruborizo y asintió. Iba a tener el lugar a solas para ella y Alycia, era bueno ¿verdad?
― Ahora si dime ¿Qué estas escribiendo?
― Oh bueno eso, veras es una loca idea, Lily me insistió en hacerlo y bueno...
― ¿Qué escribes? ― le sonrió
― Mi historia...lo que viví me marcó para siempre Alycia, cuando llegue aquí a Nueva York no todo fue color de rosas, aun ahora sigo teniendo pesadillas y quizás si lo escribo pueda sacarlo de mi mente
― Es una idea muy buena, creo que excelente...yo quiero diez ejemplares desde ya ― decía divertida y Katherine sonrió.
― Aun es un loco sueño, Lily dice que podría imprimirlo ya que trabaja en una editorial, pero yo aún sigo tratando de darle sentido a la historia.

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Con Locura
Short StoryAlycia esta a punto de enfrentarse al caso más complejo de su carrera, Katherine esta tan sumergida en su mundo que no cree posible salir del mismo. Ambas emprenderán una lucha contra demonios invisibles que buscan mantenerlas en un laberinto sin sa...