Jayden se mantuvo oculta en las sombras de unos arbustos, al otro lado de la calle y observó cómo Yunho se despedía de BoA con un beso. No parecían tener problemas, se veían muy cariñosos y hasta felices. Después de que Yunho se marchó, la mirada de BoA se dirigió hacia donde se hallaba ella. Se escondió para evitar ser descubierta; pero no hizo ningún movimiento para irse. En lugar de eso, se quedó detrás de los arbustos. Sentía deseos de restregarle su relación con Yunho y bajarla de esa nube en la que seguramente estaba viviendo, creyéndolo un hombre fiel.
En ese momento sonó su móvil, era él, Yunho.
―Estoy en camino, espérame abajo ―le dijo, asumiendo que se hallaba en el apartamento―. Sé que ya pasó tu cumpleaños; pero tengo algo para ti.
―No acepto regalos de cumpleaños atrasados ―respondió tajante, antes de cerrar.
Su móvil volvió a sonar.
―No vayas a cerrar de nuevo ―pidió Yunho cuando ella finalmente tomó la llamada―. Sé que tienes derecho a estar molesta; pero ayer tuve un día pesado y me fue imposible pasar a verte o llamar.
Jayden volvió a cerrar, esta vez sin decir una palabra, su excusa no le parecía válida. Había tenido tantas expectativas, de cómo pasaría su cumpleaños con él, que se sentía herida. Mientras que algunas de sus amigas salían en total libertad con sus parejas, ella debía conformarse con verle en secreto. Eso ya era suficiente, como para también tener que pasar su cumpleaños a solas.
Las cosas debían cambiar... ella debía hacer que cambiaran.
En ese momento vio a BoA salir de la casa nuevamente y subir a su auto, seguro rumbo a su trabajo. Aquello despertó su curiosidad, quería saber dónde quedaba este. Así que sin pensar mucho en ello, levantó la mano para detener un taxi que iba pasando.
―Por favor siga ese auto —ordenó señalando el auto de BoA.
El conductor no dijo mucho, hundió el pie en el acelerador y le alcanzó rápidamente. BoA escuchaba la radio mientras conducía, sin imaginar que la amante de su esposo le seguía los pasos. Se detuvo en el camino por café y unas rosquillas, después ingresó al estacionamiento subterráneo de un enorme edificio. Jayden sintió un poco de celos, BoA era una mujer moderna y profesional; ella en cambio, apenas estaba iniciando una carrera y los estudios se le hacían bastante tediosos y aburridos. Sacó su móvil del bolsillo del pantalón y llamó a Yunho, se le antojaba tener sexo con él para desquitarse.
―¿Podemos vernos ahora?
―No que estabas molesta por lo de ayer.
―Te perdonaré si vienes para el almuerzo.
―Allí estaré.
Jayden cerró y regresó al apartamento para esperar a Yunho, se tiró en el sofá y encendió el televisor para matar un poco el tiempo. Ya cuando se acercaba la hora de almuerzo se levantó del sofá y se dirigió a la recamara. Se sacó la ropa y se puso una bata, luego tomó un par de esposas y las colocó debajo de la almohada.
Cuando Yunho llegó, le entregó un paquete, era una caja pequeña.
―Es tu regalo de cumpleaños.
Ella lo tomó y colocó sobre una mesita con poco entusiasmo.
―¿No vas a abrirlo?
―Mi cumpleaños fue ayer.
―Lo sé, pero ya te expliqué porque no pude venir.
―Pero hoy si pudiste.
―Así es mi trabajo, impredecible.
―Claro... pero seguro para el cumpleaños de BoA si sacas tiempo.
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Fantasías Eróticas
RomansaQuisieron llevar a la realidad sus más oscuros deseos; pero... todo se les fue de las manos. ¿Qué sucede cuando el juego del erotismo da paso a las consecuencias y a una realidad con la que no habían contado? Gracias a @lauralaura2005