ichizoku

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Pov -Taeya-

Trague saliva nerviosa pero antes de siquiera decir una palabra alguien me jaló cerrando la puerta en el proceso y dejándome apoyada en una pared.

Hasta que esos ojos verdes me miraron con reproche —¿que pensabas hacer? —preguntó arisco.

Estaba confundida por la reacción de este chico —iba a hablar con el encargado de esta misión, quiero luchar también —hable con ese tono de obviedad que ahora me acompañaba.

—mira extraña, yo soy responsable de ti por lo tanto no te metas en problemas o me meteras en problemas a mi también, te lo advierto —utilizó ese tono de orden que no me gustaba nada.

Le regale una minúscula sonrisa ironica —¿y si no lo quiero hacer? — a cambio sólo recibí una mirada de enfado antes de verlo marchar.

¡¿por que tiene que enfadarse conmigo por todo?!

Regrese a mi carpa con muchas dudas sin ser respondidas, en primera la misión ¡yo ni siquiera sabía por que peleaba! ¡no eso no era lo peor del caso! ¡quién era nuestro rival debía preguntarme!

Pero un sonido de alarma me sacó de mis pensamientos, salí de la carpa y cuando menos lo espere dos explociones al sur se dejaron ver, sin detenerme a pensar corrí hacía el lugar tomando de paso armas.

Entre el polvo y los arbustos logre ver unas criaturas parecidas a humanos pero estas eran totalmente negras casi un Ejército completo, cuando escuché un grito de una kunoichi mientras la criatura negra parecía realizar un jutsu de fuego.

Lanze un kunai captando rápidamente la atención de la criatura que me atrapó como si yo fuera un inocente cachorro —q-qui-tate —forceje mientras los demás venían hacía mi corriendo —¡jutsu de teletransportacion! — todos me voltearon a ver como perros rabiosos, ¡claro sólo a mi se me ocurría pelear sola!

Rayos por aquí, agua por allá, fuego por delante miles de jutsu que trataba de esquivar o evitar escondiendome entre los árboles, los kunai pasaban como si ellos fueran fantasmas y los mis jutsus de sonido no servían.

No podía detenerlos con nada hasta que llegó aquellos hombres de konoha peleando contra esas cosas.

Ninguno de esos jutsus servían. —oye ¿estas bien? —me tomó del brazo una chica de cabello morado, asenti mi chakra se había acabado en prácticamente utilizar teletransportacion.

Miré mi pierna y la gran herida que me hacía sangrar —te llevaré a un lugar seguro —me avisó, yo todavía puedo hacer algo...tengo que hacer algo...

—déjala yo la llevaré, hay gente que necesita que los ayudes —dijeron a mis espaldas, cerré los ojos sabía que pronto vendría el reclamo del chico Nara. —eres un gran problema mujer...que fastidio —

Tomó mi brazo y me ayudó a caminar entre los arboles alejándonos cada vez más en silencio, silencio que me mataba, pero al estar tan cerca pude admirar sus rasgos más maduros y serios, la viva imagen de su padre. —bien ¿ahora como le hiciste para dejarte esa pierna así? —preguntó

—iban a matar a una kunoichi, yo no podía permitirlo —respondí.

Me miro desinteresadamente —no puedo creerlo, eres la mujer más tonta que eh conocido... —murmuró aunque pude escucharlo.

Fruci el ceño —¡oye no me insultes! Yo tenía que ayudarla —le dije.

—mira mujer, no se de donde vengas pero las cosas cambiaron y uno no se puede dar el lujo de perder la vida tan deliberadamente, si vas a ayudar a alguien asegúrate de no mandarte al matadero tu sola — y por primera vez me quedé en silencio, el tan directo y sus palabras tan sinceras que dolía...

Pare de caminar y safe mi brazo alejandome de el —se que las cosas cambiaron shikadai, por desgracia cambio todo para mi —
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Me encontraba en mi carpa leyendo un libro que le robe por ahí a uno de mis jefes, al parecer era de estrategias y todo eso en fin iba en la estrategia número 42 si un enemigo llega de sorpresa pegarle una patada.

— ¡eh! ¡ichizoku! — alguien entró a mi carpa y asustada le pegue una patada con mi pierna buena.Al salir me encontré con Shikadai tirado en el suelo — ¡¿pero a ti que te pasa?! — exclamó.

— n-no perdón yo..Me asuste y pensé que...ah enserio lo siento — me disculpe.

Le vi sobar su barbilla donde lo golpe.

Luego la curiosidad me entró —¿que pasa? ¿Por que vienes aquí Nara? —le pregunte recibiendo un chasquido digno de un chico malo.

Pronto tomó mi mano —ven — y caminando lentamente llegamos a una parte de puros árboles —quiero que me digas todo —ordenó intimidandome con sus ojos verdes.

Me hice la desentendida —no se a que te refieres —mencioné.

En un acto extraño para mi con sus manos tomó mi cara, más exactamente mis mejillas —necesito que me digas...quien eres —me quedé muda ante sus palabras —se que necesitas ayuda, pero si no me dices no sabré como ayudarte —

—¿por que debería confiar en ti? Tú me odias eso esta claro —seguí intentando que dejará de preguntarme hablándole de otras cosas, pero sin esperarlo soltó una risa.

—¿cómo podría odiar a alguien que ni siquiera conozco?, aunque debo aceptar que quiero conocerte —

Ya tendría tiempo de arrepentirme después de hacer lo que iba a hacer... —pues tal vez no te convenga, yo soy muy peligrosa y voy a asesinarte si me sigues molestando—procedí a caminar pero antes de siquiera dar un paso me quedé hecha piedra.

—ya basta de máscaras...exijo que me digas quien eres en realidad y por que no utilizaste tus jutsus ahí afuera—ordenó con un extraño tono de tranquilidad.

Si no le decía ahora no dejaría de molestarme — Soy Taeya ichizoku, ninja del sonido y no puedo utilizar mis jutsus por que estoy en peligro de morir —

El Pasado O El Futuro. ||Shikadai Nara Y Tú||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora