―Estoy realmente hambrienta, ¿crees que se tardará mucho el camarero?
―Pues no lo sé, pero espero que no, me has dejado muy hambriento ―él despegó los ojos de su móvil y le sonrió―. No se cómo una mujer tan pequeña como tú, tiene tanto aguante.
Bo Ah se derritió ante la sonrisa pícara de su marido, pasaron la tarde haciendo el amor y estaba claro que aun podían ir por más. Se quitó uno de los zapatos y llevó su pie hasta su entrepierna, palpándolo con suavidad, él se puso duro al instante. Siempre pensó en él como un semental y cuanto se alegraba de confirmar que no se había equivocado.
―Y yo no sé cómo le haces para estar siempre dispuesto ―le dijo palpando su erección.
―¿Será porque tú sabes cómo incitarme? ―Yunho la miró directo a los ojos, bajando la cremallera de su pantalón discretamente para que ella le acariciase con mayor libertad.
―¿Sabes que acaba de ocurrírseme?
―No me imagino, ¿qué?
Ella tomó su móvil de la mesa y le envió un mensaje de texto.
<<Qué lo hagamos en el baño, mientras llega la cena>>
Él sonrió mordiéndose el labio.
<<¿De damas o de caballeros?>>
<<¿Cuál prefieres?>>
<<De damas, por supuesto>>
<<Yo iré primero>>
Bo Ah se puso de pie, y se dirigió al baño de damas, Yunho hizo lo propio y esperó en el pasillo que ella le diera la señal para entrar.
―Ya puedes pasar ―le dijo asomándose a la puerta en cuanto quedó a solas. Yunho entró al baño de damas cerrando la puerta tras él, y yéndose contra su mujer de inmediato. Ella era pequeña, así que hacerlo de pie no era una opción, la sentó sobre el tocador, apoderándose de su boca mientras hacía sus bragas a un lado.
―Estás empapada ―le dijo al palpar su intimidad―. Justo como me gustas, mi amor... mojada solo para mí.
Bajó el cierre de su pantalón y sacó su miembro, Bo Ah lo observó embelesada, mientras él lo empuñaba para guiarlo dentro de ella. Entró una primera vez con suavidad, ella gimió por el simple hecho de sentirlo dentro, tibio, grueso y firme.
―¡Fóllame duro! ―le dijo con el rostro ya transfigurado.
Escucharon que alguien intentaba abrir la puerta; pero aquello solo les excito más. Ser descubiertos era parte de la fantasía.
―Tus palabras son órdenes para mí ―le respondió Yunho embistiéndola con fuerza, con rapidez, haciéndola gemir casi al instante, ―. ¿Así te gusta?
Escucharon que alguien tocaba la puerta; pero siguieron en lo suyo. Él, llenándola toda, y ella, contrayendo la pelvis hacia él.
―Sí, así me gusta mi amor, sigue... sigue... fóllame duro.
Afuera un par de chicas jóvenes guardaron silencio para escuchar mejor lo que sucedía adentro.
―¿Escuchas? ―preguntó una.
―¡Oh! ―exclamó la otra tapando su boca―. ¡Hay una pareja teniendo sexo!
La otra asintió con una risita nerviosa.
―¿Qué hacemos?
―No se... esperar a que terminen.
Ambas pegaron sus orejas a la puerta, los gemidos ahogados de la pareja podían escucharse desde afuera.
―Sí que la están pasando bien.
Yunho embistió a su mujer a un ritmo tan consistente, que ella estalló en un orgasmo de esos que se sienten en lo profundo... seguida por él, que dejó ir dentro de ella, lo poco que le quedaba de su tarde de sexo. La besó una última vez, antes de acomodar su ropa y lavar sus manos.
Salieron juntos del baño, como si lo que acababan de hacer fuese lo más natural del mundo. Afuera, las dos chicas observaron con vergüenza, a los protagonistas de cuanto acababan de escuchar, intercambiando risitas y miraditas de complicidad.
―Así si vale la pena esperar por la comida ―indicó Bo Ah, sentándose frente a su marido―. Deberíamos hacerlo más seguido. Estos rapiditos son tan buenos.
―Debo admitir que fue bien excitante.
―¿Y viste las caras de las dos chicas que esperaban afuera?
Yunho rio divertido.
―Apuesto que escucharon todo.
―Eso puedes apostarlo.
―Hemos cumplido otra de nuestras fantasías ―sentenció Yunho.
En ese momento llegó el mesero con su orden, interrumpiendo la conversación. La pareja llevaba un año de matrimonio y desde un inicio, hicieron una lista de fantasías sexuales, que esperaban cumplir antes de pensar en tener bebés. La siguiente en la lista era una fantasía de Yunho, hacer un trío con dos chicas.
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Fantasías Eróticas
RomanceQuisieron llevar a la realidad sus más oscuros deseos; pero... todo se les fue de las manos. ¿Qué sucede cuando el juego del erotismo da paso a las consecuencias y a una realidad con la que no habían contado? Gracias a @lauralaura2005