Cuando Yunho llegó a su casa, Jayden le esperaba con la comida lista, llevaba un delantal que reconoció como de BoA. No le dijo nada pero le molestaba que tomara las cosas de su mujer. A veces le daba la impresión que lo hacía como una burla.
―Te preparé la cena ―dijo ella ayudándole a quitarse el saco.
Yunho se sentía sumamente incomodo, decirle que las cosas habían llegado a su fin no sería fácil. Y aunque no la amaba, tampoco podía negar que tenía sentimientos por ella. Esa noche llegó de viaje la hermana mayor de Jayden, lo había hecho sin avisar. Cuando llegó a casa, pensando sorprender a su hermana, fue ella la sorprendida. Jayden no estaba en casa.
Marcó a su móvil.
―¿Dónde estás? ―preguntó en cuanto Jayden contestó.
―¿Dónde más podría estar? En casa ―mintió Jayden sin sospechar nada―. Me acabas de despertar, ¿por qué llamas tan tarde?
―¿En serio estás durmiendo? ―Yura observaba la vacía habitación de Jayden, mientras hablaba con ella.
―Claro, ¿no sabes la hora qué es? ―Jayden miró a Yunho, este acaba de despertarse, por lo que tuvo que hacerle seña que no hiciera ruido.
―Claro, claro, es muy tarde ―le siguió Yura el juego―. Solo llamaba para avisarte que pronto estaré en casa, ya voy en el taxi.
Jayden se sentó de golpe.
―¿Vienes en el taxi?
Yura notó su sobresalto.
―Sí, estoy a pocas cuadras ―mintió―, te dejo, nos vemos en un rato.
Una vez cerrada la llamada, Yura se sentó en el porche con la luz apagada, quería ver de dónde o con quien llegaba su hermana. Su sorpresa fue grande cuando la vio salir de la casa del frente, ¿qué podría hacer ella en casa de su vecino? Sabía bien que se estaba divorciando de su mujer, así que aquella era la casa de un hombre solo. Jayden llegó toda apresurada, entró a la casa sin notar que su hermana estaba sentada en la oscuridad del porche y corrió escaleras arriba a acomodar la escena para cuando esta llegara. Pero lo primero que notó al encender la luz fueron sus maletas. Luego la vio de pie junto a la puerta, con los brazos cruzados.
―Hermana... yo puedo explicarlo ―dijo Jayden temerosa.
―¿Qué es lo que vas a explicar? ―gritó Yura yéndosele encima―. ¿Cómo se te ocurre meterte con un hombre casado? ―decía mientras la golpeaba―. De nada valieron mis consejos, apenas acabas de cumplir dieciocho y ya te metiste a la cama de un hombre diez años mayor y que además tiene mujer, que estúpida eres.
—¡Cómo si tu no lo hubieras hecho! ―le echó Jayden en cara, lo que le ganó una bofetada de lleno en una de sus mejillas, donde se marcaron los dedos de su hermana.
―Precisamente por eso ―Yura seguía enfurecida―. ¿Acaso ves que he sacado algo bueno? Oh... eres tan tonta. ¿Crees que un hombre hecho y derecho se va a tomar en serio a una chiquilla como tú? Eres tan linda y joven, podrías haber esperado a una persona especial, en lugar de convertirte en la aventura de un hombre casado. Pero él me va a escuchar.
Yura salió de la casa con Jayden detrás de ella, rogándole que no encarara a Yunho, pero todos sus esfuerzos fueron inútiles, su hermana cruzó la calle y golpeó la puerta de Yunho con todas sus fuerzas, él bajó rápido y cuando abrió la puerta, Yura le recibió con un golpe que le dejó la misma marca que ostentaba Jayden tras sus golpes.
―¡Maldito pervertido! ―gritaba.
Yunho detuvo su mano cuando intentó golpearlo por segunda vez.
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Fantasías Eróticas
RomanceQuisieron llevar a la realidad sus más oscuros deseos; pero... todo se les fue de las manos. ¿Qué sucede cuando el juego del erotismo da paso a las consecuencias y a una realidad con la que no habían contado? Gracias a @lauralaura2005