Con Locura

Tres

Alycia pasó lo que restaba de la tarde estudiando el expediente de la paciente no quería perder ningún detalle por lo que debía conocer a la perfección cada detalle de la historia.

Lo que más le preocupaba era que todo lo que había allí era contado por familiares, amigos y conocidos, ninguna de las versiones tomadas correspondía a la Katherine.

"Primera declaración tomada por la oficial Allison Harris el día 14 de agosto de 2009. La oficial manifiesta que la señorita no quiso colaborar, no dijo absolutamente nada ante las insistentes preguntas y solo después de casi dos horas de interrogatorio lo único que supo responder fue 'Sucio'"

― ¿Trabajando tan de noche? ― le saludaba la doctora Jones

― Sigo leyendo este expediente y la verdad es inconsistente, hay muchos vacíos, inconsistencias, es terrible, siempre tuve un poco de fe en la justicia de este país, pero viendo esto es...

― Lo mismo dije yo, pero no estuve presente durante los primeros meses, Katherine llego aquí cuando la situación era ya inmanejable, ni ella ni sus padres querían buscar ayuda profesional, no fue hasta...

― El intento de suicidio ― la interrumpió.

― Exacto, cuando ocurrió su padre no lo soporto más y pidió mi ayuda

― Odio que esto pase, todos necesitamos ayuda, no por acudir a una entidad de ayuda psicológica estás loco, no entiendo porque ese maldito mito

― Es costumbre Alycia a pesar de los avances aun no conseguimos erradicar el miedo.

Lo había visto cientos de veces, gente aterrada a pedir ayuda, y es que para muchos más valía el qué dirán que aceptar que necesitaban de alguien.

...

Cerca de las ocho de la noche Alycia salió de su habitación directo hacia la cocina, moría de sed, además necesitaba distraerse un poco, lo que había descubierto la hacía pensar en que quizás debería quedarse allí unos días más. Se estaba empezando a interesar en el caso, estaba comenzando a entender y marcharse tan rápido sería una equivocación.

"Hola amor" decía contestando su teléfono.

"Hola hermosa ¿Qué tal Miami?" escucho la inconfundible voz de Jason.

"Caluroso, pero es bueno... llamaba para contarte que quizás me quede unos días mas aquí"

"Parece serio ¿está todo bien?"

"Oh si Jason el problema es con la paciente, de verdad necesita que la ayude"

"Bueno mi amor, es tu decisión sabes que siempre te apoyare"

"Lo sé... siempre lo haces"

Suspiro después de terminar su llamada con su esposo, aun recordaba perfectamente la primera vez que lo había visto, era el chico más guapo que jamás había visto, era atento, divertido el sueño de toda chica y fue así que con el tiempo Alycia cayo perdidamente enamorada de Jason, pasaron sus años de la Universidad en una hermosa relación de la que todos admiraban.

Si había una prueba de que el amor existía era ella y Jason, lo amaba con todo su corazón estaba completamente segura de aquello, pero era demasiada monotonía, tantos años, cada día era una constante lucha, Jason la complacía en todo, pero aun así había días en los que lo único que deseaba era tomar un respiro.

Alycia suspiró y tomó un poco de agua, miró a su alrededor admirando aquella hermosa cocina. En el centro de la mesa había un plato de madera con varios tipos de frutas así que se acercó a tomar una manzana. La miro fijamente y cuando estaba a punto de morderla escucho los gritos.