Pov -Taeya-
Espere en silencio por su respuesta, posó su mano debajo de su barbilla pensante, mirando con esas dos esmeraldas al suelo.
—ya veo —murmuró con ese tono analista típico de los Nara.
Alzó la mirada y me observó de pies a cabeza poniéndome nerviosa —tú... —abrió la boca sorprendido, al parecer se dio cuenta de algo... —¡tú conociste a Tayumi! ¡si de seguro, incluso tu nombre, el nombre de su madre, tu apariencia! ¡¿Debes ser pariente no es así?! —maldije en voz baja.
¡De tonto no tiene ni un pelo!
Negué con la cabeza —no se de ninguna Tayumi —respondí, el brillo de esperanza tan pronto como apareció se desvaneció y sentí el bichito de la culpa calarme en lo más fondo de mi corazón.
Rebusco entre sus bolsillos delanteros desesperado, yo estaba sorprendida jamás lo había visto tan desesperado hasta que sacó una fotografía como si esta fuera oro para el, en ella se reflejaba una niña rubia con ojos rojizos, ¿cuando fue que...? —ella, es mi amiga y hace años no sabemos de ella...¡Si la pudieras reconocer...! Perdio la memoria y su madre apareció misteriosamente, pero cuando llegó Kawaki se la llevó, si tu sabes algo que nos pudiera ayudar Konoha te lo agradecería y te lo pagaría —no pude mirarlo durante todo el tiempo que hablo.
¡estoy aquí! ¡maldita sea soy yo! —mira Nara, todos en la aldea del sonido hace años murieron y los que quedaron han sido cazados, una persona llegó a mi aldea y poco a poco todos fueron muriendo, ahora yo soy la única y si me encuentra mi destino será morir —apretó la mandíbula al igual que los puños.
Sólo me quedaba mentir tanto como pudiera, decir que yo era Tayumi no era una opción.
Escuchamos un ruido en los arbustos por lo que volteamos inmediatamente.
De ellos salió una chica —em...hay alguien que quiere verte, ichizoku-San —
Mis ojos brillaron felices de verla denuevo.
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Me quede sentada en la silla frente a dos par de ojos que solo murmuraban cosas intendibles para mi.Uno de ellos rodeó la mesa —bien guapa, acompañame a un lugar —mire a shikadai confundida, quien sólo me hizo un gesto para que lo siguiera.
—cuidado con lo que haces inojin —
—no te preocupes no pasará nada, Dai —
Me guió por los pasillos de la... base secreta?, guarida subterránea? No se el caso es que estábamos bajo tierra.
Seguí a inojin, el chico de larga cabellera rubia.
Hasta llegar a un cuarto, donde se encontraba un viejo que yo había llegado a ver en los exámenes chunin de naruto...ibiki morino.
Ya bastante pasadito de edad debo agregar.
Hasta que algo hizo click en mi mente, ¡Iban a buscar en mis recuerdos! —eh...adiós! —trate de salir corriendo -si lastimada y todo- pero la mano del Yamanaka fue más rápida atrapando mi brazo.
Entre los dos me agarraron —¡sueltenme! ¡no quiero que vean mis recuerdos! —chille contra mi voluntad.
Inojin forcejeo tratando de tocar mi cabeza, hasta que llegó alguien. —¿me pueden explicar que esta pasando aquí? —dijo, el jefe de esta misión.
Neji Huyga.
Al mirarnos a los ojos el, inmediatamente me reconoció. —¿Taeya?....sueltenla—ordenó.
Ambos me soltaron mientras ibiki me miraba como si yo fuera un cero a la izquierda, el anciano se acercó a el Hyuga pronunciando unas palabras y retirándose, luego le siguió inojin confundido. —neji...¿cómo me...reconociste? —tartamudee.
Pero mi pregunta no fue respondida, sólo sentí el calor recorrer mi frente ya que fue palmeada —eres una mujer extraña —mencionó recordandome a mi ya muy lejano pasado.
Ya las líneas de expresión estaban remarcadas y su marca estaba a plena vista, era extraño verlo así cuando yo tenía la viva imagen de un neji serio, volvió a hablar sacandome de mis recuerdos —¿cómo es posible que estés aquí? Se supone que tu moriste...por mí —
Me senté ya que no aguantaba mi pierna —una mujer, me necesitaba en esta época, va a utilizarme como arma y con eso todo reiniciara denuevo, el tiempo se devolverá y el mundo cambiará, esta guerra y todo lo que pasa es en parte por mi...al parecer cuando morí encontró la forma de traerme a donde estoy, pero además necesitaba mis ojos, mas precisamente mi doujutsu y en el momento que lo Active será jaque mate. —suspire al final.
Me miro con esos blanquecinos ojos —¿tienes un plan verdad? —asenti
—tengo tres y uno de emergencia —respondí pero al parecer seguía inquietandole algo.
—ya te enteraste de lo de...shikamaru, ¿verdad? —mire al suelo llena de melancolía.
—sí... —
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Anoté todo lo que tenía, acerca de las habilidades de los llamados tsukos, las cosas con las que combati anteriormente, Neji Me ascendió a segunda al cargo en menos de dos minutos, según la información:Nombre:tsukos
Habilidades: jutsus fuego, Agua, Rayo, Viento y Tierra.
Debilidades:Ninguna descubierta.
Apariencia:sin rostro sólo cuerpo completamente de color negro.
Cantidad: Desconocida, Hasta ahora contaban como 40 millones y aumentando.
Lugar :ninguno en específico, aparecen y desaparecen.
Hasta ahora no había alguna táctica y nuestros compañeros morían ahí afuera, de Seguir así tendríamos que dar la misión como fracasada.
Alguien interrumpió en mi oficina, la Sarutobi —vaya...te ascendieron rápido de puesto —
Asenti —¿que necesitas Mirai? —pregunte.
—estaba pensando en invitarte a ir por algo y que conozcas a mis amigos —me tomó por sorpresa su propuesta.
Acepté, sólo por que quería ver a los chicos y que tan grandes estaban, sólo eso!
Al llegar cabelleras de todos colores, me presentó con inojin, lin y sakushi pero...
—¿esta es tu amiga? —pregunto con desagrado el uchiha
No decías eso antes Uchiha.
—sasushi no digas cosas como esas —regaño lin, que ahora tenía una trenza como peinado —el a sido así por que muchas chicas lo acosan —me susurró la Hyuga.
—tsk! —chasqueo sakushi.
Rodee los ojos, de tal palo, tal astilla.
Sentí el peso de un brazo caer sobre mis hombros.
—sakushi, por que no vas con tus fans a que te aguanten, estas siendo molesto —mencionó shikadai y esta vez no con su típico tono de cansancio sino con uno de real molestia.
¿que tanto me había perdido estos años?
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El Pasado O El Futuro. ||Shikadai Nara Y Tú||
FanfictionSin una sola pista, un indicio, algo que le recordará ...nada. Lo único hasta el momento que recordaba era haber caído de un árbol y golpearse contra un chico, nada más.