Fantasías Eróticas

39. ¿Oportunidad o venganza?

Una semana después de su enfrentamiento con Jayden, BoA regresó a la rutina del trabajo y su vida en general. Aunque el dolor de saber que Jayden también le daría un hijo a Yunho seguía latente, decidió no dejar consumirse por la pena. Se concentraría en su trabajo y principalmente en su hija. Además, seguía pensando en la posibilidad de regresar con él, para hacer rabiar a Jayden. 

Hacerlos sufrir a ambos.

Jayden  no se había sentido bien los últimos días. Estaba teniendo algo parecido a los cólicos, además de un dolor continuo en la parte baja de la espalda y escalofríos. Se hallaba recostada en el sofá, esperando que los malestares desaparecieran por sí solos. Quizás era algo normal en las embarazadas.

Por su parte, Yunho se había tomado unas vacaciones indefinidas por orden directa de Jeffrey Williams, socio mayoritario y fundador de Williams & McKenzie. Así que ahora se hallaba en casa, aguantándose las ganas de correr tras de BoA.

Cuando Lyn llegó a visitar a Jayden, la encontró recostada en el sillón, pálida y sudorosa. Tocó su frente, tenía un poco de temperatura.

─¿Por qué no me avisaste que te sentías mal?

─Pensé que se me pasaría ─respondió ella, llevando su mano hacia el abdomen─. Pero sigue doliendo...

─¿Es un dolor que viene y se va?

Jayden movió la cabeza afirmativamente.

─Siento... como si el bebé quisiera salir.

─Quizás sea un parto prematuro.

─Pero es muy pronto ─dijo ella con los ojos húmedos─. Si nace ahora no lo logrará.

Lyn llamó a emergencias.

─La medicina ha avanzado mucho ─exclamó tomando su mano─. Quizás puedan retrasarlo y si no, tendrá todas las atenciones médicas que necesita.

Yunho se hallaba tirado en el sillón, viendo la televisión, cuando recibió la llamada de su madre. Dudó en contestar, últimamente solo hablaba de Jayden.

—¿Qué sucede? ─preguntó al distinguir su tono preocupado─. ¿Le pasa algo a papá?

Pensó que a su edad, quizás podía tratarse de un infarto.

─No, tu padre está bien, se trata de Jayden.

─¿Qué sucede con ella? ─preguntó con menor interés.

─Es probable que el bebé nazca antes de tiempo, tienes que venir de inmediato.

─Madre ─dijo en tono despreocupado─, encárgate tú de eso.

─¿De eso? ─Lyn sonó indignada─. No hablamos de una cosa, Yunho, sino de tu hijo.

─De verdad espero que todo salga bien; pero, quisiera mantenerme al margen.

─¡Yunho!

─Pagaré todos los gastos; pero no iré al hospital.

─Fuiste tú quien embarazó a esa muchacha, así que es tu obligación y no la mía, estar aquí con ella. Además, eres el padre del bebé y tienes que tomar ciertas decisiones.

─No iré.

Lyn cerró los ojos y suspiró profundamente.

─Está bien, no vengas sino quieres, pero luego me vas a escuchar.

Cuando el médico salió, le informó que efectivamente existía la posibilidad de parto prematuro; pero con la medicación suministrada, las contracciones se habían detenido.