El Pasado O El Futuro. ||Shikadai Nara Y Tú||

traslado.

Pov -Tayumi-

Caminamos por unas horas hasta llegar a aquel Lugar que me había cuidado tanto, no había cambiado mucho excepto que ahora parecía una plaza comercial fueras por donde fueras debido a tantas televisiones y letreros coloridos.

—¡Espera! ¿estas loca? —me detuvo el Nara —no puedes entrar así como así —rodee los ojos.

—entonces como genio —le pregunte irónica.

En eso Mirai sacó una soga y ahí me di cuenta de sus intenciones, suspire dejando que me ataran como criminal pasando las puertas bajo un interrogatorio por parte de los dos ninjas de la entrada de la aldea, caminamos entre las calles cada segundo un recuerdo nuevo resurgia posandome melancólica.

Sin embargo llegamos a una parte poco concurrida, un parque de juegos.

—esperen... — subí la pequeña escalera llegando a los columpios ya oxidados.

Me gusta disfrutar de mis días aquí sentado.

Un aura a lado de mi me desconcentro de mis recuerdos—ahora que lo recuerdo ¿cómo es que conoces el nombre de la generación del séptimo? —preguntó el listo Nara.

Mirai también me miro esperando mi respuesta. —pues porque investigue —respondí lo más simple que pude empezando mi caminata hacía la oficina del Hokage.

—¡Oye espera! No nos has dicho tu nombre —mire sobre mi hombro a la chica Sarutobi.

—mi nombre no importa, díganme ichizoku-san sólo ichizoku-san —continúe con mi caminata mientras los otros dos se secreteaban a mis espaldas.

Ahora estaba frente a la puerta mientras me preguntaba ¿quien es el nuevo Hokage? ¿será Konohamaru? Volte a ver a mis dos escoltas —pueden irse, ya no los necesito —vi como shikadai cerraba los ojos de rabia.

La peli negra abrió la puerta —nosotros vamos a entrar contigo, estamos a cargo de las tácticas en esta guerra y tenemos que saber cual es tu función —pasaron agarrando el amarre de mis manos arrastrandome con ellos, de mala manera me sentaron frente al escritorio del Hokage pero nada más ver la cara de aquel octavo Hokage.

—esto debe ser una jodida broma —

El octavo Hokage no era otro que... —Hanabi Hyuga —¡¿que hacia mi maestra en ese lugar?!.

—hokage-Sama hemos traído a esta chica por que necesita hablar con usted —ambos hicieron una reverencia mientras yo no salía de mi estado de shock.

Pero también empecé a temblar, era un extraño sentimiento de melancolía al verla tan grande mucho mas que cuando era mi maestra. —¿y bien de que quieres hablar conmigo? —

—y-yo...Quiero que ellos salgan, nadie aparte de usted puede enterarse de esto —le vi arquear una ceja ante mi petición.

—shikadai, mirai porfavor —mirai se fue al tiro pero shikadai a fuerzas quería escuchar.

—¿por que debo hacerlo? Yo también necesito saber cuáles son sus intenciones —reclamó el Nara pero al final también se fue.

La Hokage me miro pidiendo explicaciones —póngase cómoda esto va a tardar —alerte. —para hacerle corta la historia yo vengo del pasado... —
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Me di una mirada en el espejo el día de ayer Hanabi me dijo que para aprender más de los enemigos yo tendría que hacer acto de precencia en la pelea que se estaba dando a las fronteras de kumogakure, me dio algunos detalles de ellos como que utilizaban jutsus diferentes en batalla... genial no llevaba ni un día en esta aldea y ya me estaban mandando a la guerra aunque no me quejo no me gustaría quedarme sin hacer nada aquí.

Salí del departamento que alguna vez fue de Naruto y en el que muchas veces me quedé una de ellas fue cuando tsunade me cuidó como a una nieta hasta su muerte.

Pero antes de irme tenía que pasar a un lugar, al llegar a dicho lugar localice la tumba de aquel hombre que siempre quise —shikamaru...supongo que este era el final para ti, me hubiera gustado pasar tus últimos a tu lado pero el destino nos preparo otra cosa...prometo cuidar de tu hijo para que el clan Nara siga en pie, el es un gran hombre lo sé desde el primer momento en que lo vi, al menos algo bueno sacó de esa arenosa temari —pose una mano en aquella piedra fría. —es promesa...aunque me hubiera gustado saber cuáles fueron tus últimas palabras... —

—Taeya... —

Volte rápidamente encontrandome a shikadai —¿cómo? —pregunte sin ser consiente de lo que decía.

—la última palabra de mi padre fue Taeya...me da un poco de enojo...el nunca amo a mamá igual que ella —no supe que decir asi que para evitar preguntas empece a irme de ese lugar.

Incluso si ni en esta vida soy feliz contigo, prometo amarte en la próxima...

Amado Shikamaru Nara.
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—bien esta es la estrategia el equipo b y el a Irán por los lados de la frontera mientras el C va de frente después de que se inicie batalla —explicó uno de mis superiores.

Pero faltaba el equipo D en el que yo me encontraba —¿ y el equipo D donde va a atacar? —

Me miro como si hubiera cometido una ofensa— el D es de reserva —

—¡¿que?! ¡debe estar bromeando! —exclame recibiendo una mirada de remienda algo que no me detendría —hablaré con el encargado de esta misión —me salí de aquella sala de operaciones buscando la oficina del líder de esta misión.

Hasta que la encontré y sin delicadeza me di el permiso de abrir recibiendo la sorpresa de que el jefe de esta misión no era otro que aquel al que una vez salve en guerra.

Taeya-Sama por favor resista, no debió haberlo hecho...

Neji Hyuga.