Aquella noche BoA no durmió nada tranquila, hubo algo en la expresión de Jayden que hizo que su sexto sentido se activara. Observó a Yunho durmiendo junto a ella, mientras su mente empezó a atar cabos. De repente todo tuvo sentido, horas extra de trabajo, el descenso en su actividad sexual, el hermetismo en sus gastos. Tenía una amante y de seguro esa debía ser ella, Jayden. Lo notó en su mirada, en la media sonrisa burlona que percibió en su rostro.
¿Pero de ser cierto, que haría? Acaso, ¿lo perdonaría una vez más?
¿Estaría él enamorado de Jayden y por eso no podía dejarla?
Yunho se incorporó, se notaba algo aletargado.
―¿Qué haces levantada? ―pregunto al verla de pie junto a la cama.
―Estaba en el baño ―mintió BoA regresando a su lado.
Él se giró, abrazándola por la espalda, le gustaba dormir en esa posición. BoA sintió un nudo en la garganta, tenía deseos de llorar pero no quería enfrentar las cosas con Yunho hasta estar segura de lo que haría. Él se quedó dormido en cuestión de minutos, a ella en cambio le costó algunas horas. No podía dejar de pensar en Jayden y en su sonrisa, realmente deseaba borrarle esa sonrisa. Le asqueaba recordar las noches en las que compartió a su esposo voluntariamente, aquel sería un error del que quizás se arrepentiría el resto de su vida.
Al día siguiente cuando despertó, él ya estaba vestido e incluso había desayunado.
―¿Por qué no me despertaste? ―dijo sentándose en la cama.
―Te vías cansada ―le dio un beso.
Ella intentó ponerse de pie; pero él la detuvo señalándole una bandeja que descansaba en una mesita adjunta. Le había preparado el desayuno.
―¿Me hiciste el desayuno? ―BoA estaba un poco sorprendida, su fuerte no era la cocina y la verdad ponía poco interés en ello, lo que le daba mayor mérito―. Gracias.
―Quizás no estés tan agradecida cuando lo pruebes. ―bromeó Yunho dándole un beso de despedida―. Nos vemos en la noche.
―¿A qué hora vendrás?
Yunho lo pensó un poco antes de contestar.
―¿A qué hora quieres que regrese?
―Temprano.
―Entonces regresaré temprano.
BoA sonrió con un poco de alivio, quizás... su presentimiento con Jayden era una falsa alarma, Yunho siempre había sido algo obsesivo con el trabajo. Después de desayunar, se dedicó a limpiar la casa para luego dedicarse un par de horas al jardín. Sin embargo, no pudo borrar la sonrisa de Jayden de su mente. Aquella chica que pensara inocente e inofensiva, había resultado ser mucho más astuta de lo que habría imaginado.
Durante la hora de almuerzo Yunho le hizo una visita rápida a su amante, estaba enojado con ella por la supuesta coincidencia del restaurante. Entró dando un portazo, pero Jayden, a quien una manicurista le pintaba las uñas, no se inmutó por ello.
―¿Será que regreso más tarde? ―preguntó la mujer un poco incomoda.
―No es necesario ―respondió Jayden con tranquilidad.
―Por favor ―insistió Yunho―, necesito hablar con Jayden en privado.
La mujer asintió y luego de tomar sus implementos se retiró.
―Últimamente gastas mucho dinero ―dijo Yunho, meditando en el cambio de Jayden, ropa, zapatos, salones de belleza... Se estaba convirtiendo en una mujer frívola.
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Fantasías Eróticas
RomanceQuisieron llevar a la realidad sus más oscuros deseos; pero... todo se les fue de las manos. ¿Qué sucede cuando el juego del erotismo da paso a las consecuencias y a una realidad con la que no habían contado? Gracias a @lauralaura2005