Yunho se presentó en R&K International, tras recibir una llamada del secretario personal del señor Reynolds, socio principal y padre de Sarah.
─El señor Reynolds lo está esperando ─anunció su secretario con expresión formal, abriéndole a Yunho la puerta de su despacho.
Yunho se inclinó a modo de saludo antes de sentarse en la silla que le indicara el secretario. Reynolds lo observó en silencio durante algunos minutos antes de iniciar la conversación.
─¿Puedo saber la razón por la qué abandonas la firma? ─preguntó colocando su carta de renuncia sobre el escritorio─. Tu trabajo ha sido excelente, tienes un gran futuro aquí, así que no comprendo qué sucedió para que tomaras esa decisión tan drástica.
El recuerdo del incidente con Sarah vino a la mente de Yunho. Sin embargo, aquello no era algo que pudiera contarle a su padre.
─Trabajar en R&K International es una gran oportunidad y realmente le estoy agradecido por su confianza. Pero mis motivos son de índole personal.
Raynolds frunció el ceño.
─Si se trata de alguna situación familiar, no es necesario que renuncies, puedes tomarte un tiempo para solucionar tus asuntos.
Yunho negó con la cabeza.
─Aunque quisiera continuar en la firma no me es posible.
Raynolds se quitó los anteojos y le miró a los ojos.
─¿Estás seguro que tu decisión no tiene que ver con mi hija Sarah?
Aquella pregunta tomó por sorpresa a Yunho, pero supo mantener la calma. Sin embargo, cuando estaba por negar que ella tuviese algo que ver, la puerta se abrió estrepitosamente, al tiempo que la voz de Sarah resonaba por toda la habitación.
─¿Qué demonios hace este hombre aquí? ─Esas fueron las palabras que pronunciara─. No quería tener que llegar a esto ─continuó en tono afligido─; pero creo que es necesario que te cuente lo que pasó, padre.
La mandíbula de Yunho se tensó.
Raynolds hizo un ademán para que su secretario se retirase.
─¿Por qué entras de este modo? ─le recriminó a su hija─. Si tienes algo que decir, podías hacerlo sin generar un escándalo.
─Lo siento padre, pero no puedo quedarme callada sabiendo que este hombre vino a verte quien sabe con qué intenciones. Pensé en dejarlo pasar por el bien de la firma; pero lo mejor es que sepas la clase de basura que es Jung Yunho.
Yunho se puso de pie, su presencia era imponente y se notaba sumamente molesto.
─¿Qué pretendes? ─preguntó a Sarah con expresión inflexible.
Raynolds le interrumpió.
─Permíteme escuchar a mi hija ─dijo esperando escuchar lo que Sarah tenía que decirle.
─¡Él intentó propasarme conmigo! ─chilló Sarah, tratando de forzar las lágrimas─. ¡Eso es lo que sucedió!
─¡Eso no es cierto! ─refutó Yunho enseguida.
─Ahora lo niegas porque estás frente a mi padre; pero esa noche no te importaba.
Raynolds permaneció extrañamente callado.
─¡Eso nunca pasó! ─aseguró Yunho mirando a Raynolds─. Le aseguro que su hija miente.
─¡Claro que es cierto! Él se metió a mi habitación con la intención de seducirme; pero como no caí en su juego... ─gimoteó un poco antes de seguir─. Él... se lanzó sobre mí e intentó quitarme la ropa.
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Fantasías Eróticas
RomanceQuisieron llevar a la realidad sus más oscuros deseos; pero... todo se les fue de las manos. ¿Qué sucede cuando el juego del erotismo da paso a las consecuencias y a una realidad con la que no habían contado? Gracias a @lauralaura2005