Nothing Like Us [YoonMin]

21. Hyung.

JIMIN

El camino al supermercado fue algo extraño. Ni YoonGi ni yo sabíamos de qué hablar y nos mantuvimos en silencio, pero no fue incómodo, se sentía bien.

Cuando entramos, tomé una canasta y revisé la lista que me dio Jin Hyung. Lo primero eran pastas, por lo que me dirigí a ese pasillo y YoonGi caminaba detrás de mí.

Él me asesoraba con algunas marcas que Jin Hyung solía comprar, lo cual agradecía bastante. Estuvimos en varios pasillos hasta que finalmente tuve todo lo de la lista. Así que por último fuimos al apartado de dulces.

—¿Jin te encargó dulces?

—Oh, no. Son para mí. —Le sonreí y comencé a escoger algunos.

—Tierno.

Hice como que no escuché eso y continué tomando paquetes, pero en realidad estaba un poco avergonzado.

Cuando terminamos las compras, nos dirigimos a unas bancas que estaban cerca. Por más que quería, no podía dejar de sonreír a pesar de estar muerto de nervios. Me sentía tímido ante su presencia, por lo que miraba a mi alrededor buscando cualquier cosa para distraerme mientras que YoonGi parecía de lo más tranquilo.

—JiMin...

—¿Sí?

—¿Por qué permites que ese imbécil te haga daño?

Esa misma pregunta me la he hecho muchas veces, pero no he encontrado una respuesta coherente. Suspiré y torcí la boca. 

—No lo sé. Trato de defenderme pero él me intimida demasiado, realmente no sé por qué se lo permito.

—Nadie merece que lo traten de esa manera, y en esta ocasión él fue demasiado lejos. ¿Estarás bien aunque él se encuentre libre?

—Mmm... no creo que trate de dañarme nuevamente, quizás ahora estaba más molesto de lo normal.

—No entiendo por qué lo justificas, pero supongo que a fin de cuentas es tu decisión. Aunque si vuelve a dañarte, por favor denúncialo.

—Lo haré, lo prometo. —Le sonreí un poco.

No sé por qué platicaba de este tema con YoonGi, ni siquiera con TaeHyung me he abierto tanto respecto a ChanYeol.

Volvimos a quedarnos en silencio, pero en esta ocasión sí fue incómodo. Hablar de ChanYeol no era mi tema favorito.

—Seguro piensas que soy un imbécil, ¿no? —YoonGi habló de repente llamando mi atención y confundiéndome por su comentario.

—¿Qué?

—Bueno, las anteriores veces que coincidimos te ignoré y ahora luzco preocupado por ti.

—Solo pensé que la situación fue un poco extraña, pero no creí eso de ti.

Él sonrió.

—Y a todo esto, ¿por qué sigues tratándome de manera irrespetuosa, mocoso?

—No creo ser tan menor para que me llames así.

—¿Cuántos años tienes? —Me miró incrédulo.

—Veinte, ¿y tú?

—Veintitrés. 

—¿Lo ves? Solo son tres años. —Dije mostrando mis dedos.

—Wow, ¿en serio estos son tus dedos? —Rió y fruncí mi ceño—. Son muy pequeños para un adulto como tú, Park JiMin.