BoA bajó de su auto, sorprendida de encontrar el de su marido, estacionado en casa cuando se suponía, debía estar trabajando. Miró hacia la casa de Jayden, ¿acaso ellos...? Como mujer, su sexto sentido hacía días que le estaba indicando que algo no estaba bien. Sus zapatos, ropa, maquillaje y hasta accesorios aparecían fuera de lugar, como si alguien se lo estuviera probando. Abrió la puerta, miró a su alrededor, no encontró nada fuera de lugar en el piso de abajo, no había un par de zapatos extra en la entrada. Su pulso se aceleró a medida que corría escalones arriba, lo hacía intentando hacer el menor ruido, su auto era muy silencioso así que si Yunho estaba con otra mujer, quizás ni siquiera le habían escuchado llegar.
No fue necesario abrir la puerta para tener la certeza de que su esposo estaba con otra mujer. Cuando se hallaba a pocos pasos de su recamara escuchó los jadeos de la pareja. Cerró los ojos y sin dudarlo, avanzó los pasos que faltaban y abrió la puerta de repente.
Yunho se estaba corriendo dentro de Jayden, cuando la puerta se abrió estrepitosamente y su mujer apareció delante de ellos. Estaba sorprendido, no la había escuchado llegar; pero no se detuvo, como se esperaría que hiciera un hombre casado al ser pescado infraganti, en pleno acto de infidelidad. Jayden tampoco detuvo el movimiento de sus caderas e incluso abrió sus piernas para que Yunho le llegara más hondo, al tiempo que gemía presa del placer.
BoA se quedó boquiabierta, sin poder hacer siquiera un movimiento, se quedó parada cerca de la puerta, mientras la pareja llegaba al orgasmo frente a sus ojos. Una vez terminaron, Yunho salió de Jayden y caminó hasta su esposa con sorprendente calma. Le quitó la chaqueta, arrojándola al suelo, sin que ella hiciera alguna resistencia. Desde la cama, Jayden observaba como Yunho iba desnudando a su mujer, hasta dejarla en ropa interior. Sus bocas se unieron en un beso profundo, interminable, luego, él se deshizo de su sostén pero sin dejar de besarla. Ya les había visto una vez desde la ventana haciendo el amor, ahora sin embargo, ella era parte de aquella escena. Se acostó de lado, observando cada movimiento. Ahora Yunho descendía por el cuello de su mujer hasta atrapar un pezón en su boca. Podía ver su lengua lamiéndole la punta para luego engullirlo. Miró más abajo y vio como el miembro de Yunho iba endureciéndose, una vez más se preparaba para la acción.
Yunho estaba sumamente excitado, finalmente podría cumplir su fantasía de tener dos mujeres en la cama, de satisfacerlas a ambas. BoA se hallaba nerviosa, en contraste la pequeña Jayden se notaba sumamente calmada, quizás tan excitada como él. A pesar de su apariencia inocente había descubierto que tenía una mente bastante depravada y aquello le gustaba. Ya con los tres en la cama, Yunho le quitó las pequeñas bragas de encaje a BoA, revelando una delicada mata de vellos oscuros. Jayden observó como Yunho pasaba desde sus pechos, pequeños y erectos, hasta su entrepierna, al tiempo que BoA cerraba los ojos y dejaba escapar un gemido disfrutando de la destreza con la que su marido movía su lengua alrededor de su clítoris.
Segundos después, BoA abrió los ojos al descubrir otro par de labios sobre su cuerpo. Era Jayden, mientras Yunho se hallaba hundido en su entrepierna, ella movía sus labios sobre uno de sus pechos, rozando su lengua sobre su pezón. Su primer impulso fue empujarla... pero placer es placer... pensó dejándola hacer. Después de todo, eso era ella, un juguete sexual.
Desde su punto de vista, Yunho observaba a sus dos mujeres, BoA mantenía los ojos cerrados, al tiempo que movía sus caderas buscando su boca. Por su parte, Jayden se iba de un pecho a otro, sumándole placer. Aquello era al paraíso mismo. Introdujo dos de sus dedos en su mujer, mientras seguía atormentándola con su lengua y sin que Jayden se apartara de sus pechos.
―Ah... ah.... Yunho... ―los gemidos de BoA le indicaron a la pareja que estaba al borde del orgasmo. Se miraron a los ojos sin dejar de darle placer―. Yunho...
A BoA le gustaba pronunciar su nombre.
Yunho aceleró el movimiento de su lengua sobre su clítoris, al tiempo que sumaba otro de sus dedos. Jayden se apartó de los pechos de BoA y buscó su boca. Sería la primera vez para ambas besando a una mujer... pero en su mente sus cuerpos eran como una extensión de Yunho.
Cuando BoA fue quedándose quieta, Yunho se apartó, acostándose de espaldas sobre la cama. Las dos mujeres lo observaban, él tomó a BoA de la mano y la guio para que se sentase sobre su miembro. Ella aunque acababa de tener un orgasmo, quería ir por más. Jayden observó cómo al sentarse sobre su Yunho, su erección desaparecía dentro de BoA, quien de inmediato empezó a moverse. Miró a Yunho, él apretó los ojos y se mordió el labio cuando su mujer encontró el ritmo perfecto.
―Ahora ven acá ―le dijo Yunho a Jayden, guiándola para que se sentara sobre su boca, mirando a BoA de frente.
De ese modo podía satisfacerlas a ambas con su cuerpo, al mismo tiempo.
Jayden, que después de un mes de largas sesiones de sexo no era ninguna inexperta, se sentó a horcajadas sobre él. Podía sentirlo lamiéndola, al tiempo que quedaba frente a frente con BoA, ambas unidas por un solo cuerpo, el de Yunho. Los gemidos de las dos mujeres se entremezclaron como uno solo, ambas pronunciando su nombre casi al unísono.
―Yunho-ah ―gemía BoA, moviéndose, sintiéndolo dentro de sí.
―Yunho-shi ―chillaba Jayden, presa de los movimientos de su lengua.
Cuando el placer fue elevándose, al punto de hacerse casi irresistiblemente placentero, ellas buscaron sus bocas instintivamente, enredando sus lenguas.
Ahora los tres eran uno solo.
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Fantasías Eróticas
RomansQuisieron llevar a la realidad sus más oscuros deseos; pero... todo se les fue de las manos. ¿Qué sucede cuando el juego del erotismo da paso a las consecuencias y a una realidad con la que no habían contado? Gracias a @lauralaura2005